M¨¢s all¨¢ de The Get Down, el Bronx resiste
El pasado 12 de agosto Netflix lanzaba The Get Down, la nueva serie de moda sobre el nacimiento del hip hop en el barrio neoyorkino del Bronx. La aventura de dos amantes adolescentes y de su pandilla de amigos se encuadra en el abrasador verano del 77 y retrata el ca¨®tico paisaje urbano tras el corte de luz que sumi¨® Nueva York en una espiral de saqueos e incendios sin precedentes. Edificios en llamas y sue?os inalcanzables de j¨®venes que riman versos sobre la falta de oportunidades se mezclan con drogas, sexo, m¨²sica disco, grafiti, violencia, funk, baile, Dj's, Mc's, avaricia inmobiliaria y cultura callejera en una coctelera que le ha costado a la plataforma de televisi¨®n de pago en streaming 120 millones de d¨®lares (la serie m¨¢s cara de la historia de Netflix).
The Get Down es una historia sobre exclusi¨®n en uno de los cinco distritos de Nueva York hace cuarenta a?os. Sin embargo, hoy, las personas que viven en sus calles siguen en una situaci¨®n de vulnerabilidad. Su poblaci¨®n de un mill¨®n y medio de personas, seg¨²n estad¨ªsticas publicadas por el Estado de Nueva York, est¨¢ formada por un 54.8% de origen hispano, un 30.4% de negros, un 10.4% de origen cauc¨¢sico y un 4% de isle?os de Asia y el Pac¨ªfico. Una brecha racial y socioecon¨®mica que nos muestra la fragmentaci¨®n social de una ciudad, Nueva York, falsamente idealizada como la capital de las oportunidades para todos.
La gentrificaci¨®n del Bronx y la resistencia vecinal:
"El Bronx est¨¢ en llamas, debido a que el mercado inmobiliario se est¨¢ calentando", rezaba el titular de un art¨ªculo en una popular revista neoyorkina especializada en compra-venda de inmuebles. Ese barrio que arde en llamas en The Get Down se ha convertido, en la actualidad, en una suculenta tarta para los inversores de la especulaci¨®n inmobiliaria.
En el primer trimestre de 2015, el n¨²mero de permisos de construcci¨®n creci¨® en un 48 por ciento m¨¢s que el mismo periodo del a?o anterior. Al mismo tiempo, increment¨® un 35% el n¨²mero de casas en venta y los alquileres se han encarecido hasta un 20% en las zonas m¨¢s humildes del distrito, en su mayor¨ªa ubicadas en el Sur del Bronx. "El Bronx es el nuevo Brooklyn", parece murmurar la ciudad mientras suben los precios de las casas en Mott Haven, Port Morris, Parkchester o Woodlawn, todos barrios residenciales de bajos ingresos del distrito.
La invenci¨®n de nuevos esl¨®ganes publicitarios es un s¨ªntoma del boom inmobiliario que est¨¢ viviendo la zona. A mediados de 2015, los inversores Somerset Partners y The Chetrit Group, que quer¨ªan promocionar el negocio en el distrito, colgaron un cartel en el South Bronx donde se anunciaba la venta de pisos en "el Distrito del Piano". R¨¢pidamente, la comunidad reaccion¨® en redes sociales con el hashtag #WhatPianoDistrict (impulsado por la artista de ra¨ªces puertorrique?as Karen Pedrosa), cuya fuerza sigue movilizando a la poblaci¨®n para manifestarse ante cualquier tipo de amenaza al derecho a una vivienda digna en el distrito. Otros activistas como los que conforman el grupo The Bronx Is Not For Sale (El Bronx no est¨¢ en venta), se han manifestado en distintas ocasiones durante los ¨²ltimos meses para reivindicar pol¨ªticas de vivienda m¨¢s democr¨¢ticas.
