La deuda que no cesa
Una de las secuelas m¨¢s pesadas y duraderas que nos deja la gesti¨®n de la crisis es el gasto en intereses
Editoriales anteriores
La deuda p¨²blica espa?ola volvi¨® a crecer el mes pasado en m¨¢s de 18.500 millones de euros, superando ya claramente el valor del PIB, algo que no ocurr¨ªa desde hace m¨¢s de un siglo. La aplicaci¨®n de pol¨ªticas presupuestarias que contribuyeron a pronunciar la recesi¨®n en toda la eurozona deprimi¨® los ingresos p¨²blicos y elev¨® las necesidades de endeudamiento. Hoy ese stock de deuda p¨²blica casi triplica el existente a finales de 2007, del 35,5% del PIB.
Lo peor de la situaci¨®n creada tendr¨¢ lugar cuando el BCE reduzca la protecci¨®n excepcional que hoy ejerce sobre el coste del endeudamiento p¨²blico. Desde julio de 2012, la ¨²nica instituci¨®n europea que trata de evitar males peores, adem¨¢s de mantener los tipos de inter¨¦s a corto plazo hist¨®ricamente bajos, compra deuda de los Gobiernos en cantidades significativas. Con ello garantiza precios elevados de los bonos, tipos de inter¨¦s excepcionalmente bajos. Los que emite el Tesoro espa?ol con vencimiento a 10 a?os apenas devengan hoy el 1% de inter¨¦s. Ese bajo coste, como la reducci¨®n de la prima de riesgo frente a la deuda alemana, no es la consecuencia de la acci¨®n o la inacci¨®n del Gobierno espa?ol, sino de esa suerte de seguro que es hoy la pertenencia a la moneda ¨²nica.
A pesar de esa protecci¨®n, una parte considerable del gasto se destina a pagar intereses de la deuda. Esa es una de las m¨¢s pesadas y duraderas secuelas que la gesti¨®n de la crisis nos deja. En lugar de asignar recursos p¨²blicos a destinos m¨¢s productivos como educaci¨®n, investigaci¨®n o sanidad, durante generaciones deberemos condicionar esas asignaciones propiciadoras del crecimiento y del bienestar a la deuda, aunque el d¨¦ficit se redujera de forma significativa en los pr¨®ximos a?os.
No es un problema exclusivo de Espa?a. Por eso, que en el seno de la eurozona se arbitren mecanismos suavizadores de ese servicio de la deuda deber¨ªa formar parte de las prioridades del nuevo Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.