A nosotros tambi¨¦n nos han ¡®hecho la cobra¡¯: 20 personas se confiesan
Bisbal se lo hizo a Chenoa; Rihanna a Drake. Una veintena de personas cuentan los traumas sufridos cuando se lanzaron a besar y se encontraron con el vac¨ªo
Y, de repente, nos sentimos bien. La situaci¨®n era (muy) embarazosa, incluso humillante. Pero nos sentimos reconfortados. Aquello que nosotros, ciudadanos de a pie, sufrimos una traum¨¢tica tarde, le estaba? pasando, id¨¦ntico, a una mega estrella del pop ante millones de espectadores. En ese momento nos igualamos todos. Los protagonistas ya los conocer¨¢s. Chenoa con Bisbal en el concierto OT: El reencuentro. O Drake con Rihanna en los MTV V¨ªdeo Music Awards.
Ocurri¨® en la gala de los MTV V¨ªdeo Music Awards. ?l le entreg¨® a ella el premio Michael Jackson Video Vanguard. En su breve discurso, Drake ya prepar¨® en terreno. "Estoy enamorado de ti desde los 22 a?os", confes¨®. O sea, desde hace siete a?os. Cuando se acerc¨® a ella lleg¨® el momento. ?l quiso besarla en la boca y Rihanna, entre elegante y sorprendida, desvi¨® sutilmente la cara.
Me quit¨® la cara, muy indignada. Desde ese momento, no lo he vuelto a intentar. Por temor. De hecho, con los a?os acarre¨¦ una fama de duro con las chicas que era falsa. No me lanzaba porque tem¨ªa otra humillaci¨®n
Rihanna le hab¨ªa hecho a Drake la deshonrosa cobra. S¨ª, ese momento que muchos hemos padecido y que llega a marcar, m¨¢s de lo que puede creerse. Aunque puede parecer un episodio irrelevante, algunas veces no lo es, sobre todo cuando ocurre cuando la persona todav¨ªa no ha llegado a la madurez plena. Lo explica la psic¨®loga Paula Cancio: "Muchas veces, cuando nos rechazan se resiente nuestro autoconcepto. Genera disonancias y afecta a la autoestima y mina el orgullo. Para evitar ese conflicto estas personas pueden llegar a no exponerse socialmente y a aislarse". ?
Lo importante, seg¨²n los especialistas, es saber gestionar ese rechazo. "A ciertas edades, el triunfar o conseguir el ¨¦xito sentimental es muy importante. Pero en otras es menos relevante. Es cuesti¨®n de ser lo suficientemente maduro como para saber c¨®mo gestionarlo", se?ala la psic¨®loga sanitaria Rebeca Pardo. Y a?ade: "Hay que analizar y ver si socialmente nos hemos comido un paso importante. Si se nos ha pasado una se?al importante que nos ha dado la otra persona y por eso nos ha rechazado. Y otra cosa importante: que seamos rechazados por una persona no quiere decir que no valgamos, que no seamos atractivos. No hay que exagerar y no debemos sacar conclusiones apresuradas".
Hay que analizar y ver si socialmente nos hemos comido un paso importante. Si se nos ha pasado una se?al importante que nos ha dado la otra persona y por eso nos ha rechazado Rebeca Pardo, psic¨®loga
Lo inevitable es que esta situaci¨®n ocurra. Muchos hemos pasado por ella. Una veintena de personas han querido compartir sus testimonios con ICON. Unos traum¨¢ticos, otros divertidos o con desenlaces inesperados...
1. Aitor Grull¨®n (48 a?os, dise?ador gr¨¢fico): "Me ocurri¨® con 15 a?os y me traumatiz¨® mucho. Tanto, que todav¨ªa lo recuerdo. Lo prepar¨¦ todo muy bien con la chica de la clase que me gustaba. Est¨¢bamos en un banco del parque, solos, y me lanc¨¦ a besarla. Me quit¨® la cara, muy indignada. Desde ese momento, no lo he vuelto a intentar, por temor. De hecho, con los a?os acarre¨¦ una fama de duro con las chicas que era falsa. No me lanzaba porque tem¨ªa otra humillaci¨®n".? 2. Gonzalo Garc¨ªa (45 a?os, ingeniero): "La ¨²nica cobra que recuerdo me la hizo mi exnovia. Fue en nuestra primera cita. No quer¨ªa que todo quedara en una amistad. Nos dimos un abrazo y cuando ella iba a darme un beso en la mejilla no me rend¨ª. Pero me puso la oreja. Fue un poco rid¨ªculo, pero empec¨¦ a besarle la oreja y luego por toda la cara hasta que acab¨¦ en la boca. Ella al principio no respondi¨® muy bien, no se lo esperaba, pero al final culmin¨® en una serie de besos en condiciones".
