Sanidad bajo m¨ªnimos en Camer¨²n
Autora invitada: Aurora M. Alcojor (*)
La muerte la pasada primavera de una mujer embarazada de gemelos a las puertas del hospital la Quintinie, en Douala, provoc¨® la indignaci¨®n y la reacci¨®n airada de los cameruneses. No era ni mucho menos la primera vez que un hospital p¨²blico no atend¨ªa correctamente a un paciente, pero en esa ocasi¨®n la escena, captada por docenas de tel¨¦fonos m¨®viles, se hizo r¨¢pidamente viral. La tremenda imagen del cad¨¢ver de la madre y de los peque?os cuerpos de los dos beb¨¦s, muertos en el suelo por falta de atenci¨®n m¨¦dica, corri¨® como la p¨®lvora en las redes sociales. A media ma?ana todo el mundo empez¨® a hablar de ello, a la noche era apertura de los telediarios.
Un caso concreto, s¨ª, pero del que existen precedentes, y que sirve como bot¨®n de muestra del estado de la sanidad p¨²blica en Camer¨²n, un pa¨ªs que se enfrenta a un enorme d¨¦ficit sanitario.
Entre otros problemas, los diarios apuntan a la falta de presupuesto, del mal pago a los profesionales de la salud y las consiguientes huelgas de m¨¦dicos y enfermeras; el aumento de los robos de beb¨¦s, y los incendios que se han producido en m¨¢s de una ocasi¨®n provocando la p¨¦rdida de documentos importantes. Por no hablar de la falta de atenci¨®n de la que se quejan los pacientes y las cr¨ªticas contra la ministra de salud, Andr¨¦ Mama Fouda, que se ha visto envuelta tambi¨¦n en la pol¨¦mica por los test contra el ¨¦bola y la reaparici¨®n de enfermedades que se cre¨ªan desaparecidas. "El sistema de sanidad p¨²blica necesita una restructuraci¨®n profunda", escrib¨ªa el periodista Jean Robert Fouda en el semanario Rep¨¨res.
Te¨®ricamente, existe una red de sanidad p¨²blica, pero la realidad es que los servicios de atenci¨®n primaria y especializada son pr¨¢cticamente inexistentes. En esta situaci¨®n, proliferan los peque?os centros privados, en los que el paciente ha de pagar por cada una de las pruebas prescritas por el m¨¦dico y en los que la regulaci¨®n es bastante deficiente. As¨ª, existen cl¨ªnicas de alto nivel en las que la consulta puede llegar a costar unos 10.000 francos CFA (15 euros), y otras en las que es posible ser atendido por tan solo 200 (menos de medio euro). Una cantidad irrisoria por la que es dif¨ªcil conseguir un diagn¨®stico acertado.
En esta situaci¨®n, lo habitual es ir al m¨¦dico s¨®lo cuando ¡°algo va mal¡± y no existe apenas medicina preventiva. As¨ª sucede, por ejemplo, en el caso de los embarazos, tal y como pas¨® en el caso que desat¨® la pol¨¦mica: la mujer s¨®lo fue al hospital despu¨¦s de que el parto, que comenz¨® en casa, se torciera.
Un centro de salud con sabor espa?ol en Simbock, Yaound¨¦.
Para paliar esta situaci¨®n, algunas organizaciones intentan ofrecer servicios de calidad a precios razonables, a menudo gracias al apoyo recibido desde fuera, a trav¨¦s de organismos de cooperaci¨®n. Es el caso del centro de salud ¡®Nuestra se?ora del Rosario, situado en el barrio de Simbock, a las afueras de Yaound¨¦. Una zona en la que hace unos a?os no hab¨ªa m¨¢s que campo pero que r¨¢pidamente fue engullida por la ciudad y el crecimiento urbano de los ¨²ltimos tiempos. All¨ª fund¨® la enfermera y religiosa camerunesa Marie Claire Silatchom un peque?o centro de salud, tras constatar que era una de las principales necesidades de las mujeres de la zona. ¡°Hace casi ocho a?os de aquello y aqu¨ª no hab¨ªa nada. La mayor¨ªa de los problemas eran mordeduras de serpientes, y las dificultades para dar a luz¡±, explica Marie Claire con un perfecto castellano, aprendido durante sus estancias en Espa?a, pues su congregaci¨®n, Misioneras Dominicas del Rosario, tiene su sede aqu¨ª.
La historia comenz¨® como una peque?a consulta m¨¦dica y menos de una d¨¦cada despu¨¦s ya han realizado su primera ces¨¢rea: fue el pasado mes de marzo y todo sali¨® a la perfecci¨®n. Marie Claire estaba plet¨®rica despu¨¦s de horas ayudando a los doctores, pero tambi¨¦n consciente de que todav¨ªa quedan muchas cosas que mejorar. ¡°Es incre¨ªble lo caros que pueden llegar a ser cada uno de estos peque?os aparatos que hacen falta en quir¨®fano¡±. A las necesidades econ¨®micas se une tambi¨¦n las deficiencias de suministros: el barrio no tiene agua corriente canalizada, por lo que hay que bombearlo; y la luz se corta peri¨®dicamente, as¨ª que hace falta un generador potente.
Enfermera y gestora a la vez, Silatchom se ocupa lo mismo de pasar consulta que de lidiar con los proveedores, gestionar el pago de impuestos o atender al abuelo que decidi¨® tomarse solo la mitad de los medicamentos recetados. ¡°Estas cosas pasan: a veces no se enteran bien, desconf¨ªan de lo que les mandamos o no tienen dinero para comprar todo lo que necesitan¡±. Porque para mantener la cl¨ªnica, los pacientes tienen que pagar sus consultas, an¨¢lisis y medicamentos. Aunque en ocasiones, Marie Claire y su equipo hacen excepciones. ¡°Qu¨¦ vamos a hacer. No vamos a dejar a una madre o un beb¨¦ sin atender, ?no?. Aqu¨ª nos conocemos todos y sabemos qui¨¦n no puede pagar¡±, explica la enfermera-directora.
En el centro trabajan hoy 28 personas, entre t¨¦cnicos de laboratorio, enfermeros, m¨¦dicos y responsables de farmacia. Todo personal camerun¨¦s, y un n¨²mero que esperan poder ampliar pr¨®ximamente, ahora que han abierto m¨®dulos espec¨ªficos para la maternidad -lo que permitir¨¢ mantener a los reci¨¦n nacidos y sus madres alejados de los enfermos- y un bloque habilitado para operaciones. Adem¨¢s, reciben con los brazos abiertos a profesionales de la salud que deseen hacer un voluntariado. ¡°Tener m¨¢s manos siempre nos viene bien¡±, nos cuenta Marie Claire, quien ya ha recibido varias ¡®expediciones m¨¦dicas¡¯ de personal especializado. Esto les ha permitido organizar, por ejemplo, operaciones m¨²ltiples de vista y otras peque?as intervenciones para la gente del barrio.
(*) Aurora M. Alcojor es periodista y autora del blog Por fin en ?frica.
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