13 a?os y 3 secretarios generales
Es muy posible que Pedro S¨¢nchez haya sido muy torpe en sus relaciones con la estructura org¨¢nica del PSOE, pero ha sido esa estructura la que lo ha colocado ah¨ª
Desde que los cr¨ªticos de James Callaghan consiguieron echarle del poder en el Partido Laborista hasta que el socialismo brit¨¢nico logr¨® volver a ganar unas elecciones pasaron trece a?os y tres secretarios generales laboristas diferentes: Michael Foot, Neil Kinnock y John Smith (1980-1994). Seguramente, la rebeli¨®n de un sector del PSOE contra su secretario general, Pedro S¨¢nchez, tiene caracter¨ªsticas diferentes, pero implica un fen¨®meno muy similar: la p¨¦rdida total de contacto con la realidad que mostraron unos y otros en aquella crisis. Una p¨¦rdida de sentido que en el caso del PSOE puede tener consecuencias parecidas.
Frente al Gobierno m¨¢s desprestigiado de la democracia, el encabezado por Mariano Rajoy, y frente a un partido, el PP, corro¨ªdo por redes de financiaci¨®n ilegal y de corrupci¨®n incre¨ªblemente extensas, el PSOE no parece capaz siquiera de plantearse c¨®mo echarle del poder o c¨®mo encontrar soluciones a los urgentes problemas de la sociedad espa?ola mediante otras alianzas y pactos. En lugar de eso, est¨¢ atrapado en una simple lucha interna por el poder.
Es muy posible que Pedro S¨¢nchez haya sido muy torpe en sus relaciones con la estructura org¨¢nica del PSOE. Que tenga un equipo todav¨ªa m¨¢s torpe. Que no sepa trabajar con los contrarios y que no les guste lo m¨¢s m¨ªnimo. Pero si S¨¢nchez est¨¢ donde est¨¢ es porque esa estructura le coloc¨® ah¨ª. Parece que luego se arrepinti¨®, a la vista de las iniciativas del nuevo secretario general para mantenerse en el poder y de su apelaci¨®n directa a la militancia. El problema es que los cr¨ªticos no han construido un ¡°caso¡± contra S¨¢nchez que puedan presentar ante esa militancia. Acusarle de impedir la libertad de expresi¨®n interna es realmente un argumento d¨¦bil. Basta con escucharles para comprobar hasta donde llega esa libertad. No parece tampoco que los militantes se asusten tanto de un posible acuerdo con Podemos y con partidos nacionalistas/soberanistas, siempre y cuando no incluya la convocatoria del refer¨¦ndum catal¨¢n; es dif¨ªcil creer que vayan a poner el grito en el cielo por un pacto para la creaci¨®n, por ejemplo, de una comisi¨®n parlamentaria encargada de estudiar un nuevo marco para las relaciones con las instituciones catalanas.
La situaci¨®n no se aclarar¨¢ hasta despu¨¦s de las elecciones gallegas y vascas. Los cr¨ªticos, una amalgama que va de Rubalcaba a Carme Chac¨®n, pasando, claro, por Susana D¨ªaz, esperan al Comit¨¦ Federal para exigir a Pedro S¨¢nchez que aclare si dispone de apoyos para ser presidente del Gobierno. Si como parece, S¨¢nchez no puede presentar esos votos, pero se niega a aceptar la abstenci¨®n en una nueva investidura de Rajoy y se vislumbran unas terceras elecciones, los cr¨ªticos pueden forzar la votaci¨®n de una resoluci¨®n en la que el Comit¨¦ Federal establezca las condiciones para esa abstenci¨®n, desde pedir la cabeza de Mariano Rajoy a fijar s¨®lo una lista de leyes a modificar.
La cuesti¨®n es que esa votaci¨®n reflejar¨ªa la ruptura entre la direcci¨®n del partido y los cr¨ªticos y que S¨¢nchez, acorralado y muy audaz, puede saltarse las normas estatutarias internas y convocar un refer¨¦ndum entre la militancia. Quedar¨ªa entonces la improbable posibilidad de lograr la dimisi¨®n de la mitad de la actual ejecutiva y dejar la decisi¨®n a una gestora. ?Hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a llegar unos y otros?
Es posible que el sector ajeno a la lucha por el poder no sue?e con quitar a unos (enfrentados con la estructura), para colocar a otros (parte de esa estructura, pero con muy poca credibilidad), sino que piense en generar otro equipo de direcci¨®n. Un equipo capaz de llegar a acuerdos con Podemos y con nacionalistas, sin despertar tantas inquinas internas, y capaz de reconstruir, y liderar, sin miedo, un nuevo proyecto de izquierda democr¨¢tica. El problema es para cuando. ?Dentro de trece a?os??
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