Cinco donantes occidentales deciden el futuro de la agricultura africana
Un nuevo informe de The Oakland Institute, titulado The Unholy Alliance, Five Western Donors Shape a Pro-Corporate Agenda for African Agriculture, expone que una coalici¨®n de cuatro pa¨ªses: Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca y Holanda, y la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates, est¨¢ preparando el terreno para convertir en buen negocio el sector agr¨ªcola de los pa¨ªses en desarrollo, principalmente los africanos.
Esta alianza es el principal financiador de proyecto Facilitando los negocios en la agricultura (EBA, por sus siglas en ingl¨¦s), ejecutado por el Banco Mundial. El objetivo del EBA es ayudar a instalar las pol¨ªticas que faciliten que se puedan hacer negocios con la agricultura y aumentar el atractivo de la inversi¨®n en este sector y la competitividad entre los pa¨ªses. Para lograrlo, el EBA identifica varias ¨¢reas de especial inter¨¦s, entre las que destacan las semillas, los fertilizantes, los mercados, el transporte, la maquinaria y las finanzas, que tienen que ser analizadas para determinar si las leyes de un pa¨ªs permiten hacer negocios con la agricultura o no. Este proyecto es un ejemplo m¨¢s de la tendencia creciente que marca los actuales programas de ayuda al desarrollo de los donantes internacionales, los cuales se han convertido en un instrumento muy poderoso a la hora de promover una visi¨®n a favor del sector privado y de la privatizaci¨®n de servicios b¨¢sicos y sectores claves, como pueden ser la educaci¨®n, la sanidad o, como en este caso, la agricultura.
?frica es el lugar elegido para aplicar la NAFSN, y los donantes occidentales no han perdido el tiempo. En el continente est¨¢n proliferando decenas de iniciativas bilaterales y multilaterales orientadas a apoyar la expansi¨®n de los agronegocios y el mayor uso de insumos industriales (fertilizantes sint¨¦ticos, pesticidas, semillas h¨ªbridas y gen¨¦ticamente modificadas¡). Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca y Holanda, est¨¢n proporcionando financiaci¨®n directa a trav¨¦s de donaciones, pr¨¦stamos y seguros agr¨ªcolas a esta iniciativa. Muchas veces los destinatarios de esta ayuda son empresas nacionales de los estados donantes con lo que se conjugan ayuda al desarrollo e intereses comerciales.
Al mismo tiempo, se est¨¢n financiando entidades como la Alianza para una Revoluci¨®n Verde en ?frica (AGRA) muy activo en la formaci¨®n, investigaci¨®n y promoci¨®n en torno al uso de semillas h¨ªbridas y fertilizantes qu¨ªmicos. AGRA tambi¨¦n es un veh¨ªculo utilizado para gestionar iniciativas llevadas adelante por m¨²ltiples donantes como el Africa Enterprise Challenge Fund (AECF) que est¨¢ invirtiendo en proyectos agr¨ªcolas a gran escala y en la producci¨®n industrial de productos agr¨ªcolas.
Con la creaci¨®n de la NAFSN, en la que encaja el EBA como uno de sus principales instrumentos, los cuatro pa¨ªses antes mencionados est¨¢n cada vez m¨¢s condicionando su ayuda a las reformas pol¨ªticas y medidas que faciliten el traspaso del sector agr¨ªcola de los pa¨ªses africanos a las grandes corporaciones, en detrimento de los peque?os agricultores.
Los cinco donantes del EBA estar¨ªan encabezando, siempre seg¨²n el informe del Oakland Institute, una campa?a muy agresiva destinada a empujar la expansi¨®n de la actividad agroindustrial en ?frica a trav¨¦s de la usurpaci¨®n de tierras para destinarlas a la agricultura comercial, la apertura de mercados de productos industriales agr¨ªcolas, la privatizaci¨®n de los sistemas de semillas, y las reformas del comercio agr¨ªcola y las leyes fiscales para impulsar las ganancias de las multinacionales.
Estos cinco donantes creen que una transformaci¨®n de la agricultura basada en el comercio mundial y que la agroindustria incrementar¨¢ el crecimiento econ¨®mico y proporcionar¨¢ mejores ingresos a los campesinos. Toda la ayuda ofrecida por ellos est¨¢ destinada a programas que favorezcan la entrada de las grandes multinacionales agroindustriales en los pa¨ªses africanos.
Pero el impacto de este tipo de transformaci¨®n tiende a ser devastador para la mayor¨ªa de los agricultores africanos. El aumento de la presi¨®n sobre la tierra y los recursos naturales, la dependencia de los insumos agr¨ªcolas caros y contaminantes, la mayor vulnerabilidad al cambio clim¨¢tico, la penalizaci¨®n de las pr¨¢cticas de ahorro y de intercambio de semillas, y debilitamiento de la capacidad de los gobiernos para poder apoyar la agricultura nacional, son algunos de los resultados de las pol¨ªticas impulsadas por la Alianza de estos cinco donantes que han sido investigados por el informe de Oakland Institute.
El EBA se ha convertido en una palabra de moda para las agencias de desarrollo, pero es vital entender lo que conlleva¡±, dice Anuradha Mittal, director ejecutivo del Instituto. ¡°Nuestra investigaci¨®n muestra que con el fin de fomentar las inversiones privadas, los gobiernos africanos se ven obligados a abrir su sector agr¨ªcola a las semillas, plaguicidas y fertilizantes de las grandes corporaciones, liberar tierras para la agricultura comercial, y reducir los impuestos y las tarifas de los negocios agr¨ªcolas. En definitiva, facilitar la destrucci¨®n de la agricultura familiar y los recursos naturales en aras de las ganancias de las grandes corporaciones".
Ver informe completo aqu¨ª The Unholy Alliance
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