3. Sara Mart¨ªn (26 a?os, fisioterapeuta): "La cobra que me hicieron fue una cura de humildad que me vino muy bien. Nunca me hab¨ªan rechazado. Una noche, en una discoteca, encontr¨¦ a un chico muy atractivo con el que no tard¨¦ en cruzar lo que yo interpret¨¦ como unas miradas de tonteo. Lo vi claro y fui directa hacia ¨¦l. Despu¨¦s de presentarme y cruzar cuatro palabras me lanc¨¦, y ¨¦l quit¨® la cara, con espanto. Resulta que la chica que estaba a su lado, en la que yo no hab¨ªa reparado, era su novia. Sal¨ª de ah¨ª como pude y aunque s¨ª he vuelto a lanzarme m¨¢s veces, despu¨¦s de esto me lo he pensado muy bien antes de hacerlo".
4. Ver¨®nica Cancho (34 a?os, abogada): "Me ocurri¨® hace unas semanas. Estaba en una discoteca con unas amigas y vimos a un chico muy guapo. Estaba con un amigo y no dejaba de mirarnos. Apost¨¦ con mis amigas dinero a que sin mediar palabra le daba un morreo y ¨¦l aceptar¨ªa. Todas pusimos 10 euros. Hab¨ªa 50 en juego. Me acerqu¨¦ a ¨¦l y me hizo la cobra. Luego le cont¨¦ lo de la apuesta y me dijo, no s¨¦ si en broma: 'Otra vez no me aparto y vamos a medias con el dinero'. Me dio una lecci¨®n, la verdad".?
5. Celia Hern¨¢ndez (33 a?os, profesora): "Mi novia me hizo la cobra. Claro que a¨²n no ¨¦ramos novias. Llev¨¢bamos algunas horas de ca?as y me acerqu¨¦ a besarla. Me gir¨® la cara y sigui¨® actuando como si nada. Me pas¨¦ toda la noche intentando saber si deber¨ªa sentirme avergonzada o no se hab¨ªa dado ni cuenta. Cuando volv¨ª a casa me lleg¨® un mensaje: 'Me puse nerviosa. La pr¨®xima vez te beso yo'. Y hasta hoy".
6. Esteban Garc¨ªa (39 a?os, mec¨¢nico): "Me han hecho la cobra dos veces. Ambas iba bastante perjudicado. La verdad es que no pas¨¦ verg¨¹enza, me hizo gracia la situaci¨®n. Una fue hace mucho, la noche despu¨¦s de una entrevista importante de trabajo. Estuve toda la noche con una chica. Pens¨¦ que le gustaba, pero me dijo que ten¨ªa novio. La otra ha sido este verano: la chica quer¨ªa, pero se ray¨® y dijo que no era t¨ªa de una noche".
7. Ver¨®nica Lorenzo (34 a?os, enfermera): "La verdad es que soy muy dada a que me hagan la cobra. Quiz¨¢s porque cuando salgo por la noche pienso que tengo posibilidad con cualquiera que me proponga y voy a por la persona que me interesa sin fijarme en las se?ales. Por eso, lo intento y, si sale bien, eso que me llevo; si no, sonr¨ªo y ya habr¨¢ otro. Pero esto lo he adquirido con el tiempo: hace unos a?os no era as¨ª. Mi primera cobra logr¨® que cambiara el chip. Fue en una cita a ciegas. Yo notaba que hab¨ªa feeling, y al despedirnos decid¨ª lanzarme, pero el chico me esquiv¨®. Me apart¨® la cara y me sent¨ª imb¨¦cil. Le dije que me ten¨ªa que marchar y sal¨ª corriendo".
