Doble rasero

Los 25 diputados que votaron en blanco en la elecci¨®n de la presidencia del Congreso contribuyeron al triunfo de la popular Ana Pastor sobre el socialista Patxi L¨®pez. Y no solo eso: en la elecci¨®n sucesiva de los vicepresidentes de la c¨¢mara, los candidatos de Ciudadanos y del PP recibieron m¨¢s votos de los que suman los grupos Popular y de Ciudadanos. Dado el car¨¢cter secreto del sufragio, solo queda especular sobre qui¨¦nes fueron. Pero salvo improbables rebeld¨ªas entre socialistas o en el seno de Podemos, todo apunta a posibles ayudas nacionalistas al pacto global PP-Ciudadanos, que ha marcado la elecci¨®n del ¨®rgano de direcci¨®n del Congreso.

M¨¢s all¨¢ de la sorpresa que esta situaci¨®n ha provocado, es necesario saber si ha mediado alguna negociaci¨®n del PP con los nacionalistas, precisamente cuando estos buscaban apoyos para la constituci¨®n de un grupo propio en el Congreso.

El PP se rasg¨® las vestiduras en la legislatura pasada cuando se supo que el PSOE quer¨ªa ayudar a los nacionalistas catalanes y a ERC a completar los requisitos que les imped¨ªan disponer de grupos en el Senado. Entonces el Gobierno en funciones sali¨® en tromba, interpretando el gesto como una operaci¨®n ileg¨ªtima y vergonzante de Pedro S¨¢nchez destinada a favorecer su propia investidura.

En aquella ocasi¨®n, Rajoy tild¨® de ¡°gran error¡± apoyarse en partidos que le echan un pulso al Estado. No sabemos si esos partidos han dejado de echarle un pulso al Estado, y por eso el PP acepta ahora sus apoyos indirectos, o si todo se debe a un giro estrat¨¦gico decidido exclusivamente por nacionalistas e independentistas. Pero tambi¨¦n sorprende que tales movimientos hayan coincidido con la decisi¨®n de la Fiscal¨ªa de no pedir penas de c¨¢rcel para ninguno de los encartados por la consulta separatista del 9 de noviembre de 2014, entre ellos el expresidente de la Generalitat, Artur Mas. Para mayor confusi¨®n, nacionalistas e independentistas acaban de pactar con la CUP un ¡°mecanismo unilateral¡± de desconexi¨®n de Catalu?a de la legalidad, en la perspectiva de elaborar una Constituci¨®n catalana.

La democracia espa?ola no ha prescindido nunca de nacionalistas e independentistas, ni deber¨ªa hacerlo, en la medida en que defiendan sus propuestas dentro de la legalidad. Criticamos las decisiones ¨²ltimas de los separatistas catalanes, no su ideolog¨ªa. Pero esa verdad lo es al margen de cu¨¢l sea el partido responsable del Gobierno. Lo sorprendente es asistir a los votos depositados ayer, y tal vez a las abstenciones de ma?ana, despu¨¦s de todo lo escuchado al PP sobre los grav¨ªsimos riesgos que acechan a la unidad de Espa?a si se hace cualquier gesto hacia los nacionalistas e independentistas de Catalu?a.

Lo que est¨¢ en juego es la coherencia de los partidos constitucionalistas. Por supuesto que ser¨ªa inaudito repetir otra vez las elecciones, pero la transparencia exige saber qu¨¦ precio se est¨¢ dispuesto a aceptar a cambio de evitarlas. ?Ser¨ªan convenientes para Rajoy posibles abstenciones entre los que hasta hace poco le parec¨ªan tan peligrosos? Lo hemos dicho muchas veces: el PSOE debe abstenerse. Pero ahora, tras lo ocurrido ayer, el Partido Popular debe explicarse.