La se?al del espacio que nos habla de nosotros
Un radiotelescopio ruso capta algo extra?o, pero lo que sucede aqu¨ª abajo es m¨¢s extra?o a¨²n.
No sabemos si la se?al detectada procedente ¡ªal parecer¡ª del espacio nos dir¨¢ algo sobre la existencia de otros vecinos en la galaxia, sobre alg¨²n fen¨®meno natural que se produce a millones de a?os luz y era desconocido hasta ahora o, simplemente, se quedar¨¢ en una an¨¦cdota similar a la famosa se?al Wow recibida el 15 de agosto de 1977 y de la que nunca m¨¢s se supo. Pero deteni¨¦ndonos a reflexionar sobre la noticia, la presunta se?al ya nos est¨¢ diciendo bastante sobre nosotros mismos: los humanos.
La historia es que un radiotelescopio ruso, denominado RATAN-600, capt¨® el 15 de mayo del a?o pasado una extra?a se?al ¡ªextra?a porque se sale de los par¨¢metros de lo que quiera que se reciba normalmente procedente del espacio¡ª desde una estrella conocida como HD164595, que, aunque tenga su l¨®gica cient¨ªfica aplastante, es sin duda uno de los nombres m¨¢s tristes que se puede adjudicar a estrella alguna. Pruebe el lector a elaborar el gentilicio de este astro situado a 94 a?os luz. Claro, que la denominaci¨®n del telescopio tambi¨¦n se las trae. Ahora el Comit¨¦ Permanente del SETI ¡ªque es el programa internacional que busca se?ales de vida inteligente en el espacio¡ª discutir¨¢ el hecho el 27 de septiembre en Guadalajara, M¨¦xico, porque considera que la se?al es ¡°interesante¡± independientemente de su origen. Aun as¨ª ha rebajado bastante el entusiasmo alienofilo desatado.
Pero tambi¨¦n resulta interesante echar un vistazo a lo hecho por los humanos con la se?al. En primer lugar, quienes captaron la perturbaci¨®n se lo han tenido callado durante un a?o. No sabemos si quer¨ªan estar seguros y se lo han tomado con calma, o si, pensando que les proporcionar¨ªa una ventaja de alg¨²n tipo ¡ªtecnol¨®gica, cient¨ªfica, etc¨¦tera¡ª, han aplicado el principio ib¨¦rico de ¡°el que la pille pa ¨¦l¡± o tal vez aguardaban un ¡°llevadnos ante vuestro l¨ªder¡± para que Putin hiciera los honores. El a?o de silencio sobre algo que podr¨ªa ser el descubrimiento de la Historia es casi tan fascinante como el origen de la se?al.
A continuaci¨®n, viene la escuadra del ¡°ya te lo dec¨ªa yo¡± ¡ªy ojo que en ella figuran algunos astr¨®nomos¡ª, que no solo da por descontado el origen artificial de la se?al sino que incluso sabe a qu¨¦ tipo de civilizaci¨®n pertenece. Todo sin la m¨¢s m¨ªnima prueba pero con muchas ganas. Seg¨²n esta corriente, se trata de una civilizaci¨®n de nivel uno o dos. Para poner las cosas en su sitio, nosotros estamos empantanados en el cero sin visos de llegar al uno. Es decir, para los emisores de la se?al no llegar¨ªamos a civilizaci¨®n.
Esto nos lleva a la parte pr¨¢ctica de esta historia; la discusi¨®n ¡ªque cuenta con personalidades de altura¡ª de si ante la silenciosa jungla estelar es mejor mirar y callar o si debemos proclamar a los cuatro vientos solares nuestra existencia. En la jungla, los animales ¡ªincluyendo los depredadores¡ª evitan el ruido. Pero para una precivilizaci¨®n empe?ada en difundir lo que desayuna, d¨®nde pasa las vacaciones o lo que le gusta y lo que no, el silencio est¨¢ a a?os luz.
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