Las ratas que vest¨ªan pantaloncitos para poner a prueba su vida sexual
Los premios Ig Nobel celebran un a?o m¨¢s los trabajos cient¨ªficos m¨¢s hilarantes
Antes de morir, el egipcio Ahmed Shafik aseguraba haber sido candidato al premio Nobel, pero se tuvo que conformar con uno de los premios Ig Nobel m¨¢s divertidos que se recuerdan. Los galardones m¨¢s gamberros de la ciencia concedieron el reconocimiento a Shafik (en la categor¨ªa de Reproducci¨®n) por su estudio de la sexualidad en ratas. Su trabajo requer¨ªa mucha paciencia: este m¨¦dico visti¨® a 75 ratas con distintos tipos de pantaloncitos durante un a?o para luego estudiar c¨®mo afectaba a sus c¨®pulas. Los de poli¨¦ster, seg¨²n Shafik, perjudicaban notablemente el rendimiento sexual de los roedores, mientras que no hubo cambios en las ratas que lucieron durante doce meses sus pantalones de algod¨®n o lana en el laboratorio.
El Ig Nobel de Qu¨ªmica fue para Volkswagen "por resolver el problema del exceso de emisiones de poluci¨®n de los autom¨®viles"
En el momento m¨¢s provocador de la velada, cosa poco habitual, el premio de Qu¨ªmica se lo llev¨® la casa Volkswagen por sus malas pr¨¢cticas. En concreto, "por resolver el problema del exceso de emisiones de poluci¨®n de los autom¨®viles autom¨¢ticamente, produciendo electromec¨¢nicamente menos emisiones cada vez que los veh¨ªculos est¨¢n siendo analizados". Sorprendentemente, nadie acudi¨® a recoger el premio. Como siempre reclaman, estos premios primero hacen re¨ªr y luego hacen pensar.
El premio de Medicina viaj¨® a Alemania, a los investigadores de la Universidad de L¨¹beck que descubrieron un gran m¨¦todo para aliviar el picor de un brazo si no te lo puedes rascar: rascarte el otro, poniendo un espejo frente al anterior para que parezca, al ver el reflejo, que te est¨¢s rascando el brazo correcto.
Hubo en la ceremonia un premio para Espa?a, en concreto la Universidad de Girona, porque uno de sus investigadores, Ram¨®n Heged¨¹s, colabor¨® con otros colegas h¨²ngaros en un descubrimiento esencial para el mundo equino. Los caballos blancos, gracias a la polarizaci¨®n de la luz, son objeto de muchas menos picaduras de t¨¢banos que los caballos oscuros. A cambio, los caballos blancos suelen sufrir m¨¢s c¨¢ncer de piel y problemas de vista... pero al menos les pican menos los t¨¢banos porque no les ven bien.
"Por preguntar a mil mentirosos la frecuencia con la que mienten y decidir si creer o no esas respuestas" se llev¨® el premio de Psicolog¨ªa un grupo internacional de especialistas que hab¨ªan estudiado c¨®mo evoluciona con la edad la tendencia a mentir. Preguntaron a 1.005 visitantes de museos de ciencia, de entre 6 y 77 a?os. Y, despu¨¦s de reconocer que ment¨ªan, los psic¨®logos decidieron creer sus dem¨¢s respuestas. Al recoger el premio, uno de sus autores record¨® que, para saber si Clinton y Trump mienten mucho, primero hay que saber cu¨¢nto se miente normalmente.
Cient¨ªficos japoneses? descubrieron c¨®mo cambia nuestra visi¨®n de las cosas cuando miramos entre nuestras piernas
El Ig Nobel de Percepci¨®n fue para dos japoneses que descubrieron c¨®mo cambia nuestra visi¨®n de la distancia y el tama?o de las cosas cuando miramos entre nuestras piernas. En efecto, agachados, asomando nuestra cabeza bajo el arco que forman las piernas, el mundo se ve algo distinto, como demostraron estos galardonados.
Otro de los premios m¨¢s celebrados ya hab¨ªa tenido sus buenos quince minutos de fama previamente. Se trata de ese estudio cuyo t¨ªtulo, "Sobre la recepci¨®n y detecci¨®n de mierdas pseudoprofundas" (PDF), pasar¨¢ a los anales de la ciencia con todo merecimiento. Sus autores dec¨ªan que cuanto mayor es el impacto de una de esas frases inspiradoras de Paulo Coelho que vemos en los muros de Facebook... menos inteligente es la persona. Parad¨®jicamente, las noticias sobre el estudio arrasaron tambi¨¦n en los muros de Facebook.
Adem¨¢s, se premi¨® en Literatura al autor de una autobiograf¨ªa en tres tomos sobre los placeres de coleccionar bichos vivos y muertos; en Biolog¨ªa a dos autores, uno por vivir en la naturaleza convirti¨¦ndose en cabra, con extremediades fabricadas a tal efecto, y otro poni¨¦ndose en el lugar de tejones, nutrias, zorros, ciervos y p¨¢jaros; y en Econom¨ªa a los investigadores que analizaron la personalidad de las piedras desde la perspectiva de la mercadotecnia.
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