La incre¨ªble historia del primer ordenador que viaj¨® al espacio
El computador de a bordo de la misi¨®n AS-202 allan¨® el camino para llegar a la Luna y luego se perdi¨® entre la chatarra, hasta ahora
Era agosto de 1966 cuando la NASA lanz¨® la misi¨®n AS-202, la tercera del programa Apolo, que ten¨ªa como objetivo llevar al hombre a la Luna. Este Apolo 3 transport¨® por primera vez hasta el espacio al primer ordenador con circuitos integrados: fue el mismo modelo que tres a?os despu¨¦s viaj¨® con Neil Amstrong hasta la superficie lunar. Tras su misi¨®n de reconocimiento, el procesador cay¨® al fondo del Pac¨ªfico, fue recuperado y subastado como chatarra. Ahora, 50 a?os despu¨¦s, un ingeniero inform¨¢tico de Sud¨¢frica lo ha localizado y devuelto a la vida.
Francois Rautenbach ha publicado su logro en tres v¨ªdeos de YouTube, donde tambi¨¦n explica c¨®mo ha conseguido recuperar el software original. En uno de ellos se ve c¨®mo desempaqueta y muestra a la c¨¢mara varios objetos negros, rectangulares y alargados: son m¨®dulos de memoria que llevan impreso el n¨²mero de referencia, el nombre del vuelo que los transport¨® y el sello de la NASA. Tambi¨¦n ense?a una maleta llena de otros objetos parecidos en los que se puede leer "Logic module": almacenan los controladores programables que permiten al ordenador llevar a cabo procesos sin la intervenci¨®n humana. Los sucesos que acercaron estos pedazos de historia espacial hasta las manos del ingeniero inform¨¢tico parecen tan improbables como incre¨ªbles.
El objetivo de la misi¨®n no tripulada AS-202, donde viajaron estos m¨®dulos, era probar el equipamiento que se utilizar¨ªa para conquistar la Luna en 1969. Despu¨¦s de realizar con ¨¦xito las pruebas en el lanzamiento, la fase de separaci¨®n, el funcionamiento de los subsistemas y el del escudo t¨¦rmico de reentrada en la atm¨®sfera, los restos de la nave cayeron al Pac¨ªfico, donde fueron rescatados por un portaaviones de la NASA. Lo que sucedi¨® despu¨¦s es confuso. El hardware y software de este primer ordenador fueron un modelo para desarrollar los siguientes, pero sus componentes f¨ªsicos ¡ªlos circuitos, los m¨®dulos de memoria¡ª acabaron en una pila de chatarra que fue vendida a un hombre de Houston (Texas, Estados Unidos) que no ha querido revelar su identidad.
Cuando este hombre an¨®nimo se dio cuenta de que algunas de las piezas que hab¨ªa comprado como basura eran en realidad partes de un proyecto de la NASA, las puso a la venta en eBay. Los anuncios de Internet llamaron la atenci¨®n del FBI, que decidi¨® hacerle una visita. La Oficina Federal de Investigaci¨®n de Estados Unidos se preguntaba de d¨®nde hab¨ªan salido las piezas que estaba vendiendo en la Red. ¡°El hombre consigui¨® encontrar la factura original de la subasta y no tuvo m¨¢s problemas, pero se asust¨® y no quer¨ªa que nadie m¨¢s en Estados Unidos supiera que ten¨ªa esos componentes¡±, cuenta Rautenbach. ¡°Que yo fuera de Sud¨¢frica fue una ventaja¡±.
Aunque algunos de los fragmentos recuperados se vendieron a trav¨¦s de eBay, el hombre de Texas a¨²n guardaba los componentes del ordenador, sin saber muy bien qu¨¦ eran. Rautenbach, el ingeniero inform¨¢tico, llevaba tiempo hablando con expertos de todo el mundo sobre la carrera espacial de la NASA, hasta que uno de ellos le cont¨® que alguien hab¨ªa recuperado sin querer algunas piezas potencialmente valiosas.
Poco tiempo despu¨¦s, Rautenbach hizo una visita al hombre de Texas y cuando volvi¨® a su Sud¨¢frica natal, lo hizo con los m¨®dulos de memoria que ahora muestra orgulloso en su canal de YouTube. Despu¨¦s de recopilar minuciosamente una gran cantidad de pruebas, informes y documentales, el ingeniero se convenci¨® a s¨ª mismo de que ten¨ªa entre sus manos el ordenador de a bordo de la misi¨®n AS-202: el primer ordenador con circuitos integrados que hab¨ªa viajado al espacio, el hermano mayor de los port¨¢tiles actuales.
¡°Muchos de nosotros crecimos con la falacia de que el AGC (por sus siglas en ingl¨¦s) era menos potente que una calculadora programable¡±, explica Rautenbach. ¡°Ahora he descubierto que esta afirmaci¨®n est¨¢ muy lejos de la verdad y que se trata de una m¨¢quina muy potente y poderosa¡±. Durante los ¨²ltimos ocho meses, su vida ha girado en torno a esas piezas. Consultas a expertos, documentaci¨®n, pruebas con rayos X... El ingeniero inform¨¢tico se ha dedicado a estudiarlo con detenimiento y recuperar y poner a prueba su software: conect¨® los m¨®dulos de memoria a un lector que muestra la informaci¨®n en c¨®digo binario y se ha propuesto el reto de traducirla.
El uso de microchips en el ordenador de a bordo de una nave espacial fue todo un triunfo de la tecnolog¨ªa en los 60. Muchos de los c¨¢lculos necesarios para guiar a la nave se pod¨ªan hacer en la Tierra, pero la NASA decidi¨® que el Apolo deb¨ªa ser capaz de hacer sus propias operaciones. El dise?o del ordenador de a bordo se realiz¨® en colaboraci¨®n con el MIT y fue toda una haza?a: en esa ¨¦poca, una computadora ocupaba una habitaci¨®n entera, as¨ª que se vieron obligados a reducir su tama?o y peso desarrollando los circuitos integrados que har¨ªan posible que, a lo largo del programa Apolo, 12 hombres llegasen a pisar la Luna.
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