?Por qu¨¦ siempre dudamos de la bisexualidad?

Se nos acumulan los esc¨¢ndalos entre las manos. Los twitteros, claro, que, en realidad, ni son esc¨¢ndalos ni son nada. Se encuentra la red social del pajarito revoloteando por la salida del armario de la bisexualidad de Bella Thorne, actriz y ex chica Disney -que es una categor¨ªa con nombre propio y suficientemente nutrida-. La joven respondi¨® con naturalidad a otro usuario que le pregunt¨® sobre su orientaci¨®n sexual. Y el mundo se ech¨® las manos a la cabeza.

Afortunadamente, gran parte de esas personas lo hicieron para apoyarla y hacer m¨¢s llevadero este trance p¨²blico. Pero tambi¨¦n hubo quien comenz¨® a cuestionar la veracidad de su afirmaci¨®n y a instarle a que reconociese que, en realidad, solo le gustan las mujeres. ?Pero qu¨¦ demonios nos pasa con la bisexualidad? ?Qu¨¦ m¨¢s nos falta entender en pleno 2016? Tanto avance, tanto avance, y luego...

El caso de Bella Thorne, claro, no es el primero, ni ser¨¢ el ¨²ltimo. La top Cara Delevingne tambi¨¦n tuvo que salir, hace cosa de un a?o, a afirmar que su bisexualidad no era algo pasajero despu¨¦s de que la revista Vogue as¨ª lo calificara en una entrevista. ¡°Mi sexualidad no es una fase¡±, declar¨®. Lo mismo le ocurri¨® a la actriz Lindsay Lohan cuando comenz¨® su intermitente relaci¨®n con la DJ Samantha Ronson -no qued¨® ni una entrevista donde no se le insistiera sobre su homosexualidad encubierta-. Y en las mismas tornas, las actrices Michelle Rodr¨ªguez o Cynthia Nixon, de Sexo en Nueva York, que prefiere no hablar de bisexualidad ¡°porque a nadie le gustan los bisexuales¡±. Discursos discriminatorios tan arraigados en la sociedad que acaban penetrando incluso en las propias v¨ªctimas.

Caso aparte es el del actor Paco Le¨®n, que en prime time y sentado en el sof¨¢ de Bert¨ªn Osborne reconoci¨® que hab¨ªa tenido tanto novios como novias. Aunque ¨¦l asegur¨® a TENTACIONES en una? entrevista que nunca dijo "que fuera bisexual", s¨ª que admiti¨® que "esa naturalidad no es normal". Pero, salvo su caso, pocos son los hombres conocidos que han dado el paso de hablar de su bisexualidad en p¨²blico -David Bowie, Billie Joe Armstrong, del grupo Green Day, y poco m¨¢s-. Y en estas ocasiones, los t¨®picos todav¨ªa van m¨¢s all¨¢. Autom¨¢ticamente se califica como una salida del armario a medias, como un paso previo para reconocer su homosexualidad.

Todo parece encaminado a no comprender que uno puede enamorarse y tener relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres sin que pase nada, sin que tenga que justificar su orientaci¨®n a cada nuevo paso que d¨¦. De hecho, incluso relacion¨¢ndose ¨²nicamente con un solo g¨¦nero a lo largo de toda su vida, no deja de ser bisexual, si as¨ª lo siente y lo considera. Evidente, ?no? Pues parece que no lo es tanto.

Vivimos en una sociedad construida en compartimentos tan estancos que todo lo que no encaje a la perfecci¨®n en ellos acaba siendo marginado casi autom¨¢ticamente. De ah¨ª la necesidad de referentes que ayuden a los j¨®venes -y no tan j¨®venes- a edificar su identidad, a darse cuenta de que eso que les pasa no solo les ocurre a ellos, a ver con sus propios ojos que no pasa nada, que la vida contin¨²a. Por eso es importante que una actriz de fama internacional diga que es bisexual, que salga del armario un deportista ol¨ªmpico, un cantante o un pol¨ªtico. Detr¨¢s del la guerra por el click que apela al morbo y a los peores instintos, se esconde algo mucho m¨¢s trascendental. Est¨¢n contribuyendo a que la vida de otras personas sea mejor. Y ya, si, adem¨¢s, educ¨¢semos a los ni?os y ni?as en diversidad afectivo-sexual, ser¨ªa la bomba. Pero, claro, ?para qu¨¦ formar ciudadanos m¨¢s responsables si podemos mirar hacia otro lado?

La Federaci¨®n estatal de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales (FELGTB) declar¨® este 2016 como el a?o de la visibilidad bisexual. ?Lo sab¨ªan? Son estas cosas que quedan eclipsadas por los datos econ¨®micos y las pol¨¦micas pol¨ªticas de turno. Doce meses pensados para reivindicar y organizar actividades de todo tipo, y por todo el territorio, con el objetivo de desterrar mitos y leyendas y visibilizar una orientaci¨®n sexual que se ha quedado ligeramente retrasada en avances con respecto a gais y lesbianas.

Porque los bisexuales, aunque no lo crean, existen. Y necesitan menos esc¨¢ndalos twitteros y m¨¢s realidades sociales. Menos morbo fomentado por la mente heteropartiarcal -seguro que alguien ya se ha sentido soliviantado- y m¨¢s educaci¨®n y formaci¨®n. Est¨¢ en nuestras manos conseguirlo. Porque esto no son modas -otro gran clich¨¦ de la bisexualidad-. Son derechos. No lo olviden.

Que a estas alturas de siglo tengamos que seguir escribiendo estas cosas. Hay algo que, desde luego, no funciona bien en este mundo...