Soria y Jorge y Rita y...

Ya que Mariano vuelve al buen camino y defenestra a Jos¨¦ Manuel Soria del Banco Mundial (porque sus barones se rebelaban y/o porque supo que los de Washington vetar¨ªan el dislate), que siga.

Que induzca tambi¨¦n el harakiri (pol¨ªtico) de Jorge Fern¨¢ndez, por su afici¨®n al espionaje turbio, y de Rita Barber¨¢, por su querencia a los bolsos y dem¨¢s todo-gratis. Y a todos los muchos que, aun sin ser reos de corrupci¨®n monetaria, son culpables de corrosi¨®n democr¨¢tica, de pudrir instituciones y corroer principios.

Le interesa. El affaire Soria fue el funeral moral de las seis medidas de regeneraci¨®n pactadas con Ciudadanos. Plasm¨® que, en la ¨®ptica popular, eran pr¨¦dica sin trigo, humo, humo para tapar desverg¨¹enzas. El aparente arrepentimiento en curso requiere m¨¢s prendas, inmediatas y masivas, para ser cre¨ªble. De bolsos turbios y t¨¦tricos esp¨ªas: todas las corrosiones.

Eso, si Mariano de verdad no pretende ir a las terceras elecciones. Solo una radical limpieza facilitar¨ªa (quiz¨¢) las necesarias abstenciones: se comprende que sin ella nadie quiera ajuntarse al PP, aun a costa de males mayores. ?Cu¨¢les? La cosecha de peores resultados, a¨²n, por el conjunto de los aspirantes; y la eventual p¨¦rdida de una mayor¨ªa transversal de bloqueo de los tres grandes opositores tras la Navidad.

No saldr¨¢ un tripartito de centro-izquierda, pues, si en teor¨ªa pudo haber sido con el intento de investidura de Pedro S¨¢nchez y no fue (por sus componentes mutuamente refractarios), es que no saldr¨¢: ning¨²n dato nuevo lo avala.

De modo que las conversaciones del l¨ªder socialista quiz¨¢ puedan dirigirse a erigir un m¨ªnimo bloque reivindicativo com¨²n de todos los opositores: ni corrosi¨®n ni ajustes econ¨®micos a pagar por los de siempre. Incluso podr¨ªa aspirar a una abstenci¨®n m¨²ltiple: de todos, con coste neutro para todos. Condicionada a unos cuantos requisitos vinculantes para el PP y de ejecuci¨®n cre¨ªble, o sea, con prendas pagadas por adelantado.

La tragedia popular es la corrupci¨®n y la corrosi¨®n. El drama socialista desborda a la figura de S¨¢nchez. El comit¨¦ federal del partido que m¨¢s puede dialogar con todos coarta cualquier prolongaci¨®n del di¨¢logo hacia una negociaci¨®n que alumbre un Gobierno: ni con la derecha, ni con el populismo y los separatistas.