¡°Si te gusta el vino, entiendes de vinos¡±
El bodeguero Jos¨¦ Moro, tercera generaci¨®n de Bodegas Emilio Moro, quiere reconquistar con sus vinos a la juventud
Con una botella de vino bajo el brazo se presenta Jos¨¦ Moro (1952, Pesquera de Duero), "uno de 2013 que no est¨¢ embotellado", dice con una sonrisa; quiere seducir. El apellido de Moro ¡ªy su vida¡ª est¨¢ enraizado en el mundo del vino. Nieto e hijo de bodegueros, ¡ª"conozco la dureza del campo; recuerdo los ara?azos que te hac¨ªas cuando iba a podar, cuando era joven, o a arar con mi abuelo", cuenta¡ª, comenz¨® a gestionar la Bodega Emilio Moro en 1989 y ahora ejerce de presidente de toda una referencia en Ribera de Duero.
"Deber¨ªamos llegar m¨¢s a la gente joven", reflexiona sobre el momento que vive la bebida, "y recuperar la cultura del vino". "Antes de los ochenta, el vino estaba asociado a borrachines, con perd¨®n", suelta. Considera que en los ochenta, tras la que aparecieron las primeras denominaciones de origen espa?olas (Rioja, Jumilla y Ribera de Duero), se produjo una revoluci¨®n: "se empieza a querer saber m¨¢s de terroir, vi?as, uvas. Hizo que la sociedad cogiera conciencia del vino".
Tambi¨¦n fue una moda y, a medida que el vino perd¨ªa ese car¨¢cter popular, se le asociaba a cierta clase: "Ese lenguaje de los sommelier y de las bodegas alejaban a la gente. No podemos ser tan pedantes de decir que el vino es algo divino, que lo es, pero porque es un producto natural. El vino es f¨¢cil y adem¨¢s es el mejor catalizador de relaciones humanas; el vino une sin hablar". Con estas ideas se presenta al mundo, cuando viaja para introducir Emilio Moro en nuevos mercados, "con la crisis tuvimos que espabilar", reconoce. Siempre arranca su speech con esta frase: "Si te gusta el vino, ya entiendes de vino". "No hace falta que descubras la zarzamora o el chocolate, tienes que estar a gusto. Si te produce bienestar, est¨¢s tomando el mejor vino del mundo".
Esos viajes, a Singapur, Nueva York o Jap¨®n, han dado a Emilio Moro cierta proyecci¨®n internacional: el a?o pasado fueron nominados como mejor bodega europea en las distinciones que hace la publicaci¨®n estadounidense Wine Enthusiast. "Gan¨® la italiana", apunta. En Espa?a nunca supimos darle ese toque glamouroso que le dan en Francia o Italia, pero estamos muy contentos de haber llegado ah¨ª". Tambi¨¦n est¨¢ muy orgulloso de Bodegas Cepa 21, donde se embarcaron en 2009, "el legado de la tercera generaci¨®n de Emilio Moro". "Es un proyecto moderno; la expresi¨®n de un vino que no exist¨ªa en Ribera de Duero porque aplicamos a la uva un terroir con una expresi¨®n muy fr¨ªa lo que le da una expresi¨®n muy diferente". Bajo esa etiqueta tiene desde un vino joven, como el Lito, "la pura expresi¨®n de la tempranillo", hasta caldos con cierta crianza.
Echa de menos que el vino sea algo cultural, casi identitario: "Tenemos 60 denominaciones y somos el principal productor del mundo". Pero le gusta el momento que viven las bodegas. Nombra la tradici¨®n, "clave en el buen hacer de este negocio", que recoge en sus etiquetas donde intentan sintetizar la historia de su bodega con las emociones, y considera que hay que ser m¨¢s atractivos, "sobre todo para la gente joven". "En definitiva, tratar el vino con cari?o". Jos¨¦ Moro quiere seducir.
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