Nuevas amenazas para la reserva del Dja, en Camer¨²n
La reserva de la biosfera del Dja, en el sur de Camer¨²n, es un para¨ªso natural rico en plantas y animales en el que los pigmeos baka han vivido durante cientos de a?os, pero es posible que en muy poco tiempo no quede nada de todo esto.
Los casi 20 millones de hect¨¢reas de bosques tropicales que cubren m¨¢s de la mitad de la superficie de Camer¨²n representan el l¨ªmite norte de la vasta extensi¨®n que supone la cuenca del r¨ªo Congo, un ¨¢rea que ocupa el segundo lugar, tras la Amazon¨ªa, en tama?o y valor medioambiental a nivel mundial.
Parte de esto es la reserva del Dja, cercada casi en su totalidad por el r¨ªo que le da nombre, que alberga una rica biodiversidad, incluyendo aproximadamente unas 10.000 especies de plantas tropicales y 107 de mam¨ªferos, de las cuales cinco est¨¢n en peligro de extinci¨®n. Adem¨¢s, es famosa por la gran variedad de primates que viven en ella.
Desde hace algunas d¨¦cadas, la reserva del Dja est¨¢ sufriendo una presi¨®n muy fuerte que hace temer por su degradaci¨®n e incluso posible desaparici¨®n. Seg¨²n la UNESCO, las mayores amenazas son la caza furtiva, las prospecciones mineras, la construcci¨®n de una presa sobre el r¨ªo Dja, en Mekin, al norte del parque, y el establecimiento de plantaciones de palmeras de aceite, de caucho y otros monocultivos en sus bordes.
Tras visitar nosotros mismos la reserva en los meses de abril y mayo del presente a?o, tambi¨¦n nos hac¨ªamos eco de los peligros que la acechan en la secci¨®n de Planeta Futuro.
Cualquier reserva de la biosfera debe cumplir tres funciones de manera integrada: conservaci¨®n de la biodiversidad y la diversidad cultural, desarrollo econ¨®mico, socio-cultural y ambiental sostenible y apoyo log¨ªstico a la investigaci¨®n, el monitoreo, la educaci¨®n ambiental y la formaci¨®n. Por eso, toda reserva necesita de una zonificaci¨®n adecuada: un n¨²cleo dotado de instrumentos legales de protecci¨®n que garanticen la funci¨®n de conservaci¨®n de aquellos componentes m¨¢s valiosos o representativos y de la preservaci¨®n de los servicios ambientales que proporciona. Una zona tap¨®n, donde las actuaciones deben ser compatibles con la conservaci¨®n del n¨²cleo y contribuir al desarrollo, a la investigaci¨®n, a la educaci¨®n y a la conservaci¨®n de modelos tradicionales de uso. Y finalmente una zona de transici¨®n, donde tendr¨¢n lugar las actuaciones destinadas espec¨ªficamente a promover el desarrollo de las poblaciones locales dentro de criterios de sostenibilidad, donde se experimentar¨¢n estrategias y modelos de desarrollo sostenible y donde tendr¨¢n lugar la mayor parte de las acciones de demostraci¨®n.
Todo esto est¨¢ presente, al menos sobre el papel, en la reserva del Dja que, seg¨²n la UNESCO, es uno de los bosques h¨²medos m¨¢s vastos y mejor conservados de ?frica ya que el 90% de su superficie no ha sido perturbada por la presencia humana. Pero estos datos puede que no sean ciertos del todo.
En los ¨²ltimos meses, Greepeace ha revelado una nueva amenaza: una plantaci¨®n de caucho que ha sido concedida al gigante Sud-Cameroun H¨¦v¨¦a (Sudcam). El pasado siete de julio, la organizaci¨®n ecologista escrib¨ªa a la UNESCO para protestar por la falta de atenci¨®n que se est¨¢ prestando al peligro que supone para la reserva del Dja el nuevo proyecto de Sudcam.
Otros similares, en otras partes del pa¨ªs, han provocado la desaparici¨®n de la selva y destruido toda la vida vegetal y animal de esas zonas, adem¨¢s de causar el desplazamiento forzoso de muchos pueblos y personas.
Seg¨²n los datos que Greenpeace ha obtenido analizando im¨¢genes a¨¦reas, la compa?¨ªa ha destruido 5.930 hect¨¢reas de selva, el 42 % de ellas solo en el ¨²ltimo a?o y medio.
La organizaci¨®n explica que Sudcam fue establecida en 2010 como resultado de la uni¨®n de la compa?¨ªa con base en Singapur GMG Global Ltd (GMG), una subsidiaria de la empresa estatal china Sinochen (que posee el 80 % de las acciones), y la Soci¨¦t¨¦ de Productions de Palmeraies et d¡¯H¨¦v¨¦a (SPPH) (con el 20 % restante de las acciones).
En el art¨ªculo publicado en Planeta Futuro ya se advert¨ªa de esta iniciativa que est¨¢ localizada en tierras cercanas a las pose¨ªdas por el presidente camerun¨¦s, Paul Biya, y que desoye todas las recomendaciones lanzadas por la UNESCO.
Greenpeace tambi¨¦n denuncia la opacidad del proyecto de Sudcam y cuestiona su legitimidad.
La zona donde el proyecto est¨¢ establecido, en los m¨¢rgenes de la reserva, presenta una rica biodiversidad y es tierra ancestral perteneciente a varias comunidades locales, que dependen de ella para pescar, cazar, cultivar sus granjas¡ Pero ha sido expropiada para poner en marcha esta iniciativa sin las debidas compensaciones, seg¨²n denuncian esas comunidades. La organizaci¨®n Rainforest Foundation UK asegura que la usurpaci¨®n de las tierras ha sido llevada a cabo sin ninguna participaci¨®n de los afectados que en ning¨²n momento ha sido consultados por el gobierno o la compa?¨ªa. Esta ha limpiado miles de hect¨¢reas de selva y demolido asentamientos humanos, cementerios y granjas, provocando el ¨¦xodo forzado de sus habitantes.
Debido a todas estas presiones y amenazas, el pasado 14 de julio, se pidi¨® al Comit¨¦ del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reunido en Estambul en su 40? sesi¨®n, votar una resoluci¨®n para inscribir a la reserva del Dja en la lista de lugares patrimonio de la humanidad en peligro. Solo Finlandia vot¨® a favor de la resoluci¨®n, el resto de los pa¨ªses lo hicieron en contra.
Greenpeace pide al gobierno de Camer¨²n que suspenda el acuerdo con Sudcam hasta que se establezcan condiciones que respeten los derechos de las personas y de la reserva de la biosfera.
No es de esperar que el gobierno de Camer¨²n haga caso a esta petici¨®n. La usurpaci¨®n de tierras es algo com¨²n en todo el sur y este del pa¨ªs. El Ejecutivo camerun¨¦s ha decretado este tipo de inversiones como prioritarias para el desarrollo econ¨®mico de la naci¨®n y les concede todo el apoyo necesario. Pero hasta ahora, las grandes plantaciones de palmeras de aceite o de caucho est¨¢n llenando el paisaje del pa¨ªs, lo que est¨¢ provocando que pueblos ind¨ªgenas como los pigmeos bgyelis est¨¦n a punto de desaparecer o se ponga en peligro la supervivencia de otros como pueden ser los pigmeos bakas por la destrucci¨®n y expulsi¨®n de sus territorios ancestrales
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