Mientras todo se derrite
"En mi infancia el b¨¢dminton te tachaba de mariquita. Lo calificaban como ¡®tenis afeminado"
El ?rtico se derrite, pero Mariano Rajoy no. ?l permanece s¨®lido, avanzando como un iceberg hasta las eventuales terceras elecciones de Navidad. Si no hay Gobierno el 30 de agosto, Mariano se frotar¨¢ las manos para darse calor, ¨¢nimo y seguir con su perfecto plan de fundir a todos sus oponentes. Y Albert Rivera va observando c¨®mo fr¨ªamente Mariano le desbarata casi todos los puntos de su propuesta ciudadana. Mientras todo se derrite, Mariano y el PP han aprovechado agosto para fortalecerse. Justo antes de que empiecen las clases, aprendemos una nueva lecci¨®n: existen dos tipos de corrupci¨®n. La administrativa, que es la mala y que es muy dif¨ªcil de comprobar. Y la corrupci¨®n pol¨ªtica, que tampoco es buena, pero m¨¢s inocente.
Es muy probable que tengamos gobierno en 2017 y que algo devuelva al ?rtico a su estado original. Aunque dif¨ªcilmente conseguiremos la ansiada regeneraci¨®n. A lo m¨¢s, revolotear¨¢ el recuerdo de algunos nombres propios: Rita, Luis, Rodrigo. Probablemente a Rita Barber¨¢ se la recuerde m¨¢s por su colecci¨®n de bolsos Louis Vuitton que por otra cosa. Y precisamente hablando de esos bolsos de Rita record¨¦ algo que nos sucedi¨® a mi marido y a m¨ª paseando por la playa d'en Bossa, en Ibiza, muy temprano por la ma?ana.
Es un paseo que hacemos casi ritualmente en nuestros cortos veranos en la isla. Lo hacemos temprano y r¨¢pido, como Mariano en Armenteira, siguiendo la Ruta Da Pedra e da Auga. Escogemos ese horaria porque la playa est¨¢ casi vac¨ªa salvo por los cuerpos inertes de los j¨®venes europeos durmiendo sus borracheras y pasotes. Pero una ma?ana, quiz¨¢s por la ayahuasca, salimos un poco m¨¢s tarde y la vimos m¨¢s activa. Y tropezamos con un momento de transacci¨®n maravilloso: sobre la arena, una robusta ba?ista alemana negociaba con un vendedor africano la compra de varias piezas de Louis Vuitton falsas. Eso nos detuvo, porque nos despert¨® curiosidad observar c¨®mo se efect¨²a una transacci¨®n as¨ª de pol¨ªtica a plena luz del d¨ªa. Todav¨ªa no sab¨ªamos que exist¨ªan las dos clases de corrupci¨®n, as¨ª que no supimos calificar si era corrupci¨®n econ¨®mica, administrativa o pol¨ªtica el adquirir un Vuitton falso. "Hombre, si todo el mundo tiene bolsos falsos", me comentaron luego en Miami, donde se est¨¢n riendo acerca de las dos clases de corrupci¨®n ("?solo dos?"), "Qu¨¦ m¨¢s da si te lo compras en la playa o en el p¨¢rking". Aun asi, en la playa d'en Bossa, mientras mi marido y yo segu¨ªamos vigilando la transacci¨®n y c¨®mo la se?ora alemana se lo probaba delante de un espejito que le ofrec¨ªa el mercader y regateaba el precio en un ingl¨¦s igualmente falso, comprobamos c¨®mo otra ba?ista, igual de germana, censuraba la situaci¨®n. Le irritaba y lo demostraba con evidentes muecas de desaprobaci¨®n. Como hacen algunos del PSOE con las negociaciones de Ciudadanos. La compradora del falso Vuitton ni la miraba. Con los dedos indic¨® que su oferta se plantaba en 35 euros por la falsificaci¨®n. El vendedor acept¨® y volvi¨® a colocar la falsificaci¨®n en su bolsa de pl¨¢stico aut¨¦ntico.
A¨²n no he olvidado esa imagen fenicia en playa d'en Bossa.
Todo se est¨¢ derritiendo. Pero ahora recuperamos el b¨¢dminton, ese deporte que en mi infancia te se?alaba como mariquita si te gustaba o te pon¨ªas a jugarlo con las ni?as. Lo calificaban de "tenis afeminado". La verdad que a m¨ª siempre me pareci¨® muy valiente jugarlo con mis amigas, adem¨¢s me divert¨ªa esa absurda bola coronada, como si fuera una vedette del Radio City y te cansabas un mont¨®n porque las competidoras no paraban de hablar entre ellas, noticias del d¨ªa, cambios hormonales, chicos. Siempre he asociado un poco la mente femenina a ese deporte. Y por eso celebro a nuestra campeona Carolina Mar¨ªn y su raquetazo.
Lamentablemente aqu¨ª, en Miami, los triunfos que no eran gringos se emit¨ªan por las cadenas hispanas. As¨ª que ten¨ªa que ver esos juegos en la televisi¨®n del restaurante y almac¨¦n Delicias de Espa?a. All¨ª vi tambi¨¦n la medalla del equipo femenino de gimnasia r¨ªtmica, maravillosas pero injustamente menos celebrada que las otras 16. Quiz¨¢s la gimnasia r¨ªtmica carece de ese aparente sinsentido del b¨¢dminton. Pero en Delicias de Espa?a todo el mundo prefer¨ªa preguntarme qu¨¦ sabia de la separaci¨®n de Genoveva Casanova y el exministro Michavila. Ellos tambi¨¦n han intentado la medalla de oro pero al final no pudo ser. Y vista as¨ª de lejos, Genoveva da la impresi¨®n de que sabe jugar al b¨¢dminton y de que tambi¨¦n habr¨¢ aprendido algo de gimnasia r¨ªtmica en su vida espa?ola: es la ¨²nica mexicana que ha ido de la Casa de Alba al Premio Nobel, y de all¨ª a los alrededores del PP, casi siempre con bolsos de verdad-verdad.
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