Las empleadas del hogar quieren dejar de ser invisibles
En Espa?a se estima que hay m¨¢s de 600.000 trabajadoras dom¨¦sticas, pero solo una tercera parte cotiza a la Seguridad Social
Son en su mayor¨ªa mujeres y se las puede considerar las trabajadoras m¨¢s desprotegidas de todo el sistema laboral. Aunque a partir de 2012 las empleadas del hogar lograron un gran hito al entrar en el r¨¦gimen general de la Seguridad Social, siguen siendo, por los salarios que perciben y las condiciones en que trabajan, un colectivo discriminado y en muchos casos explotado. Aislada cada una de ellas en la soledad de una relaci¨®n bilateral desequilibrada, siguen siendo socialmente invisibles. Como si fueran, a efectos laborales, transparentes.
Varios cientos de esas ¡°invisibles¡± se han reunido en Madrid en un congreso que puede calificarse de excepcional, habida cuenta de que pertenecen al sector laboral m¨¢s atomizado y disperso que pueda existir. Se estima que en Espa?a hay m¨¢s de 600.000 empleadas del hogar, pero solo el 30% cotiza a la Seguridad Social. La reforma impulsada por el Gobierno de Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero en 2011 supuso un avance importante, pues la normativa no se hab¨ªa modificado desde 1985. Con la nueva ley, los empleadores deb¨ªan cotizar cualquiera que fuera la dedicaci¨®n. Hasta ese momento, solo ten¨ªan obligaci¨®n de hacerlo a partir de las 20 horas de trabajo semanal. Se estableci¨® adem¨¢s un salario m¨ªnimo y el derecho a percibir un subsidio de incapacidad temporal a partir del cuarto d¨ªa de baja, en lugar del 29 como figuraba en el r¨¦gimen anterior. Pero no se reconocieron otros derechos, entre ellos el de percibir subsidio de desempleo.
Pronto se vio que la ley no se iba a traducir en una mejora general. Su eficacia ha sido muy limitada. La norma existe, es cierto, pero solo se benefician de ella una tercera parte de las empleadas. Y en los casos en los que se aplica, tampoco garantiza una equiparaci¨®n laboral completa. La crisis econ¨®mica ha actuado adem¨¢s en su contra. Hay muchas m¨¢s mujeres buscando un empleo que hogares con capacidad de contratar, lo que ha empujado salarios y condiciones a la baja. A ello se suma el hecho de que una parte importante de las empleadas son inmigrantes que no tienen regularizada su situaci¨®n, lo que las coloca en una situaci¨®n de indefensi¨®n a¨²n mayor.
Muchas empleadas que trabajaban en varios hogares hab¨ªan optado por la f¨®rmula de darse de alta como aut¨®nomas. Sus empleadores les pagaban una cantidad adicional, y ellas asum¨ªan la cotizaci¨®n. Pero la crisis se ha llevado por delante tambi¨¦n esta opci¨®n. O pagaban el alquiler o pagaban la cuota. Ese era el dilema que a muchas de estas empleadas ¡°aut¨®nomas¡± se les plante¨®. Ahora piden que Espa?a se adhiera al convenio 189 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) aprobado en 2011, que establece la obligaci¨®n de una equiparaci¨®n completa de los trabajadores dom¨¦sticos con el resto de empleados. Entre las medidas aprobadas en la breve legislatura pasada figura una proposici¨®n no de ley apoyada por todos los grupos parlamentarios excepto el PP que instaba a reconocer a las empleadas del hogar el derecho a cobrar desempleo. Pero como tantos otros asuntos de la agenda social, ha quedado en el limbo de un bloqueo pol¨ªtico que no cesa.
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