El nuevo Lehman Brothers
Ni el mundo ni Europa pueden permitirse otra crisis financiera; el hundimiento del Deutsche Bank est¨¢ excluido
?Ocho a?os despu¨¦s de la quiebra de Lehman Brothers que provoc¨® el peor colapso del cr¨¦dito desde el crack de 1929, de nuevo un banco, el Deutsche Bank, hace que, seg¨²n el FMI y la FED, se cierna una amenaza sobre el sistema financiero mundial. El modelo de Deutsche Bank, con un balance de 1,8 billones de euros y unos fondos propios limitados a 62.000 millones, es insostenible. La banca minorista es poco rentable debido a los tipos negativos y a la competencia de los Landesbanken y las Sparkassen, que est¨¢n sometidas a una regulaci¨®n m¨¢s laxa. La banca de inversi¨®n explota bajo el peso de las cargas de capital exigidas por las nuevas reglas de prudencia mientras que los ingresos disminuyen.
Paralelamente, Deutsche Bank se enfrenta a la multiplicaci¨®n de contenciosos ligados a una desconsiderada cultura del riesgo y de los bonus, que le ha llevado a especializarse en operaciones al l¨ªmite de la legalidad: subprimes, manipulaciones de las tasas de inter¨¦s, rodeo de las sanciones internacionales contra Rusia, o derivados para ocultar 2.000 millones de p¨¦rdidas de Monte dei Paschi en Italia. En Francia fue la ¨²nica instituci¨®n que acept¨®, en 2015, ejecutar ¡ªa precio de oro¡ª la operaci¨®n de compra, enmascarada por el Estado, en el capital de Renault que todos los otros bancos de Par¨ªs rechazaron en raz¨®n de la manifiesta violaci¨®n del derecho burs¨¢til.
La sanci¨®n de 14.000 millones de d¨®lares prevista por la justicia norteamericana dar¨ªa el golpe de gracia a Deutsche Bank. Una vez tenidas en cuenta las provisiones de 6.000 millones inscritas en sus cuentas, la misma amputar¨ªa al banco del 40% de su capitalizaci¨®n burs¨¢til, reducida ya a 17.000 millones de euros, provocando la huida de sus contrapartes y el p¨¢nico de sus depositantes. A pesar de su car¨¢cter tard¨ªo, de su montante desmesurado y de su naturaleza pol¨ªtica, la sanci¨®n contemplada por Estados Unidos presenta el m¨¦rito de hacer ver la verdad sobre la situaci¨®n de Deutsche Bank. Hoy est¨¢ menos protegido por sus activos l¨ªquidos de 223.000 millones de euros que por su nombre, que permite pensar que se beneficia de una garant¨ªa del Estado alem¨¢n, y sobre todo por su estatuto de instituci¨®n financiera sist¨¦mica, como ejemplo del Too Big To Fail.
No hay alternativa a una ayuda p¨²blica; el capital del mercado es caro y el recurso al mecanismo de socorro europeo acelerar¨ªa el contagio
Deutsche Bank pone de manifiesto la situaci¨®n cr¨ªtica del sistema bancario europeo que no ha sido ni recapitalizado ni reestructurado, a pesar de un stock de cr¨¦ditos dudosos de m¨¢s de 900.000 millones de d¨®lares seg¨²n el FMI. Alemania sigue enfrent¨¢ndose a las dificultades del Commerzbank, que ha anunciado la supresi¨®n del 20% de sus efectivos. Los bancos italianos se hunden bajo el peso de los cr¨¦ditos dudosos, a imagen de Unicredito y de Monti dei Paschi, mostrando unas necesidades de recapitalizaci¨®n comprendidas entre los 85.000 y los 100.000 millones de euros. Espa?a sigue sin haber acabado todav¨ªa con las secuelas de su burbuja inmobiliaria y financiera, mientras Portugal debe hacer frente al colapso del Santo Espirito. El sistema bancario griego solamente sobrevive gracias a las ayudas de la Uni¨®n Europea y a los 60.000 millones de euros de las financiaciones de urgencia del BCE.
Ni el mundo ni Europa pueden permitirse el lujo de un nuevo choque financiero. El hundimiento del Deutsche Bank est¨¢ excluido. Pero mantenerse a la espera ya no es una opci¨®n. El salvamento implica una intervenci¨®n p¨²blica, comparable a lo que se hizo en Estados Unidos y Reino Unido en 2008. Como cualquier aumento de capital por el mercado parece muy dif¨ªcil en el nivel de precios actual y el recurso al mecanismo de socorro del BCE podr¨ªa acelerar el contagio que se trata de evitar a toda costa, no hay alternativa a una ayuda p¨²blica.
La crisis de Deutsche Bank pone de manifiesto la incoherencia de la regulaci¨®n financiera europea, as¨ª como el car¨¢cter inaplicable y peligroso de las reglas fijadas para la resoluci¨®n de los siniestros bancarios. Es un ¨²ltimo aviso sobre la necesidad de repensar la estrategia econ¨®mica de Europa en torno a cuatro prioridades: saneamiento dr¨¢stico y r¨¢pido del sistema bancario; aligeramiento del yugo reglamentario y fiscal y respuesta a las tasas negativas del BCE; la reactivaci¨®n de un crecimiento s¨®lido mediante la mejora de todos los factores de producci¨®n (trabajo por v¨ªa de la educaci¨®n, capital, energ¨ªa, innovaci¨®n); y la r¨¦plica coordinada a la guerra fr¨ªa econ¨®mica planteada por Estados Unidos a trav¨¦s de su imperialismo jur¨ªdico, su poder¨ªo financiero y su monopolio de la econom¨ªa digital.
Nicolas Baverez es historiador.
Traducci¨®n de Juan Ram¨®n Azaola.
? Lena (Leading European Newspaper Alliance)
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