9. Lola Rodr¨ªguez (28 a?os, periodista): "Despu¨¦s de muchos meses de tonteo, Hugo y yo nos quedamos a solas tras una cena de trabajo. Hab¨ªa mucha qu¨ªmica entre nosotros. Yo estaba ya locamente enamorada y decid¨ª dar el paso porque ve¨ªa que ¨¦l no lo hacia. Di un trago a mi copa, le mir¨¦ a los ojos y ataqu¨¦. Era un beso f¨¢cil, que se ve¨ªa venir. Estaba segura de que nada pod¨ªa salir mal, pero seg¨²n se acercaban mis labios a los suyos, ¨¦l baj¨® discretamente la cara, se rio y me dio un abrazo. Si algo sent¨ª fue verg¨¹enza. Una verg¨¹enza que aument¨® al recordar que el lunes volver¨ªa a verle en el trabajo. Una hora despu¨¦s, cuando ya nos desped¨ªamos pens¨¦: 'Te gusta mucho, y ya has quedado mal, esto no puede ir a peor'. As¨ª que volv¨ª a lanzarme y para mi sorpresa esa vez s¨ª hubo beso. Un beso que hoy se resume en seis a?os de relaci¨®n".
10. Roberto S¨¢nchez (40 a?os, taxista): "Una noche estaba en un bar tomando algo con unos amigos. Entre trago y trago analiz¨¢bamos a cada chica que entraba al local. Cuando ya llev¨¢bamos varias copas encima, entr¨® un grupo de chicas y una me llam¨® la atenci¨®n especialmente. Aprovech¨¦ que ella se acerc¨® a la barra para pedir y yo tambi¨¦n fui a por otra copa. Empezamos a hablar, pero despu¨¦s cada uno volvi¨® con sus amigos. Al final, abandonamos el bar para ir a una discoteca, pero me la volv¨ª a encontrar all¨ª. Hablamos, bailamos y todo parec¨ªa indicar que la historia iba a acabar bien. Me envalenton¨¦ y fui a besarla decidido, pero ella apart¨® su cara haci¨¦ndome una cobra con todas las de ley. Yo Intent¨¦ conservar la dignidad, y creo que lo consegu¨ª: le ofrec¨ª una disculpa con una sonrisa y a otra cosa".
11. V¨ªctor L¨®pez (38 a?os, profesor): "Llevaba un par de semanas tonteando con una chica del trabajo y un d¨ªa que salimos de ca?as empezamos a jugar con las almendritas que ten¨ªamos para picar. Yo le quitaba las suyas, ella me daba de comer alguna, y viceversa. Nos hac¨ªa gracia y hab¨ªa conexi¨®n. El tema se estaba poniendo interesante y lo vi claro. Me puse una almendra en la boca, fui a d¨¢rsela y, para mi sorpresa, ella se apart¨®. Sonri¨® para suavizar la situaci¨®n y lo consigui¨®, porque volver a vernos al d¨ªa siguiente en el curro no fue inc¨®modo".
12. Luis G¨®mez (35 a?os, relaciones p¨²blicas): "Era el ¨²ltimo d¨ªa del Orgullo en Madrid y yo llevaba tonteando con un chico toda la noche. Est¨¢bamos con un grupo de amigos y a ¨²ltima hora se uni¨® uno m¨¢s. Cuando fui a besarle, me dijo: 'Me gustabas t¨², pero ahora me gusta tu amigo'. Al principio me qued¨¦ a cuadros, pero despu¨¦s vi una oportunidad: les propuse un tr¨ªo. Se rieron, me dejaron claro que no y se fueron juntos".
13. Roberto Fern¨¢ndez (26 a?os, consultor): "En una discoteca en Madrid, estaba bailando con una chica, me lanc¨¦ y se quit¨® porque estaban sus amigos delante... A los dos minutos, ya sin las amigas pendientes, nos besamos".
14. Carlos Su¨¢rez (27 a?os, administrativo): "Tengo que reconocer que me ha pasado varias veces... Una que recuerdo fue con una amiga. Ya llev¨¢bamos tiempo tonteando. Despu¨¦s de una noche bebiendo, bailando, jugando al billar... me lanc¨¦ y ?cobra! Me volv¨ª a lanzar y... ?cobra! No soy de rendirme a la primera".
