El Congreso no est¨¢ para teatrillos
Es hora de que los diputados aparquen las ocurrencias y se pongan a trabajar. Han perdido medio a?o
Ayer no hab¨ªa margen para el espect¨¢culo. La mayor¨ªa de los diputados que forman parte de la XII legislatura eran veteranos. A los parlamentarios de Unidos-Podemos ya no les deslumbraba el hemiciclo, ni clavaban asombrados sus ojos en las visibles huellas de los impactos de los disparos del 23-F, ni buscaban un hueco en el sill¨®n del esca?o en que acomodar el abrigo (estamos en julio), como tras las elecciones de 20-D. Carolina Bescansa acudi¨® esta vez sin su ni?o, a Celia Villalobos se la ve¨ªa menos euf¨®rica que el 13 de enero, quiz¨¢ por haber perdido el sill¨®n de la vicepresidencia, y los miembros de Comprom¨ªs dieron descanso a la banda de m¨²sica que acompas¨® su entrada al Palacio del Congreso en el arranque de la anterior legislatura.
No obstante, algunos diputados no eludieron su particular forma de hacer visibles sus reivindicaciones sociales o pol¨ªticas. Los representantes de Equo, con Juan L¨®pez de Uralde a la cabeza, llegaron en bloque a la carrera de San Jer¨®nimo montados en bicicletas con banderines verdes, el color corporativo. El show de los mensajes estampados en las camisetas lo protagoniz¨® el sindicalista Diego Ca?amero, que luc¨ªa una camiseta con la imagen estampada de Andr¨¦s B¨®dalo, condenado por agredir a un concejal socialista, y los parlamentarios de Comprom¨ªs exhibieron prendas en las que se pod¨ªa leer la leyenda: ¡°No nos resignamos. Otro Gobierno es posible¡±.
Portar vestimentas con mensajes reivindicativos en el Hemiciclo es una pr¨¢ctica bastante frecuente. Los mineros de Le¨®n y Asturias, por ejemplo, hicieron visible su conflicto en 2012 en la tribuna de invitados durante una sesi¨®n de control al Gobierno. Mientras interven¨ªa el entonces ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, se pusieron al un¨ªsono en pie y exhibieron camisetas negras a modo de pancarta con este lema: ¡°No al cierre de la miner¨ªa¡±. De inmediato, el presidente del Congreso pidi¨® su desalojo.
Tambi¨¦n fueron expulsadas por la fuerza las feministas de Femen, pero no por haberse enfundado camisetas reivindicativas sino precisamente por quit¨¢rselas ante sus se?or¨ªas. Tres activistas protestaban as¨ª desde la tribuna de invitados por la reforma de la Ley del Aborto mientras Alberto Ruiz-Gallard¨®n, en aquel momento ministro de Justicia, contestaba a una interpelaci¨®n. Con decenas de c¨¢maras de televisi¨®n, el Congreso ofrece una enorme visibilidad a protestas de todo tipo.
A la hora de acatar la Constituci¨®n se repiti¨®, eso s¨ª, la funci¨®n de invierno. Desde los esca?os de Unidos-Podemos se escucharon todo tipo de f¨®rmulas, incluidos versos del poeta Miguel Hern¨¢ndez, como si los diputados hubiesen sido convocados a un casting de Estudio?1. Tras el primer d¨ªa de vuelta al cole es hora de que los diputados aparquen las ocurrencias, el postureo, los teatrillos, el cachondeo y la falta de rigor. Ser¨ªa bueno que se pusieran a trabajar. Han perdido medio a?o.
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