Voto a la estabilidad
Euskadi y Galicia votan continuidad y castigan la intransigencia de S¨¢nchez
Los electores de Galicia y del Pa¨ªs Vasco revalidaron ayer la estabilidad de los Gobiernos que han tenido cada una de estas comunidades y castigaron la intransigencia y la frivolidad de la direcci¨®n del PSOE. La mayor¨ªa absoluta obtenida por el Partido Popular en Galicia y la c¨®moda situaci¨®n alcanzada por el Partido Nacionalista Vasco confirman la continuidad de las opciones dominantes, frente a una recomposici¨®n del mapa pol¨ªtico entre sus competidores insuficiente para buscar alternativas a los partidos ganadores.
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Alberto N¨²?ez Feij¨®o no solo es el triunfador en Galicia, sino la palanca pol¨ªtica que permite al PP mantener sus expectativas de cara al desbloqueo de las instituciones espa?olas. Las auton¨®micas gallegas ayudan a Mariano Rajoy a mantener las opciones de investidura y le compensan del mal resultado obtenido por este partido en el Pa¨ªs Vasco. El presidente del Gobierno en funciones tiene motivos para extraer conclusiones que van mucho m¨¢s all¨¢ de los resultados de unas elecciones auton¨®micas, y este es el punto del que hay que partir para analizar los pr¨®ximos movimientos.
Rajoy le debe este respiro esencialmente a la buena imagen de N¨²?ez Feij¨®o. La mayor¨ªa absoluta del PP en Galicia revalida la que ya lograra en las anteriores auton¨®micas de 2012 y configura a esta comunidad como la ¨²nica que, a contracorriente, coloca a un partido en esta situaci¨®n de predominio pol¨ªtico. Por experiencia de gesti¨®n y por sus continuados ¨¦xitos electorales, N¨²?ez Feij¨®o se sit¨²a como un l¨ªder fuerte ante el futuro del Partido Popular ¡ªaunque ¨¦l prefiere definirse como ¡°el presente de Galicia¡±¡ª y en primera l¨ªnea de salida para la eventual sucesi¨®n de Rajoy al frente del Gobierno de Espa?a.
La estabilidad y firmeza del voto gallego al PP contrasta con el reajuste en los dem¨¢s campos pol¨ªticos. En Marea se afianza en el Parlamento aut¨®nomo y los socialistas contin¨²an retrocediendo, lo cual refleja el fracaso del candidato apoyado por Pedro S¨¢nchez en una organizaci¨®n que ha acudido fracturada a la cita con las urnas. Sin embargo, la recomposici¨®n interna entre los tres principales competidores del PP les deja sin opci¨®n alguna de aspirar a una alternativa de cambio.
En Euskadi no hay duda de que el candidato del PNV, I?igo Urkullu, recoge los frutos de una l¨ªnea de conducta tan moderada como inteligente. Aunque no disponga de mayor¨ªa absoluta ¡ªque nunca se ha producido en el Pa¨ªs Vasco¡ª la cultura multipartidista est¨¢ claramente asentada y existen suficientes experiencias de pactos. La gobernabilidad no debe representar un problema para un dirigente como Urkullu, que ha demostrado una gran cintura pol¨ªtica. La hip¨®tesis de una alianza con EH Bildu es la menos probable, porque solo podr¨ªa tejerse sobre los factores soberanistas que comparten, lo cual equivaldr¨ªa a favorecer las expectativas futuras de la izquierda abertzale. Los resultados han dejado al PNV en una situaci¨®n suficientemente confortable como para que Urkullu no tenga problemas para continuar como lehendakari y pueda elegir diversas soluciones de gobernabilidad.
Aunque los gallegos y los vascos han votado pensando ante todo en sus respectivas comunidades, la instrumentalizaci¨®n que se ha querido hacer en clave nacional compromete a las principales fuerzas de Espa?a. La recomposici¨®n del mapa pol¨ªtico en las dos comunidades confirma la irrupci¨®n de Podemos y de sus confluencias en el espacio representado por las opciones socialistas. El da?o a la marca PSOE parece muy dif¨ªcil de reparar tras la implacable sucesi¨®n de derrotas hist¨®ricas, tanto en las dos ¨²ltimas elecciones generales como en las auton¨®micas de Galicia y Euskadi, donde ha sido partido de gobierno. Si no se hace algo, quiz¨¢ este no sea a¨²n su suelo de votos.
M¨¢s que una v¨ªa para hallar nuevas alternativas de gobierno para Espa?a, las elecciones de ayer la han cerrado y nos devuelven al punto de partida. El fracaso de los socialistas deja en situaci¨®n imposible a Pedro S¨¢nchez. Todas las miradas se vuelven ahora hacia el secretario general del PSOE, cuya intransigencia como valladar frente a la posibilidad de un Gobierno del PP perjudica electoralmente a su partido. Ni siquiera los da?os que presenta Podemos evitan la imparable sangr¨ªa de votos.
El PSOE est¨¢ obligado a cambiar urgentemente de rumbo. La comisi¨®n permanente del partido, que se re¨²ne hoy, y el comit¨¦ federal del pr¨®ximo fin de semana tienen que debatir la situaci¨®n y adoptar soluciones. A S¨¢nchez le corresponde ahora reconocer el fracaso de su intransigencia, asumir responsabilidades por la derrota de su partido y no buscar excusas ni perseverar en el intento de distraer la atenci¨®n con maniobras pol¨ªticas imposibles.
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