Al final me lanc¨¦ yo y me solt¨®: 'No, t¨ªa, en la primera cita no'. Pens¨¦: 'Ah, vale, ?gracias!'. Fue una 'cobra' en toda regla. Me ocurri¨® con 28, y aprend¨ª la lecci¨®n: nunca m¨¢s me lanzo sin preguntar
15. Laura G¨®mez: (28 a?os, dependienta): "Fue cuando ten¨ªa 17 a?os, un d¨ªa que hab¨ªa quedado con un chico del colegio en el parque de debajo de mi casa. Despu¨¦s de un buen rato dici¨¦ndome cosas bonitas (o eso me pareci¨® a m¨ª), decid¨ª plantarle un beso. Se quit¨® y yo solo quise morir ah¨ª mismo".
16. Vanesa Cicu¨¦ndez (30 a?os, trabajadora aut¨®noma): "Qued¨¦ con un chico que ya conoc¨ªa de antes; de hecho qued¨® ¨¦l conmigo. Estuvimos toda la noche por ah¨ª en unas fiestas y parec¨ªa que todo estaba claro hasta que fuimos a dormir (juntos) en su furgo porque ¨¦l quer¨ªa que durmiera all¨ª. Nos tumbamos y yo me qued¨¦ esperando algo, pero nada. Al final me lanc¨¦ yo y me solt¨®: 'No, t¨ªa, en la primera cita no'. Pens¨¦: 'Ah, vale, ?gracias!'. Fue una cobra en toda regla. Me ocurri¨® con 28, y aprend¨ª la lecci¨®n: nunca m¨¢s me lanzo sin preguntar".
17. Leticia Arribas (30 a?os, dependienta): "A m¨ª me hizo la cobra mi novio la primera vez que intent¨¦ besarle. De hecho, no me hizo una, sino tres. Lo intent¨¦ una primera vez y se quit¨®, as¨ª que me qued¨¦ bastante hecha polvo. Pero no s¨¦ si fueron las copas o qu¨¦ que lo intent¨¦ de nuevo dos veces m¨¢s. A la tercera lo consegu¨ª. Ya llevamos tres a?os juntos...
18. Javier Ruiz (29 a?os, enfermero): "Una vez fui al cine con una chica de la universidad que me gustaba bastante y pensaba que yo a ella tambi¨¦n. Despu¨¦s de un buen rato de peli decid¨ª atacar. Ella se quit¨® y me dijo que qu¨¦ estaba haciendo. Me quer¨ªa morir de la verg¨¹enza: no dejaba de mirar a los lados para comprobar si lo hab¨ªa visto alguien. Lo peor fue cuando me enter¨¦ de que realmente sali¨® conmigo para darle celos a otro amigo de la universidad".
19. Bruno Garc¨ªa (29 a?os, periodista): "Fui a Londres a ver a un amigo y una noche de fiesta conocimos a dos amigas japonesas. Despu¨¦s de una breve conversaci¨®n y alguna cerveza, mi amigo acab¨® bailando con una de las chicas y yo con la otra. Al poco, vi que mi amigo se lanzaba, as¨ª que mir¨¦ a la chica con la que bailaba yo, que obviamente tambi¨¦n lo estaba viendo, y puse cara de: 'Bueno, pues ahora nos toca a nosotros'. Me inclin¨¦ hacia adelante para besarla, pero ella estir¨® su cuello para atr¨¢s todo lo que pudo e hizo un gesto como de ¡°te est¨¢s equivocando¡±. Fue un golpe al orgullo tremendo".
20. Carlos Carrera (30 a?os, administrativo): "Un d¨ªa que sal¨ª con un amigo por Madrid, conocimos a dos chicas con las que estuvimos bebiendo toda la noche. Nos hicieron la cobra a los dos. Resultaba que nos hab¨ªamos confundido de chica: tendr¨ªa que haber sido al rev¨¦s. Al final nos fuimos... un poco decepcionados, pero nos echamos unas risas cont¨¢ndolo al resto de amigos".
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