Patria de papel
El patriotismo no es mera adhesi¨®n al Estado de derecho
Una familia que no discute es un clan. Una organizaci¨®n que no debate, una secta. Y un pa¨ªs que no se cuestiona no es una patria, sino una tribu. Pero la cr¨ªtica nacional tambi¨¦n puede ser tribal. Cuando no fiscalizamos un episodio hist¨®rico, sino a sus protagonistas, no somos antinacionalistas o cosmopolitas, sino miembros de una tribu tan obtusa como la de los nacionalistas fan¨¢ticos: la tribu sin naci¨®n.
Sus integrantes sue?an con una comunidad perfecta. Condenan un presente y una historia que, en Espa?a como en cualquier pa¨ªs del mundo, est¨¢ llena de imperfecciones. Rechazan los s¨ªmbolos nacionales, pero abrazan aquellos que representan realidades distantes o imaginadas, como la bandera wiphala colgada por el Gobierno de Ahora Madrid en el balc¨®n de la Junta Municipal de Centro del Ayuntamiento. Porque la realidad circundante duele y lo lejano est¨¢ siempre m¨¢s cerca de nuestros sue?os.
La mentalidad tribal es personalista. Importa el qui¨¦n, no el qu¨¦. Los que se sienten a gusto con las andanzas de Hern¨¢n Cortes o Bartolom¨¦ de las Casas, se hacen de la tribu nacional. Y los que no, de la antinacional. Ni unos ni otros analizan hechos. Juzgan personajes, pint¨¢ndolos de negro o de colores.
El patriotismo es impersonal. Pero no es mera adhesi¨®n al Estado de derecho, como defiende la intelectualidad biempensante. Nuestros progresistas y liberales entienden la patria como un pacto entre ciudadanos libres plasmado en la Constituci¨®n. La comunidad pol¨ªtica es artificial, los sentimientos quedan fuera.
Es un error. Los miembros de una naci¨®n sana interiorizan las acciones de otros miembros. Se sienten orgullosos del empresario que crea puestos de trabajo, pero, al mismo tiempo, se averg¨¹enzan de sus malas pr¨¢cticas. En Espa?a, eso es imposible. Los tribales aman (u odian) al empresario incondicionalmente. Y la intelectualidad se refugia en la ley, rechazando los sentimientos de orgullo y verg¨¹enza que, en otros pa¨ªses, explican por qu¨¦ sus pol¨ªticos o directivos dimiten al plagiar una tesis o cometer actos que, aun dentro de la ley, son reprobables.
La patria no es ni una tribu ni un papel.
@VictorLapuente
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