Apadrinadnos

Una de las cosas m¨¢s positivas que van a dejar las elecciones en Galicia es la puesta en marcha de seminarios con los que instruirnos a los gallegos sobre c¨®mo debemos votar. S¨®lo espero que los especialistas que se adentren en esta tierra nublada de aldeas repletas de ancianos que se comunican con las manos sean coachs sofisticados entrenados en la democracia con la misma pasi¨®n que en el spinning. De ah¨ª que, a base de sudar, podamos ir a votar con el mismo objetivo que al gimnasio: para estar ¡°satisfechos con nosotros mismos¡± y gustarle a los dem¨¢s.

En realidad lo que necesitamos los gallegos (qui¨¦nes ser¨¢n "los gallegos") ya lo interpretaron muy bien aquellos pocos pero entusiastas ciudadanos del resto de Espa?a a los que, en medio del naufragio del Prestige, no se les ocurri¨® otra cosa que mandar arroz. Al principio no sab¨ªamos si quer¨ªan que nos empez¨¢semos a casar. Cuando supimos que era para alimentarnos hubo que esconder a los ni?os no los fueran a apadrinar; de repente nadie quiso verse obligado a mandar cada a?o un dibujo a Alicante y una foto del chaval con los avances.

Pobres y tarados gallegos. Esclavos e ignorantes, como dijo ayer un escritor antes de pedir disculpas que le honran y despu¨¦s, sospecho, de reparar en que ¨¦l es gallego y diputado elegido por gallegos para representarnos en Madrid; a Valle-Incl¨¢n le hubiera explotado la cabeza. Es ese ejercicio que va entre el rencor y la condescendencia, cuando no el tutelaje. Se detecta no s¨®lo en pol¨ªticos incapaces de comprender que haya un ser humano sobre la tierra que vote a la derecha, pues cuando sucede autom¨¢ticamente la democracia se debilita, sino en la derecha cuqui que ante la falta de ortograf¨ªa o la mala dicci¨®n de un Pepe ya es Pepi?o, pero si ¡°don Amancio¡± se come a un ni?o vivo salen corriendo, con la fregona, a decir que el ni?o no era muy guapo.

Complejos: los de aqu¨ª y los de all¨¢. De los viejos no deben enamorarse de Castelao a los viejos no deben votar, porque les va a explicar un chico de 20 a?os de qu¨¦ va la democracia. Va de como todo: de hacer lo mismo que yo, "con independencia", que es tambi¨¦n c¨®mo hay que escribir, c¨®mo hay que comer, c¨®mo hay que querer y c¨®mo hay, resumiendo, que vivir. Que eso tambi¨¦n tiene que aprenderse, no vaya a ser que se est¨¦ viviendo mal y no se vote con claridad. Y si en lugar de vivir como gallegos vivimos como madrile?os quiz¨¢s consigamos, en nuestra comunidad, que ganen los buenos.