El Bronx sigue siendo el barrio m¨¢s pobre de Nueva York:
Seg¨²n datos oficiales del gobierno estadounidense, en Morrisania y Crotona, en el Sur del Bronx, un 44% de la poblaci¨®n vive por debajo del umbral de la pobreza. Las estad¨ªsticas oficiales indican que el distrito es el que tiene peores tasas de desempleo de toda la ciudad (un 7.7%).1 de cada 5 adultos con edad para trabajar est¨¢ desempleado. Y si bien hay muchos proyectos trabajando en terreno para mejorar la formaci¨®n profesional y ofrecer opciones laborales a miles de personas en riesgo de exclusi¨®n, parece que los esfuerzos no est¨¢n siendo suficientes.
Las deficiencias en el transporte interurbano (que circula con poca frecuencia, cuenta con billetes caros...) y la falta de suficientes carreteras que conecten con Manhattan o Brooklyn, tambi¨¦n representan una barrera para los residentes del Bronx. La desconexi¨®n tradicional del barrio con el resto de la ciudad por una planificaci¨®n urbana que ha tendido a marginar a los residentes de los barrios m¨¢s empobrecidos, hace que las personas del Bronx sean m¨¢s vulnerables a la p¨¦rdida de empleo, muchas veces, lejos de su lugar de residencia.
En t¨¦rminos de salud, este distrito tambi¨¦n registra los peores datos de toda la ciudad de Nueva York. El acceso a los servicios sanitarios es m¨¢s limitado que en otros distritos. A pesar de contar con tres de los once centros hospitalarios p¨²blicos del ¨¢rea metropolitana, hay un gran d¨¦ficit de inversi¨®n en infraestructuras e insuficiencia de personal m¨¦dico en sus instalaciones. Las altas tasas de VIH (27.814 personas registradas con esta enfermedad seg¨²n recientes estad¨ªsticas), la obesidad, el asma o la depresi¨®n y otras enfermedades mentales, representan desaf¨ªos para una comunidad m¨¦dica con falta de apoyos gubernamentales suficientes para hacer frente a los efectos colaterales de la pobreza.
El poder de la educaci¨®n:
Muchas familias de clase media que se est¨¢n trasladando paulatinamente a barrios como el Bronx, llevan a sus hijos a centros educativos de otros barrios tradicionalmente m¨¢s poblados por blancos como puede ser Brooklyn. De esta forma, en la mayor¨ªa de escuelas locales, m¨¢s del 90 por ciento de los estudiantes siguen siendo negros e hispanos. Casi todos, provenientes de familias de renta baja.
Para intentar paliar esta situaci¨®n naci¨® el proyecto IntegrateNYC4Me, que realiza intercambios de estudiantes entre alumnos de la Academia de las Letras del Bronx y un instituto de Brooklyn desde hace un par de a?os. El objetivo es estrechar la brecha racial entre sus estudiantes y educarlos en la diversidad cultural existente en la ciudad. Adem¨¢s, el proyecto tambi¨¦n quiere instalar el debate sobre la desigualdad en los recursos que se emplean en las escuelas de unos u otros barrios, creando falta de oportunidades entre la poblaci¨®n de las zonas de m¨¢s bajos ingresos. Para ello, IntegrateNYC4Me (o un Nueva York integrado para m¨ª), quiere acercar a los miembros de la comunidad educativa y miembros del Ayuntamiento y otras esferas gubernamentales a partir de diferentes actividades y talleres creativos que promuevan escuelas interraciales en toda la ciudad de Nueva York.
Quiz¨¢s la conciencia y educaci¨®n entre los m¨¢s j¨®venes plante una semilla de esperanza para la construcci¨®n de una Nueva York m¨¢s inclusiva e integradora para todos sus habitantes. Aunque seguramente, si este debate se hubiera instalado antes en las escuelas y en la esfera p¨²blica, justo en esa ¨¦poca que retrata The Get Down, hoy las cosas ser¨ªan muy distintas para el barrio que dio a luz al hip hop. No obstante, puede que la serie, a¨²n sin quererlo, agrave m¨¢s la situaci¨®n de la vivienda en el Bronx, que ya no necesita de carteles inventando esl¨®ganes, pues tiene una de las armas propagand¨ªsticas m¨¢s poderosas del mercado: el cine.
IntegrateNYC4Me on The Huffington Post from IntegrateNYC 4Me on Vimeo.
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