El agonismo de los barones del PSOE
Disputar votos catalan¨®fobos al PP no sirve para ganar elecciones generales ni tampoco auton¨®micas
En la era Zapatero los llamados barones del PSOE plantearon un dilema que situaba al PSC en el epicentro del escenario. Si el PSC gobernaba en Catalu?a era casi imposible que el PSOE volviera al gobierno central; si, en cambio, el PSC renunciaba al gobierno catal¨¢n el PSOE ten¨ªa opciones de acceder al gobierno central en el futuro. Este dilema se basaba en la certeza sociol¨®gica y aritm¨¦tica de que la ¨²nica manera en la que el PSC pod¨ªa entrar en el gobierno era pactando con alg¨²n partido nacionalista. El razonamiento funcionaba as¨ª: coaligarse con partidos nacionalistas resta votos en el resto de Espa?a y eso lo aprovecha el PP; conclusi¨®n: entrar en el gobierno catal¨¢n condena al PSOE a la oposici¨®n.
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Empantanado en la trampa del acuoso ¡°dret a decidir¡±, el PSC abraz¨®, hasta quedar como un partido secundario en Catalu?a, el segundo cuerno del dilema. ?Est¨¢ el PSOE ahora m¨¢s cerca del gobierno central? La respuesta, vistas las tres ¨²ltimas elecciones generales, es negativa. Entendido de este modo el dilema parec¨ªa un falso dilema, lo que no significa, claro est¨¢, que entonces ya resulte indiferente que el PSC entre en el gobierno.
Pero hay una manera distinta de formular el dilema, una manera que quiz¨¢s capture aquello que, a pesar de las apariencias, preocupaba realmente a los barones del PSOE. Si el PSC gobernaba en Catalu?a era casi imposible mantener los feudos socialistas en Extremadura, Castilla la Mancha o Andaluc¨ªa; si, en cambio, el PSC renunciaba al gobierno catal¨¢n, es decir, si renunciaba a pactar con los nacionalistas catalanes, era m¨¢s f¨¢cil retener esos feudos. Si esta fuera la formulaci¨®n correcta del dilema no ser¨ªa inexacto afirmar que los barones del PSOE ten¨ªan como prioridad la defensa de sus propios intereses feudales por encima de los intereses a nivel estatal. Parad¨®jicamente, este orden de prioridades constitu¨ªa la raz¨®n que motivaba su j'accuse contra el PSC.
No hay ninguna raz¨®n para pensar que mantener los feudos socialistas y gobernar Espa?a sean opciones necesariamente excluyentes
Pero, dejando a un lado este torpe movimiento, pensar que debido a esa estrategia el PSOE gobierna en esos feudos no s¨®lo es simplista sino intuitivamente falso. Si el PSOE ha conseguido mantener Andaluc¨ªa o recuperar Extremadura o Castilla la Mancha no parece que entre las razones que lo expliquen se cuente la oposici¨®n del PSC en el Parlament.
Por todo ello es dif¨ªcil entender la ret¨®rica de los barones en referencia a la llamada cuesti¨®n catalana. Sus ambiguas declaraciones navegan entre la denuncia de los nacionalismos y un discurso catalan¨®fobo. Lo primero es coherente con el ideario izquierdista, pero la posibilidad de que las declaraciones sobre los asuntos catalanes sean interpretadas no como un ataque a los nacionalistas sino como un ataque a los catalanes, deber¨ªa ser erradicada, porque aunque no es cierto, como pretend¨ªa Pujol en sus tiempos, que todo ataque contra los nacionalistas sea un ataque contra los catalanes, s¨ª que es cierto que algunos ataques contra dirigentes catalanes impl¨ªcitamente sugieren cosas, y ninguna de ellas loable, acerca de todos los catalanes (por cierto, este tipo de recurso ret¨®rico es uno de los argumentos hispan¨®fobos preferidos por parte de algunos independentistas). Todo esto no es obvio, pero precisamente en eso consiste la ambig¨¹edad de sus declaraciones.
A veces esa ambig¨¹edad parece obedecer a un c¨¢lculo electoral destinado a disputar al PP unas bolsas de votantes de inspiraci¨®n catalan¨®foba. Pero es m¨¢s bien improbable que esa ambig¨¹edad anti-catalana, cuando es azuzada de forma m¨¢s o menos sutil desde las propias filas socialistas, contribuya a que el PSOE gane unas elecciones generales en que, aunque algunos a veces no parezcan creerlo, tambi¨¦n los catalanes votan y oyen lo que de ellos se dice. El PP puede gobernar Espa?a siendo un partido residual en Catalu?a. El PSOE, simplemente, no. Disputar votos catalan¨®fobos al PP no sirve para ganar elecciones generales ni tampoco auton¨®micas. Insistir peri¨®dicamente en esas ambig¨¹edades es irracional.
Si uno deseara proseguir con el enfoque agonista que parece presidir las encrucijadas internas de los socialistas, podr¨ªa llegar a decir que el PSOE debe decidir si quiere ser un partido orientado a mantener los feudos socialistas o si en cambio quiere ser un partido que gobierne Espa?a. Sin embargo, no hay ninguna raz¨®n para pensar que esos dos caminos sean necesariamente excluyentes, a pesar de que ahora parezcan estar disociados. Una buena manera de empezar a acercarlos podr¨ªa consistir en abandonar aquellas estrategias que no aportan nada positivo, ni en el nivel estatal ni en el auton¨®mico.
Pau Luque es investigador en el Instituto de Investigaciones Filos¨®ficas de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico
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