A mis compatriotas socialistas
Los miembros del PSOE deben pensar m¨¢s en su pa¨ªs que en qui¨¦n lidera su partido. Pedro S¨¢nchez fue valiente al dar el paso para la investidura tras el 20D, y ahora puede asumir el sentido de Estado que est¨¢ mostrando Ciudadanos
Espa?a vive un momento crucial y a su vez delicado en su historia, el m¨¢s importante en democracia desde la Transici¨®n. Nos toca a todos los espa?oles, y en particular a los l¨ªderes pol¨ªticos, demostrar si aquella intensa y exitosa etapa, germen de nuestra democracia moderna, fue simplemente un oasis de coraje, sentido de Estado y capacidad de ceder y acordar, o si realmente abrimos por entonces una s¨®lida etapa de grandes consensos, de estabilidad y de progreso que hoy perdura.
Desde aquellos a?os en los que se elabor¨® una Constituci¨®n para todos, o se sellaron los Pactos de la Moncloa; desde los a?os de modernizaci¨®n de Espa?a en los primeros gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez; desde la lucha por los valores constitucionales y contra el terrorismo de los constitucionalistas vascos, liderada por Nicol¨¢s Redondo y Mayor Oreja; desde entonces, los socialistas espa?oles, en el Gobierno o en la oposici¨®n, con m¨¢s o menos esca?os, con errores y aciertos, siempre han sido coprotagonistas de los momentos importantes de la democracia espa?ola.
Despu¨¦s de las elecciones del 20D, el mapa pol¨ªtico espa?ol cambi¨® como nunca lo hab¨ªa hecho en 30 a?os. Los espa?oles dieron la victoria al Partido Popular, pero con 63 esca?os menos que en 2011, y al PSOE le otorgaron 20 esca?os menos que en la anterior cita electoral. Los espa?oles obligaban as¨ª a los viejos partidos a dejar de darse la espalda para tener que darse la mano y abrir un espacio m¨ªnimo de di¨¢logo. Pero ni socialistas ni conservadores parecen haber entendido ese mensaje, y hasta la fecha se han negado a ponerse de acuerdo entre ellos.
Aunque Rajoy no sea el adecuado para liderar la nueva etapa, el pa¨ªs debe ponerse en marcha
La negativa de Rajoy al Rey para ir a la investidura provoc¨® una crisis institucional sin precedentes, al no existir ning¨²n mecanismo constitucional previsto frente a la par¨¢lisis que provocaba una decisi¨®n t¨¢ctica y poco responsable del l¨ªder conservador. Fue entonces el PSOE y Pedro S¨¢nchez quienes dieran un paso al frente para evitar el bloqueo intentando la investidura. Y fue Ciudadanos quien, en un ejercicio de responsabilidad, negoci¨® con el candidato propuesto por el Rey un acuerdo con m¨¢s de doscientas reformas necesarias para los espa?oles.
Quienes hoy intentan buscar apoyos y pedir que no se bloquee la investidura de su candidato, Mariano Rajoy, son los mismos que hace unos meses en vez de poner en valor aquel intento de desbloqueo, se dedicaron a descalificar un acuerdo que no hab¨ªan le¨ªdo hasta hoy. Quienes en vez de analizar qu¨¦ reformas se pod¨ªan llevar a cabo en aquel posible gobierno constitucionalista, reformista y de progreso, prefirieron criticar que dos partidos constitucionalistas intentaran un acuerdo desde la centralidad pol¨ªtica espa?ola. Lejos de renegar de aquel trabajo de negociaci¨®n de los equipos de Ciudadanos y PSOE, estoy satisfecho de haber alcanzado un acuerdo con 200 reformas. Un acuerdo que es, sin duda, una buena base para cualquier negociaci¨®n futura entre partidos constitucionalistas. Y quiero reconocer que aquella decisi¨®n de S¨¢nchez de decirle s¨ª al Rey e intentar articular un gobierno frente a la pinza de bloqueo de Iglesias y Rajoy fue necesaria y valiente. El secretario general del PSOE agradeci¨® en p¨²blico el sentido de Estado de Ciudadanos, y yo quiero hacerlo tambi¨¦n hoy con ellos.
