El reto com¨²n de PSOE y Podemos
La distancia entre una izquierda m¨¢s descentralizadora y una m¨¢s centralista se ha agrandado. Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias se enfrentan al desaf¨ªo de articular en un mismo discurso la diversidad de preferencias territoriales de sus votantes
En la pugna por el dominio electoral del espacio de la izquierda, Podemos y PSOE se enfrentan a distintos desaf¨ªos: la principal tarea pendiente para el partido de Iglesias es seguramente recomponer la transversalidad de su discurso, mientras que la del PSOE sigue siendo la de la credibilidad. Sin embargo, ambos partidos afrontan al mismo reto a la hora de definir un discurso territorial que les permita articular la diversidad de preferencias sobre el Estado de las autonom¨ªas entre los votantes de izquierda. La dificultad de esta tarea estriba en que dichas preferencias se han polarizado durante los ¨²ltimos a?os. En consecuencia, el discurso territorial en la izquierda se ha convertido en un juego de suma cero, porque su atractivo en algunos territorios desemboca en la p¨¦rdida de votos en el resto.
Otros art¨ªculos de la autora
Si se compara entre 2010 y 2015 y por regiones las preferencias sobre el modelo territorial de quienes se definen ideol¨®gicamente de izquierdas, el resultado es que estas han evolucionado en direcciones opuestas: en seis regiones la izquierda se ha vuelto en promedio m¨¢s autonomista (Baleares, Catalu?a, Galicia, Madrid, Navarra y Pa¨ªs Vasco), mientras que en cuatro de ellas (Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n y Extremadura) ha derivado a posiciones m¨¢s centralistas. En el resto, la media se ha mantenido con pocos cambios. El resultado es que la distancia entre la izquierda m¨¢s descentralizadora y la m¨¢s centralista se ha agrandado. Esto no ha ocurrido en la derecha, cuyo viraje hacia el centralismo convierte a sus votantes en un electorado m¨¢s homog¨¦neo. En 2015, en casi todas las regiones los ciudadanos de derechas prefer¨ªan un modelo m¨¢s centralizado que cinco a?os antes, con la excepci¨®n de Catalu?a, donde son m¨¢s soberanista que en el pasado.
?C¨®mo encaja esta evoluci¨®n de la opini¨®n p¨²blica en el escenario poselectoral en el que nos encontramos? La polarizaci¨®n territorial de la izquierda alrededor del modelo auton¨®mico se solapa enormemente con la distribuci¨®n territorial del voto a Podemos y el PSOE. Mientras Podemos se ha hecho fuerte all¨¢ donde la izquierda se ha vuelto m¨¢s autonomista (o soberanista), el PSOE resiste donde la izquierda se ha vuelto m¨¢s centralista. En consecuencia, el reto para ambos partidos es articular la diversidad de preferencias territoriales evitando que la actual concentraci¨®n regional de sus apoyos se convierta en un obst¨¢culo para conseguirlo. El partido que antes encuentre ese equilibrio estar¨¢ mejor posicionado para dominar el espacio electoral de la izquierda.
La l¨ªnea proautonomista de Podemos responde a una mezcla de ideolog¨ªa y oportunismo organizativo
En el caso de Podemos, su posici¨®n proautonomista responde a una mezcla de ideolog¨ªa y oportunismo organizativo. El partido de Iglesias comprendi¨® desde el principio que convertirse en una formaci¨®n de ¨¢mbito estatal en un Estado descentralizado y en un breve espacio de tiempo requer¨ªa organizarse de abajo a arriba, es decir, buscando un soporte organizativo en estructuras ya creadas. La decisi¨®n de este partido de unirse a las confluencias no solo fue coherente desde el punto de vista de su m¨¢s o menos definida visi¨®n plural del Estado, sino tambi¨¦n estrat¨¦gica desde un punto de vista electoral, pues les permiti¨® remontar en las encuestas en oto?o de 2015 y aumentar el grado de penetraci¨®n territorial de su aparato organizativo. Adem¨¢s, los resultados del 26-J mostraron que Unidos Podemos resisti¨® mejor donde concurri¨® como parte de confluencias.
