Brad Pitt y Angelina Jolie: el ¨²ltimo cuento de hadas
Los actores fascinaban al p¨²blico porque encarnaban el ¨²ltimo romance de la mediana edad
Brad fuma demasiada marihuana. Angelina quiere dedicarse a la pol¨ªtica. Brad bebe sin parar. Angelina no puede controlar sus celos. Brad golpea a los ni?os. Angelina tiene ideas peculiares sobre la educaci¨®n infantil.
A lo largo de esta semana, hemos descubierto m¨¢s intimidades de esta pareja que de cualquiera de nuestros amigos. Incluso hemos conocido intimidades inexistentes, como el supuesto romance entre Pitt y Marion Cotillard, una teor¨ªa que la actriz francesa corri¨® a desmentir, pero que habr¨ªa quedado fant¨¢stica en el curr¨ªculum del actor, como una carrera de relevos entre divas que empez¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada, cuando Jennifer Aniston cedi¨® el testigo.
Es cierto que Brangelina, como los bautizaron los tabloides, ha sabido explotar hasta el ¨²ltimo fotograma de su imagen p¨²blica. Hemos visto instant¨¢neas de su boda (vendidas a People y a Hello! por cinco millones de d¨®lares o poco m¨¢s de 4,5 millones de euros), de su reci¨¦n nacido Shiloh (4,1 millones de d¨®lares -3,6 millones de euros-) y de sus gemelos (?14 millones de d¨®lares! -12,4 millones de euros-). Jolie nos ha contado su mastectom¨ªa. Y por si fuera poco, el a?o pasado protagonizaron juntos la pel¨ªcula Frente al mar, escrita y dirigida por Angelina, sobre la crisis matrimonial de dos artistas, ¨¦l bebedor, ella obsesionada con la maternidad. La historia se grab¨® en los vi?edos de Ch?teau Miraval, propiedad de la pareja. Y aunque recaud¨® menos que cualquier foto de los ni?os, el divorcio le ha a?adido un plus de morbo: el punto medio perfecto entre cine de autor y prensa del coraz¨®n.
Sin embargo, el terremoto medi¨¢tico causado por esta separaci¨®n tiene razones m¨¢s profundas. De hecho, m¨¢s que a ellos se debe a nosotros, pobres espectadores con vidas grises. Ricos y famosos hay muchos. Pero Brad y Angelina fascinaban al p¨²blico porque encarnaban el ¨²ltimo romance de la mediana edad.
Echemos un vistazo a los guapos de Hollywood nacidos en la primera mitad de los a?os sesenta, es decir, a los que han crecido con dos generaciones de espectadores. Pongo hombres solo porque tienen m¨¢s tendencia a aglutinar parejas del gremio:
Tom Cruise (1962) tuvo dos divorcios: con Nicole Kidman y con Katie Holmes, incluso despu¨¦s de brincar en un sof¨¢ en televisi¨®n para proclamar su amor por ella. El rid¨ªculo invertido debe haber figurado en la separaci¨®n de bienes.
Sean Penn (1960) se cas¨® con Madonna y con Robin Wright, y luego sali¨® con Scarlett Johansson y Charlize Theron. Su amor m¨¢s duradero sigue siendo Hugo Ch¨¢vez.
Johnny Depp (1963) ha pasado por Winona Ryder, Kate Moss, Vanessa Paradis y Amber Heard. Posiblemente, nunca ha conocido a nadie que no sea famoso.
Y George Clooney (1961) se mantuvo soltero hasta hace dos a?os.
Las estrellas no son solo profesionales frente a la c¨¢mara. Es en la vida real donde encarnan los verdaderos sue?os de todas las personas: tener un trabajo m¨¢gico y divertido, asistir a fiestas glamurosas con un vestido deslumbrante, tener atenci¨®n y dinero... Nadie quiere ser un soldado de la Segunda Guerra Mundial. Todo el mundo quiere ser el actor que hace de soldado de la Segunda Guerra Mundial. Y, por eso, todos deseamos que ese actor sea feliz y su vida, perfecta (en un sentido bien cl¨¢sico de lo perfecto, que incluye estar forrado... Y el amor).
El fin de Brangelina ha creado conmoci¨®n, no por ellos, que al fin y al cabo tienen menos problemas que cualquiera de nosotros. Sino porque es un nuevo mordisco que la realidad les da a nuestros sue?os.
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