El primer 'hacker' de un iPhone ahora quiere que tu coche conduzca solo

Hay una cosa que tienen en com¨²n Apple, Google y Tesla, y no es que sus oficinas est¨¦n en Silicon Valley. Las tres est¨¢n obsesionadas con que dejemos de conducir, y que ese trabajo acabe relegado a los coches. A d¨ªa de hoy, Tesla es la ¨²nica que ha conseguido ofrecer una funci¨®n de autopilotaje pero, si no tienes 70.000 d¨®lares para comprarte su model S, existe una startup que puede tener la soluci¨®n: Comma.ai.

Formada por un par de ingenieros y guiada por un genio de 26 a?os, pretende plantar cara a los gigantes de la automoci¨®n y la tecnolog¨ªa. ?C¨®mo? Con un simple kit que promete ser "tan f¨¢cil de montar como un mueble de Ikea, si eso te parece f¨¢cil" y que har¨¢ que tu coche conduzca solo. Tienen intenci¨®n de comercializarlo a finales de 2016 por debajo de los 1.000 d¨®lares. Pero, aunque parezca toda una revoluci¨®n, no es la primera vez que su CEO agita el statu quo imperante.

El 29 de Junio de 2007, Steve Jobs presentaba al mundo una peque?a pieza de ingenier¨ªa que revolucionar¨ªa la tecnolog¨ªa. Tan solo dos meses despu¨¦s, un joven de 17 a?os consigui¨® piratear la joya del cesto de manzanas de Cupertino. Geohot, tal y como era conocido en el mundo online, fue la primera persona capaz de hackear un iPhone. Dos a?os m¨¢s tarde, se salt¨® los m¨¢s extremos sistemas de seguridad para crackear la Playstation 3. Sony le llev¨® a juicio, pero su fama hizo que otras muchas empresas le ofrecieran trabajo. Entonces empez¨® su andadura como n¨®mada de Silicon Valley. Trabaj¨® en Google y se aburri¨®. Trabaj¨® en SpaceX y Facebook y se volvi¨® aburrir. Nada parec¨ªa lo suficientemente interesante, as¨ª que se puso a estudiar inteligencia artificial.

Han pasado casi diez a?os y Geohot es ahora George Hotz. Ya no es un hacker rebelde, sino el CEO de una empresa en la que se han invertido 3,1 millones de d¨®lares. Aun as¨ª, nos recibe en vaqueros y camiseta negra en el Yerba Buena Center de San Francisco, donde ha participado en las Bloomberg Businessweek Design Conferences 2016.

La suya, como muchas historias de Silicon Valley, tambi¨¦n empieza en un garaje. Pero en el suyo duerme su Honda Acura IXL, que lleva a?o y medio hackeando. Es el primer coche al que Hotz ha ense?ado a conducir, porque as¨ª funcionan sus algoritmos: aprenden viendo. Cuanto m¨¢s observen, mejor lo har¨¢n. De hecho, Hotz pens¨® en ser conductor de Uber para que su invento cogiese tablas. "Luego descubr¨ª que ten¨ªan que inspeccionar mi coche, as¨ª que dijimos que mejor no", se r¨ªe. En su lugar, han decidido crear la app Chffr para externalizar la ense?anza de su inteligencia artificial. Los usuarios grabar¨¢n sus trayectos, que se subir¨¢n an¨®nimamente al big data de la empresa. "As¨ª, el mundo ense?ar¨¢ a nuestros coches a conducir", asegura sonriente.

A cuatro meses de su lanzamiento, Hotz no sabe todav¨ªa c¨®mo ser¨¢ f¨ªsicamente su creaci¨®n. Solo asegura que "presionar¨¢s un bot¨®n y tu coche funcionar¨¢ en modo piloto autom¨¢tico". Suena arriesgado, casi ut¨®pico, pero ¨¦l est¨¢ decidido a conducirnos a todos hacia la inteligencia artificial.