¡°Desde Mosc¨² a Bilbao, vengo por toda la orilla...¡±
La incursi¨®n de dos superbombarderos rusos revela el peligroso juego del gato y el rat¨®n que se libra en el cielo de Europa
Seamos sinceros. Ciertos pensamientos son inevitables tras conocer que dos superbombarderos rusos bordearon a finales de septiembre la orilla occidental de Europa desatando la alarma de los centros de control a¨¦reo de varios pa¨ªses y de la misma OTAN para terminar dando media vuelta al llegar a la altura de... Bilbao. Que si en realidad quer¨ªan ver el arco de San Mam¨¦s en Lezama, que si fueron informados de que en Bilbao lo correcto es la cuadrilla y ellos solo eran dos, que si cuando se dieron cuenta de las maniobras que hay que hacer para aterrizar en el aeropuerto de Loiu se sintieron m¨¢s seguros volviendo al ?rtico ruso o que si por radio los rusos se limitaban a silbar el ¡°desde Santurce a Bilbao¡±. Ni guerra fr¨ªa, ni caliente; llegar hasta Bilbao y darse media vuelta es imperdonable. Bromas aparte (la ¨²ltima frase no lo es, quede claro), este episodio deber¨ªa servirnos para ser conscientes de unos constantes y peligrosos juegos de guerra que se desarrollan en los cielos de Europa desde hace por lo menos dos a?os. En cualquier momento pueden convertirse en el detonante de un enfrentamiento que ahora mismo ni imaginamos.
Tomemos como ejemplo el caso de los bombarderos que fueron a ver el Guggenheim desde otra perspectiva. Dos T¨²polev?160, bombarderos estrat¨¦gicos supers¨®nicos con capacidad para llevar 25 misiles de largo alcance, despegaron desde alg¨²n lugar de Rusia. Se trata de los aviones m¨¢s potentes del mundo y en alg¨²n momento aparecieron en el norte de la costa de Noruega y en los radares de la OTAN. Los noruegos despacharon dos cazas para acompa?ar a los Tu-160 donde quiera que fueran, estos bordearon Reino Unido, Irlanda, Francia y llegaron hasta Espa?a. A medida que avanzaban, aviones de combate de cada pa¨ªs visitado se relevaban en la escolta. Centros de datos, analistas, comandos centrales, pilotos, bases a¨¦reas, responsables militares y civiles... literalmente miles de personas en tensi¨®n durante las largu¨ªsimas horas en que los aparatos rusos bordeaban cuidadosamente los espacios a¨¦reos poniendo rumbo sur. Y aunque no fuera a pasar nada, el trabajo de todos ellos es estar preparados como si efectivamente fuera a pasar algo. Y en el lado ruso igual. ¡°No vamos a disparar, pero tenemos que estar preparados por si ellos lo hacen¡±.
Lo peor es que no es una an¨¦cdota. En febrero de este a?o ya hubo una excursi¨®n parecida hasta Francia. Las escaramuzas sobre el B¨¢ltico tienen una frecuencia m¨¢s que semanal. A veces, como sucedi¨® en marzo de 2014, aviones civiles se encuentran en rumbo de colisi¨®n con aviones militares rusos que no hab¨ªan revelado su posici¨®n. Otras, cazas rusos efect¨²an pasadas sobre buques de la OTAN, incluyendo portaaviones estadounidenses. A su vez, los rusos denuncian similares maniobras peligrosas y agresivas de la OTAN. Es un peligroso juego.
La tensi¨®n militar ha ido creciendo en el flanco este de la OTAN sin que las sociedades occidentales se hayan percatado de ello. Pero es un problema urgente, porque la presi¨®n en aumento siempre deriva en explosi¨®n. La diplomacia debe actuar ya. Y unos txikitos para los rusos.
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