Sin embargo, esas ventajas electorales conllevan ciertos costes, pues el partido debe ahora gestionar una compleja organizaci¨®n que integra una coalici¨®n (con IU) y una estructura descentralizada donde los l¨ªderes territoriales han ganado peso gracias a sus resultados electorales. La baron¨ªa m¨¢s complicada para el partido, por su mayor divergencia en el tema territorial, es En Com¨² Podem. Si comparamos las preferencias sobre el modelo territorial del votante de Podemos con el votante de En Com¨² Podem, este ¨²ltimo es casi tres veces m¨¢s partidario que el primero de un modelo territorial que reconociese la posibilidad de independencia a las comunidades aut¨®nomas. En cambio, las diferencias entre los electores de Podemos y los del resto de confluencias en relaci¨®n con la cuesti¨®n territorial son menos significativas.
El PSOE fue durante a?os capaz de conjugar la pluralidad de intereses de los distintos territorios
Ante las incipientes baron¨ªas, el partido debe saber encontrar, en un contexto m¨¢s complejo, el dif¨ªcil equilibro que durante un largo periodo tan bien le funcion¨® al PSOE: mantener un v¨ªnculo estable con el poder territorial, sobre todo con Catalu?a, sin que ello suponga un techo electoral en las provincias con electorados m¨¢s centralistas. Si no es capaz de hacerlo, quedar¨¢ confinado a las periferias en un doble sentido: organizativamente, si desarrolla un modelo confederal de fuertes baron¨ªas y centro d¨¦bil, y electoralmente, si se resiente su capacidad de recoger votos en el resto de regiones.
Respecto al PSOE, una de sus mejores cualidades durante a?os fue ser capaz, tanto ideol¨®gica como organizativamente, de articular la pluralidad de intereses de los distintos territorios. En el tiempo del bipartidismo, la apuesta autonomista de los socialistas, en comparaci¨®n con el Partido Popular, era clara e incuestionable. Sin embargo, mantener dichas credenciales se ha convertido en una tarea m¨¢s complicada para el partido de Pedro S¨¢nchez debido a la polarizaci¨®n del debate sobre la cuesti¨®n territorial y a la fragmentaci¨®n del sistema de partidos.
El ascenso de Podemos en la periferia ha debilitado al PSOE como marca electoral autonomista con capacidad de atraer en las elecciones generales a votantes nacionalistas. En este contexto, el riesgo para los socialistas es que una insuficiente sensibilidad territorial les inhabilite para competir con Podemos en las provincias donde la izquierda se ha vuelto m¨¢s autonomista y, en consecuencia, que sus apoyos electorales queden confinados esencialmente a las provincias del sur y del este. Los cambios en la ejecutiva del partido que se produzcan durante los pr¨®ximos meses ser¨¢n cruciales para determinar en qu¨¦ direcci¨®n van a resolver el dilema territorial y, en concreto, si acaba imponi¨¦ndose la visi¨®n de la federaci¨®n andaluza.
En definitiva, Podemos y PSOE se enfrentan al reto de articular en un mismo discurso la diversidad de preferencias territoriales de los votantes de izquierda. Parten de visiones distintas, por lo que si quieren evitar que la concentraci¨®n territorial de sus apoyos les impida crecer electoralmente, la posici¨®n de uno deber¨ªa converger algo m¨¢s hacia la del otro. El que sea capaz de hacerlo primero minimizando los costes ganar¨¢ cierta ventaja. Los l¨ªderes de estos partidos tambi¨¦n podr¨ªan optar por evitar dicho reto enterrando el tema territorial bajo la alfombra ideol¨®gica izquierda-derecha. Sin embargo, dado el contexto actual y las reformas pendientes, no parece que esto vaya a ser posible.
Sandra Le¨®n es profesora en la Universidad de York y colaboradora de la Fundaci¨®n Alternativas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.