Guerras culturales
Lo que ahora gobierna el discurso p¨²blico es la lucha identitaria
Trump ha conseguido algo asombroso: desplazar el conflicto social surgido con la crisis y colar en el debate p¨²blico las pol¨ªticas de la identidad. Ha logrado transformar la fractura econ¨®mica en una factura cultural facilitando as¨ª que la identidad oculte los desgarros producidos por la nueva desigualdad. Lo que ahora gobierna el discurso p¨²blico es la lucha identitaria para recuperar lo aut¨¦ntico del pueblo estadounidense, aquello que define el esp¨ªritu patri¨®tico, su cultura, su naci¨®n. La mirada pol¨ªtica no se orienta hacia el futuro sino hacia aquello que supuestamente se ha perdido con el sometimiento de los pueblos a los procesos de la globalizaci¨®n. El fin; que todo se envuelva bajo un aire de decadencia y peligro.
Trump ha coronado a Huntington, el famoso polit¨®logo que escandaliz¨® a medio mundo con su tesis sobre el choque civilizatorio, la ¨²ltima de las luchas tribales. Como aquel suger¨ªa, habr¨ªa que aumentar la homogeneidad en Occidente reforzando nuestros v¨ªnculos culturales y religiosos. Fuera el pluralismo liberal. La diferencia con Trump es que ya no escandaliza. Ha roto la barrera de lo pol¨ªticamente correcto, quiz¨¢s porque coincide con lo que mucha gente piensa y no se atreve a decir. Por eso juega bien otra baza: la de la autenticidad. Adem¨¢s del fanatismo patri¨®tico, la ferocidad identitaria llama a horadar en lo aut¨¦ntico que hay en nosotros, nuestras ra¨ªces, nuestras esencias humilladas, malheridas, ofendidas por otras identidades. Se aspira a encontrar ese aut¨¦ntico ser para congelarlo, objetivarlo, y confrontarlo en un discurso que ama las dicotom¨ªas simplistas y simplificadoras: ¡°Clinton es el diablo¡±, sosten¨ªa hace pocos d¨ªas el magnate. Malos y buenos, fuera el mestizaje; culturalistas, nacionalistas e identitarios demandan el refugio sectario.
Lo preocupante es que la campa?a estadounidense refleja en buena medida la situaci¨®n general que vivimos en Europa. Las pol¨ªticas de la identidad son las que llegan con fuerza a los estratos blancos socialmente m¨¢s desfavorecidos y menos instruidos. Los mismos que votaron Brexit. Tambi¨¦n en Europa las guerras culturales funcionan como ideolog¨ªa presta a encubrir la gran contradicci¨®n econ¨®mica de los ¨²ltimos a?os; es el nuevo opio del pueblo. @MariamMartinezB
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