¡®Fiebre del s¨¢bado noche¡¯| Term¨®metros ¡®on fire¡¯
La ni?a se nos ha puesto ¡°enfermita¡±,con lo que nuestros a?os de ver 'House', nos llevaron a decir: ¡°esto ser¨¢ fiebre¡±
Las abuelas en el bus lo vaticinaban hace semanas cual brujas de Macbeth: ¡°subes sudado de la calle, te da un corriente de aire fr¨ªo y acabas enfermo¡±. Ese es su mantra, que repiten en voz alta en cada viaje por si a alguien no se le hab¨ªa ocurrido.
Y claro, al final la ni?a se nos ha puesto ¡°enfermita¡±, porque con esos ojillos tristones todo viene con diminutivos.
Se despert¨® llorando y con todo el cuerpo caliente, con lo que nuestros a?os de ver House y Urgencias nos llevaron a decir: ¡°esto ser¨¢ fiebre¡±.
Y el term¨®metro lo confirm¨®. (Por cierto, igual que las velas en caso de apag¨®n, es bueno saber d¨®nde narices est¨¢ el term¨®metro. Buscarlo con un beb¨¦ llorando no da paz).
Os ahorrar¨¦ la visita a urgencias, porque varios m¨¦dicos nos dijeron que esto es normal en verano, y que solo necesitas ir al hospital si el beb¨¦ tiene m¨¢s de 40 grados o no le ha bajado la fiebre durante muchas horas.
Aliviar la situaci¨®n baj¨¢ndole la temperatura se consigue con dos remedios: ducha/ba?o con agua tibia y pa?os fr¨ªos por todo el cuerpo, en plan enfermo tropical de las pel¨ªculas, o con dopaje medicinal.
(Aunque seas muy bestia y creas que el beb¨¦ se tiene que curtir, nunca lo pongas en la nevera. Si con un tupper caliente ya va mal, imag¨ªnate con tu reto?o.)
En el tema medicinal, nos encontramos las dos superpotencias. Despu¨¦s de Cocacola vs Pepsi y Pc vs Mac, los primerizos descubrimos Dalsy vs Apiretal. O lo que es lo mismo, ibuprofeno vs paracetamol.
No me meter¨¦ en pol¨¦micas porque para eso est¨¢n los m¨¦dicos para aconsejar y recetar (y todo cambia seg¨²n pesos, edades y si hay necesidad antiinflamatoria). Porque adem¨¢s, la ni?a nos ha salido sommelier y no le gusta el sabor de estas medicinas. As¨ª que¡ lleg¨® ese momento en la vida de todo padre primerizo en que tienes que poner un supositorio.
En la caja avisan lo de ¡°mantener fuera del alcance de los ni?os¡±. Y deber¨ªan a?adir ¡°y de primerizos patosos¡±. Porque los supositorios se deshacen m¨¢s r¨¢pido que el t¨ªpico helado de cucurucho malo, y aqu¨ª no vale chupar los goterones que te manchan la mano. ¡°La bala¡± va perdiendo consistencia, se rompe entre tus dedos, y al final queda una pasta asquerosa que eso ni entra en el agujero ni cura ni nada.
Por suerte, en las cajas ya vienen varios, que equivalen al ¡°?Continue?¡± de las recreativas a las que jug¨¢bamos de peque?os.
Si se ponen en la nevera, aguantan m¨¢s y pueden introducirse enteros. Entonces el primerizo se siente como Luke Skywalker destruyendo La Estrella de la Muerte con un solo disparo.
Total, el combo curativo funcion¨® y la ni?a a los dos d¨ªas volv¨ªa a tener la vidilla de siempre.
Esa semana, en vez de caer rendidos ante su energ¨ªa inagotable y desear que durmiera un buen rato, sonre¨ªamos a¨²n m¨¢s.
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