¡®No¡¯ es nada
Se ha extendido el 'no' como m¨¦todo y principio, sea con la sagaz formulaci¨®n de ¡°no es no¡± de S¨¢nchez o el 'no' de Rajoy a hablar con catalanes o vascos
Ah¨ª tenemos el no al refer¨¦ndum sobre el acuerdo de paz en Colombia. Ese no, dicen sus defensores, no significa un no a la paz, sino la b¨²squeda de una paz mejor que, por mala fe o ignorancia, se les pas¨® por alto a los negociadores.
Lo mismo nos vendieron los partidarios del Brexit: el no no pretender¨ªa romper todos los v¨ªnculos entre Reino Unido y Europa, sino mantenerlos, incluso profundizarlos, pero desde un plano de igualdad, y 100 d¨ªas despu¨¦s seguimos sin tener la m¨¢s remota idea de c¨®mo narices se hace eso.
Tambi¨¦n hemos visto, este domingo, al primer ministro h¨²ngaro buscar el refrendo popular para decir no a las cuotas de refugiados, por m¨¢s que el Tratado de la Uni¨®n Europea habilite al Consejo de la Uni¨®n a aprobarlas y, tras no lograr el qu¨®rum, plantear otro no imposible, pues la primac¨ªa del Derecho europeo sobre el nacional es el pilar sobre el que se asienta la construcci¨®n europea.
Eso por no hablar del no holand¨¦s en abril al Tratado de Asociaci¨®n con Ucrania, un disparate teniendo en cuenta los 196 ciudadanos holandeses fallecidos por el derribo del MH17 sobre territorio ucranio a manos de separatistas pertrechados con misiles rusos.
Tambi¨¦n en Espa?a, no ¨ªbamos a ser menos, se ha extendido el no como m¨¦todo y principio, sea con la sagaz formulaci¨®n de ¡°no es no¡± de S¨¢nchez o el no de Rajoy a hablar con catalanes o vascos.
No es de extra?ar que un editor avispado haya decidido reeditar el Manual de la demagogia, escrito en 1884 por el escritor, periodista y ensayista franc¨¦s Raoul Frary. Rebosante de iron¨ªa, nos recuerda que, igual que el cortesano adula al monarca, el pol¨ªtico democr¨¢tico debe halagar al pueblo dici¨¦ndole lo que este quiere oir. ¡°Si quer¨¦is el favor de vuestros conciudadanos¡±, recomienda al pol¨ªtico, ¡°penetraos de sus prejuicios y debilidades¡±. Lo contrario, es decir, ¡°proclamar verdades ingratas, dar consejos desagradables o combatir las opiniones m¨¢s populares¡± os convertir¨¢ en ¡°un aburrido censor, un sermoneador inoportuno que no gozar¨¢ del apoyo del pueblo¡±. El no es la nada, pero te puede llevar muy lejos. @jitorreblanca
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