Ahora bien, despu¨¦s de la nueva convocatoria electoral, la voluntad de los espa?oles manifestada en las urnas obliga al PSOE a tomar una decisi¨®n importante para el PSOE, pero sobre todo importante para Espa?a. Urge un Gobierno, urgen reformas, urge acci¨®n. Ante semejante escenario, el PSOE puede o bien mantenerse al margen de cualquier negociaci¨®n pol¨ªtica, o bien permitir con su abstenci¨®n arrancar la legislatura. De este modo podr¨ªa exigir a un gobierno en minor¨ªa del PP, como har¨ªa Ciudadanos, las reformas, la regeneraci¨®n y el control a la corrupci¨®n que nunca ha querido hacer el partido de Rajoy.
El PSOE puede estar al margen o abstenerse, y as¨ª exigir a un Gobierno las reformas necesarias
A diferencia de muchos otros pol¨ªticos, e incluso muchos de sus propios l¨ªderes hist¨®ricos, yo no le voy a pedir en estas l¨ªneas a la direcci¨®n actual del PSOE que se abstenga o vote a favor en la investidura de Mariano Rajoy, ya que es un partido aut¨®nomo, con miles de militantes, y con m¨¢s historia que ninguna otra formaci¨®n pol¨ªtica espa?ola. Son ellos los que deben tomar sus propias decisiones. De hecho, puedo entender ¡ªaunque no compartir¡ª su posici¨®n inmovilista actual. Para Ciudadanos, pensando solo en nuestro inter¨¦s partidista y vista la pasividad y falta de determinaci¨®n de Rajoy, lo m¨¢s c¨®modo ser¨ªa usar nuestros 32 esca?os para votar no al actual presidente en funciones, aunque quedara bloqueada Espa?a. Sin embargo, preferimos utilizarlos para desbloquear Espa?a, exigiendo reformas y regeneraci¨®n.
Pero al menos s¨ª me gustar¨ªa que mis compatriotas socialistas, con quienes comparto un proyecto com¨²n diverso y unido, Espa?a, con los que comparto preocupaci¨®n por el desaf¨ªo a la convivencia en Catalu?a, mi tierra, con los que he compartido manifestaciones de condena y lucha contra el terrorismo o con quienes comparto un proyecto federal para Europa, entre otras cosas, reflexionaran sobre el papel que quieren jugar en estos momentos decisivos para Espa?a. Me gustar¨ªa que se sumaran a nuestro sentido de Estado. En pol¨ªtica, como en otras facetas de la vida, muchas veces nos toca escoger entre la soluci¨®n mala y la menos mala. Los espa?oles no han querido que el cambio llegue al Gobierno de Espa?a a¨²n, pero ha llegado al Congreso, y desde una oposici¨®n responsable y no populista, tanto el PSOE como Ciudadanos podemos desempe?ar un papel clave para la estabilidad y el progreso de Espa?a.
En Ciudadanos hemos decidido que aunque no nos gusta el actual Gobierno ni creemos que Mariano Rajoy sea la persona adecuada para liderar una nueva etapa, es imprescindible que la legislatura y el pa¨ªs se pongan en marcha, atendiendo al resultado electoral del 26J. Ya han pasado casi 300 d¨ªas desde que se convocaron las elecciones del 20D. No es momento de desentenderse de Espa?a, es momento de preocuparse y ocuparse m¨¢s que nunca, para enderezar el rumbo perdido en la ¨²ltima d¨¦cada, y conseguir que los ciudadanos piensen de nuevo que la pol¨ªtica y los pol¨ªticos no somos el problema, sino parte de la soluci¨®n.
Un ilustre socialista me dijo un d¨ªa una frase que comparto plenamente: la mejor manera de mantener el liderazgo al frente de un partido pol¨ªtico es tener liderazgo y proyecto para tu pa¨ªs. Espero y deseo que los actuales dirigentes socialistas piensen m¨¢s en nuestro pa¨ªs y en nuestros compatriotas y menos en qui¨¦n liderar¨¢ su partido en un futuro. Les deseo suerte y acierto en su decisi¨®n por el bien de Espa?a.
Albert Rivera es presidente de Ciudadanos.
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