?ngel Villar, ese ¡®Grondona europeo¡¯
La renovaci¨®n de la UEFA es pura filfa; un decorado para mostrar a los turistas y a los curiosos procedentes del exterior
A sabiendas de que la posici¨®n de Villar en el f¨²tbol espa?ol es inatacable por los ¨¢cidos e irreductible por los ¨¢lcalis, el caso del presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol causa en el observador una desazonante perplejidad. El asombro no procede tanto ¡ªaunque tambi¨¦n¡ª del entorno de impunidad que rodea la gesti¨®n de Villar, en todo similar al l¨ªquido amni¨®tico que protege a una parte de la clase pol¨ªtica implicada en fraudes y corruptelas. Sobre Villar pesan acusaciones de favoritismo, gravita la percepci¨®n de que era conocedor de las escandalosas pr¨¢cticas que acabaron por desmantelar la FIFA a manos del FBI, penden dos querellas judiciales (por prevaricaci¨®n en el caso del calendario electoral federativo y por trato de favor al Recreativo de Huelva y el Marino) y planea un enfrentamiento inmotivado y caprichoso con las autoridades deportivas.
El asombro procede de su inhumana resistencia administrativa. Este hombre, que deber¨ªa estar reducido a polvo pol¨ªtico hace tiempo, acaba de lanzar dos mensajes desafiantes: se presentar¨¢ a la presidencia de la UEFA (de la que fue expulsado Michel Platini por excederse en las retribuciones extraordinarias) y acaba de anunciar que el pr¨®ximo seleccionador espa?ol de f¨²tbol ser¨¢ Julen Lopetegui. Sobre la segunda decisi¨®n, poco cabe arg¨¹ir, salvo que ser¨ªa deseable que el nombramiento no responda a una decisi¨®n cesarista que pese sobre el sucesor de Villar; sobre el primero s¨ª caben algunas observaciones evidentes y alarmadas.
Villar es el favorito en la elecci¨®n a presidente de la UEFA. Lo cual significa (y m¨¢s si alcanza la presidencia) que la renovaci¨®n de la UEFA es pura filfa; un decorado para mostrar a los turistas y a los curiosos procedentes del mundo exterior. En la autoridad futbol¨ªstica europea sigue emboscada la rama de Espectra que oper¨® durante decenios en la FIFA de Blatter; el cambio real no va a ser f¨¢cil. Y es una dificultad l¨®gica, puesto que para renovar una instituci¨®n supranacional es obligado empezar por las instituciones nacionales que la componen; pero como ¨¦stas aparecen construidas sobre una red de intereses clientelares, favores rec¨ªprocos, relaciones deportivo-municipales y otros tactos de codos entre la pol¨ªtica y el f¨²tbol (ah¨ª est¨¢ el caso espa?ol), la fuerza resultante acaba manifest¨¢ndose en forma de presidentes y directivos que se eternizan en su papel de reguladores de las colusiones cruzadas. O sea, un Julio Grondona en Argentina, 35 a?os dirigiendo el tr¨¢fico de intereses; o sea, un Villar.
Cuenta Polibio que la fuerza de Masinisa (rey de Numidia, aliado de Escipi¨®n contra An¨ªbal en Zama) era tal que pod¨ªa permanecer un d¨ªa entero erguido, quieto, con los pies juntos, sin mover un solo m¨²sculo de su cuerpo. Villar ha permanecido inm¨®vil durante 28 a?os al frente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, trenzando pacientemente la trama clientelar y colocando peones en federaciones regionales. Ha llegado a ser una fortaleza inexpugnable incluso para el poder pol¨ªtico (que no se caracteriza precisamente por su perspicacia). Si el control de integridad no lo remedia, nuestro Grondona se convertir¨¢ en el Grondona europeo.
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