El casero alima?a
Me he propuesto ensalzar a un personaje c¨¦lebre. Pero el resultado ha sido todo lo contrario
Uno de mis compa?eros de secci¨®n, Luis Alegre, suele escribir columnas elogiosas sobre gente famosa, que en verdad, se lo merecen. Me gustan; son como beber agua clara de un manantial, como o¨ªr el canto de un ruise?or mientras ves el atardecer en un descampado, como encontrarte un billete de cinco euros en el bolsillo de una americana¡ ?Qu¨¦ gustico dan las colaboraciones de Luis Alegre! Y son muy necesarias, ahora que est¨¢ de moda el improperio resobado e indiscriminado. Por eso me he propuesto emularle, en esta ocasi¨®n, intentando ensalzar a un personaje c¨¦lebre. Pero el resultado ha sido todo lo contrario y al final he puesto a parir a un perfecto desconocido, en concreto a un excasero: Fernando Alcaide Moreno.
Fernando me alquil¨® un apartamento de dos habitaciones y una de ellas era un armario empotrado. En el contrato pon¨ªa que el alquiler era de 600 euros, pero en realidad le apoquinaba 900. Se pasaba todos los meses a que se los diese en mano, la alima?a. ?No se si se acuerdan, queridos lectores, de una nueva especie de simio de gran tama?o que descubrieron hace unos a?os y que se daba un aire a ?lvaro Pombo? Pues ese mono ten¨ªa una mirada m¨¢s humana que mi excasero. Utilizaba, adem¨¢s, expresiones como: ¡°M¨¢s a gusto que un arbusto¡±, ¡°me piro vampiro¡±, ¡°vaya toalla¡±, ¡°en fin seraf¨ªn¡±, ¡°como mola la gramola¡±, ¡°la ca?a de Espa?a¡±, etc¨¦tera¡ No era raro que eruptara mientras lo hac¨ªa el asqueroso. Y ol¨ªa a pachuli. En fin, que as¨ª era. Y por decir algo bueno¡ ten¨ªa una bonita sonrisa¡ que se dibujaba en su jeta cuando le soltaba la pasta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.