Candidato Otegi
Ser¨ªa un error convertir una cuesti¨®n jur¨ªdica en discusi¨®n entre partidos democr¨¢ticos
La izquierda abertzale daba por supuesto que la presencia en la campa?a para las elecciones del 26-J de su l¨ªder Otegi, salido de prisi¨®n en marzo tras seis a?os y medio de reclusi¨®n, reforzar¨ªa sus expectativas electorales. No ocurri¨®, pero la apuesta fue trasladada a las auton¨®micas de septiembre, en las que comparecer¨ªa como candidato a lehendakari. Para ello tendr¨ªa que superar la segura impugnaci¨®n por la Fiscal¨ªa de su candidatura en aplicaci¨®n de la pena accesoria de inhabilitaci¨®n para cargo p¨²blico y ejercicio del sufragio pasivo que inclu¨ªa la condena.
Los abogados de Otegi sostienen que esa inhabilitaci¨®n no puede aplicarse porque la sentencia no precisaba para qu¨¦ cargos quedar¨ªa inhabilitado, y existe un antecedente en que esa laguna permiti¨® a un expreso de ETA inhabilitado ser candidato y ocupar su esca?o en Vitoria. El asunto ha sido convertido en bandera electoral por EH Bildu, que lo presenta como un ataque a su libertad para elegir su candidato a lehendakari. Pero tambi¨¦n por algunos partidos que consideran que ver a Otegi de candidato ser¨ªa¡°una burla a las v¨ªctimas¡±.
El tema tiene gancho para el electorado abertzale (tentado de irse con Podemos) porque en el inicio del caso est¨¢ una condena en 2011 a diez a?os, luego rebajada a seis y medio, con un fundamento que el tiempo ha desmentido. Se acusaba a Otegi y los dem¨¢s procesados del caso Bateragune de pretender reconstruir la ilegalizada Batasuna siguiendo las ¨®rdenes de ETA. Pero hoy se sabe que ese intento implicaba la exigencia de poner fin a la violencia, cosa que efectivamente ocurri¨®, lo que deja sin sentido la acusaci¨®n inicial.
Es eso lo que refuerza la posici¨®n de Otegi cuando alardea de que ni los ¡°tribunales, ni el Estado, la Guardia Civil y el Ejercito¡± impedir¨¢n su candidatura. Pero ser¨ªa un error convertir una cuesti¨®n eminentemente jur¨ªdica, que corresponde dilucidar a los jueces, en motivo de enfrentamiento entre partidos democr¨¢ticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.