Naciones Unidas: esta vez tocaba una mujer

Despu¨¦s de 70 a?os de historia y ocho secretarios generales, todos hombres, tocaba que una mujer asumiera el cargo global m¨¢s importante. Pero no ha sido as¨ª. De nuevo tendremos que utilizar el masculino para referirnos al secretario general de Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad ha decidido proponer al ex primer ministro portugu¨¦s y ex presidente de la Internacional Socialista, Ant¨®nio Guterres, para sustituir al coreano Ban Ki-moon. El nombramiento ser¨¢ efectivo cuando lo ratifique la Asamblea General.

Guterres part¨ªa como favorito. Conoc¨ªa bien la casa ¡ªestuvo diez a?os al frente del ACNUR (Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados)¡ª y ten¨ªa una trayectoria pol¨ªtica y personal muy id¨®neas para dirigir el organismo que ha de lidiar con las mayores crisis del mundo. Nadie discute su val¨ªa. Pero entre las mujeres candidatas tambi¨¦n la hab¨ªa. De hecho, esta vez no se podr¨¢ recurrir a la manida excusa de que no hab¨ªa candidatas: de los nueve aspirantes firmes, cinco eran mujeres y entre ellas hab¨ªa ex primeras ministras, ex ministras de Exteriores y altos cargos de Naciones Unidas, como Guterres, y trayectorias pol¨ªticas muy similares. Pero solo ¨¦l recibi¨® la confianza de quienes ten¨ªan que decidir.

Lo designaron por aclamaci¨®n, un gesto que puede indicar un fuerte consenso, pero tambi¨¦n una forma de ponerse la venda antes de la herida en previsi¨®n de las muchas cr¨ªticas que pod¨ªan llover por no haber elegido a una mujer, como hab¨ªan propuesto numerosos pa¨ªses. Colombia hab¨ªa impulsado una campa?a que en el momento de formalizarse las candidaturas, en abril pasado, hab¨ªa recibido la adhesi¨®n de 56 pa¨ªses. De modo que no era una de esas propuestas voluntaristas o simb¨®licas, sino una propuesta clara y firme.

En los ocho nombramientos anteriores se hab¨ªa seguido una regla no escrita que implicaba una limitaci¨®n, la de seguir una cierta rotaci¨®n continental a la hora de elegir entre los candidatos, lo que no deja de ser una cuota. Territorial, pero cuota al fin y al cabo. As¨ª es como han ocupado el cargo tres europeos, dos africanos, dos asi¨¢ticos y un latinoamericano. La iniciativa de Colombia significaba introducir una nueva regla, la del g¨¦nero. Curiosamente, por cuota territorial parec¨ªa que ahora tocaba elegir a alguien de Europa del Este, y de ese territorio proven¨ªa precisamente una de las candidatas mejor situadas, la b¨²lgara Irina Bokova, directora general de la Unesco desde 2009. Pero esta vez, el Consejo de Seguridad, con el benepl¨¢cito de Rusia, ha prescindido de la cuota territorial. ?Para no consagrar la de g¨¦nero?

La verdad es que no han dado explicaciones. La elecci¨®n del secretario general siempre ha sido un asunto bastante opaco. Esta vez se ha querido dar al proceso un poco m¨¢s de transparencia, y los candidatos han comparecido ante la asamblea para explicar sus propuestas. Pero conviene no enga?arse. Quien ha decidido es el Consejo de Seguridad, y dentro de ¨¦l, quienes han cortado el bacalao han sido los cinco miembros con derecho a veto. Como siempre y con la misma opacidad.