El ¨¦xito intenso de Marion Cotillard, una mujer en el ojo del hurac¨¢n
Nunca habla de su vida, pero ahora la actriz francesa m¨¢s rentable del siglo XXI ha salido al paso de los que la han convertido en culpable del divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie
Marion Cotillard debe de estar acostumbrada a los dramas. Al menos, en la pantalla. Porque la actriz (Par¨ªs, 1975) ha interpretado todo tipo de sufrimiento, f¨ªsico y emotivo: una mujer sin piernas, una trabajadora a punto de ser despedida o una reina mort¨ªfera. Vive tan intensamente las tragedias ficticias que, para prepararlas, evita inspirarse en su propio dolor, por temor a no regresar de la oscuridad. Liberarse por ejemplo del fantasma de Edith Piaf ¡ªel papel de la diva autodestructiva con el que gan¨® el Oscar en 2008, por La vida en rosa¡ª le cost¨® meses, con exorcismos y ritos con chamanes incluidos.
¡°Antes de mi familia, todo en mi vida estaba dedicado a mis personajes. Pero ya no puedo encerrarme en otro mundo, no quiero que afecte a mi hijo¡±, relataba en 2014 a The Guardian. As¨ª que por Marcel, que tiene cinco a?os, por su venidero hermano ¡ªeste jueves ha desvelado que est¨¢ embarazada¡ª y por Guillame Canet, actor, director y su pareja desde 2007, la int¨¦rprete ha intentado suavizar el ¨®rdago emocional que le supon¨ªa cada actuaci¨®n. Sin embargo, ahora Cotillard afronta otra tormenta que sacude tanto su sensibilidad como sus seres queridos: la prensa amarillista apunta a que la ruptura entre Brad Pitt y Angelina Jolie se debe a un presunto romance del actor con la estrella francesa, durante el rodaje de Aliados.
¡°Hace muchos a?os conoc¨ª al hombre de mi vida. Es mi amor, mi mejor amigo, el ¨²nico que necesito¡±, ha contestado ella en Instagram. El mensaje est¨¢ escrito en ingl¨¦s y franc¨¦s, los idiomas entre los que baila desde hace a?os. La int¨¦rprete naci¨® en Par¨ªs, en una casa muy creativa: la madre era actriz, el padre mimo y director teatral, y ambos dejaban que sus tres hijos dibujaran libremente en las paredes del hogar. Pero ni la fantas¨ªa de la peque?a Cotillard podr¨ªa haber pintado el triunfo que la esperaba. Dice que se hizo actriz para huir de s¨ª misma y que sin embargo fue as¨ª como se encontr¨®. Y el cine hall¨® una estrella.
Tras su primer taquillazo, Taxi Express (1998), fue acumulando papeles cada vez m¨¢s visibles, de Big Fish 82004) a Un buen a?o (2006), hasta el Oscar. Hoy es un astro brillant¨ªsimo, musa de Hollywood y la actriz francesa m¨¢s rentable del siglo XXI, seg¨²n Le Figaro: su nombre es una garant¨ªa, ya act¨²e en superproducciones como El caballero oscuro: La leyenda renace (2012) de Christopher Nolan, a las ¨®rdenes de Woody Allen en Midnight in Paris )2011)o en pel¨ªculas m¨¢s peque?as, como Dos d¨ªas, una noche (2014), de los hermanos Dardenne.
A la vez, la actriz es imagen de Christian Dior y pelea como activista: para UNICEF, contra el riesgo de extinci¨®n del tigre de Sumatra y, sobre todo, en defensa del medioambiente. Tambi¨¦n denuncia el ¡°horror¡± que le provoca el Frente Nacional de Marine Le Pen. Y combate otra guerra diaria: por su intimidad. ¡°Siempre me he sentido una marginada. No estoy a gusto ni siquiera en un grupo de personas¡±, dijo a The Guardian. Imaginen ante los paparazis. De ah¨ª que apenas cuente detalles de su vida privada ni haya muchas fotos de ella junto con Canet. Y eso que, seg¨²n The Guardian, en Francia se les considera ¡°el equivalente de Brangelina¡±. Iron¨ªa del destino.
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