Diferencias irreconciliables
Las mujeres fuertes no te miran con rayos x sino que te arrastran hacia su profundidad
De entre todos los memes enviados sobre el divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt, me ha entusiasmado ese que sugiere que Albert Rivera intermediar¨¢ para que negocien y vuelvan juntos. Es el t¨ªpico chiste tonto que me hace gracia. Igual que a usted, a m¨ª me tom¨® por sorpresa la noticia del divorcio. Estaba tan hechizado por las declaraciones de Raquel Mosquera contra Roci¨ªto y Fidel que por un momento cre¨ª que se estaban inventando el t¨ªpico bulo para conseguir callar a la peluquera m¨¢s charlatana del pa¨ªs.
Para m¨ª el shock ha sido considerable. Una de esas noticias que te obligan a preguntarte: ?qu¨¦ estabas haciendo cuando te enteraste que se divorciaban Brad y Angelina? Yo viendo a Raquel Mosquera mientras trotaba en mi gimnasio y pensaba que a ella le vendr¨ªa bien hacer lo mismo. Sudoroso, divagu¨¦ que la inestabilidad del amor y la duraci¨®n del matrimonio est¨¢n marcados por lo inesperado. ¡°Es el karma¡±, dijo la m¨ªstica de Jennifer Aniston.
En todas partes escucho especulaciones, como que la verdadera raz¨®n de la ruptura es el empe?o de Jolie por ser directora y esa ¨²ltima pel¨ªcula protagonizada por ambos, Frente al mar, que por mala y confusa recuerda a la que rodaran Guy Ritchie y Madonna y que igualmente propici¨® su divorcio.
Nuestros pol¨ªticos tambi¨¦n est¨¢n divorciados y calculando, mientras seguimos sin gobierno. Aunque durante los 12 a?os que dur¨® Brangelina, como les bautizaron, no dejaron de aportar ideas y gestos a la cultura de la celebridad. Lo primero, refrescar el concepto de la pareja cool e h¨ªperfamosa, que no es una idea propia porque ya hubo Marco Antonio y Cleopatra en la antig¨¹edad y Richard Burton y Elizabeth Taylor tanto en el celuloide como en la vida real. Pero aquellos primeros meses de Brangelina, ?qu¨¦ delirio, qu¨¦ sobreexposici¨®n, qu¨¦ alegr¨ªa! Luego lleg¨® esa ansia reproductiva, llena de hijos adoptados, biol¨®gicos, todos con nombres no convencionales. Despu¨¦s la evoluci¨®n de Brad en hombre perfecto, padre, sex symbol, solidario y con estilo cool. Hasta el selfie dicen que lo invent¨® Angelina en los Oscar donde visti¨® aquel traje con much¨ªsima tela por donde sal¨ªa perfecta, y solitaria, una de sus piernas.
Antes de sus diferencias irreconciliables, no solo reinventaron el glamour en pareja en cantidades industriales sino que permitieron a su hija, Shiloh, convertirse en una precoz exponente del Gender Fluid o g¨¦nero fluido. Cuando Angelina declar¨® que Shiloh se sent¨ªa ni?o, les llovieron cr¨ªticas. Otros lo aplaudieron y seguramente en ese momento se bautiz¨® el Gender Fluid, en el que lo femenino y lo masculino se toman tanto prestado que terminan difuminados. Palomo Spain, un joven dise?ador, quiz¨¢ intu¨ªa algo as¨ª y mostr¨® en los jardines del Museo L¨¢zaro Gadiano una colecci¨®n masculina repleta de lentejuelas, volantes, capas ligeras y estampados altisonantes. Iban acompa?ados de botas mosqueteras con colores empolvados y que llegaban hasta m¨¢s all¨¢ de la rodilla y de lo razonable, dejando al descubierto piernas velludas. Un punto importante: en el Gender Fluid no es necesaria la depilaci¨®n. La electricidad en el ambiente recordaba la de la primera colecci¨®n de David Delf¨ªn en Cibeles. La ovaci¨®n cerrada y febril hac¨ªa sentir que Madrid recuperaba ese punto de descaro que apasiona.
La misma noche del anuncio del divorcio, Pen¨¦lope Cruz y Lanc?me invitaron a cenar. En la lista de invitados, Alaska y Mario, Bibiana y Loles Le¨®n, Jon Kortajarena y un buen pu?ado de destacadas editoras de revistas del pa¨ªs. Tambi¨¦n Encarna y M¨®nica, mam¨¢ y hermana de Pen¨¦lope, continuamente report¨¢ndose entre ellas, cosas de la fiesta, la casa, como un tri¨¢ngulo femenino c¨®mplice y fiero. Pen¨¦lope se sienta y percibes su capacidad de liderazgo. Habla directamente a los ojos y confirmas que las mujeres fuertes no te miran con rayos x sino que te arrastran hacia su profundidad. Nadie se atreve a preguntarle por Brangelina. En un momento dado se interesa por Venezuela pero terminamos hablando de si me he hecho algo en la cara. ¡°Me la cuido en Maribel Y¨¦benes donde tambi¨¦n me rizo las pesta?as¡±, respondo, y se r¨ªe. ¡°?No duele?¡±, me pregunta. Entrecierro los parpados por toda respuesta y ella continua, ¡°no me sale a cuenta pasar ese dolor por unos meses de firmeza¡±. Y me doy cuenta de que algunas cosas, como la cosm¨¦tica, siguen manteniendo diferencias irreconciliables entre lo femenino y lo masculino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.