Las pedradas de estos monos se parecen demasiado a las de nuestros ancestros
Unos capuchinos brasile?os producen lascas que obligan a repensar la arqueolog¨ªa prehist¨®rica
Nada hay m¨¢s duro para el ego que descubrir que no se es tan especial como gustar¨ªa. Messi tiene m¨¢s balones de oro que Cristiano, Bob Dylan tiene el premio que se le resiste a Murakami y unos monos de treinta cent¨ªmetros hacen lascas de piedra como los ancestros m¨¢s despiertos de los humanos. Es un hallazgo que obliga a repensar muchas premisas que se dan por buenas en la arqueolog¨ªa. Porque estas lascas creadas por capuchinos brasile?os son muy similares a las del registro arqueol¨®gico, pero carecen de todas las atribuciones que solemos atribuirles: ni tienen una intencionalidad tecnol¨®gica, ni confirman una capacidad exclusiva de la mano humana, ni indican que sea un pelda?o decisivo en la evoluci¨®n de su inteligencia.
"Puede que tengamos que revisar muchos trabajos, incluido el m¨ªo", reconoce Ignacio de la Torre
"Puede que tengamos que revisar muchos trabajos, incluido el m¨ªo", reconoce Ignacio de la Torre, arque¨®logo de la University College de Londres, y uno de los especialistas que firma este hallazgo publicado en la revista Nature. "Hemos asumido una serie de premisas a la hora de valorar la intencionalidad del trabajo con piedras y ahora vemos que no necesariamente es as¨ª", asegura este experto en arqueolog¨ªa l¨ªtica, dedicado al estudio del uso de las piedras como herramientas.
Los monos capuchinos de la Sierra de Capivara se re¨²nen en un punto concreto de la selva para romper piedras con sus diminutas manos. Las golpean de forma repetitiva y sistem¨¢tica, hasta que consiguen partir estas cuarcitas en lascas, muy parecidas a las que hemos visto cientos de veces en los libros de texto que abordaban los albores de la humanidad. "Cuando encontramos estas lascas, solemos atribuir una funcionalidad. Debemos ser m¨¢s cautos a partir de ahora".
Parecen piezas arqueol¨®gicas, pero son lascas producidas por monos que lo ¨²nico que buscan es chupar el interior de la piedra
Tras analizarlas en su laboratorio, dedicado a este tipo de materiales, De la Torre reconoce que parecen piezas arqueol¨®gicas. Sin embargo, son lascas producidas por monos que lo ¨²nico que buscan es chupar el interior de la piedra. El objetivo de los capuchinos no est¨¢ muy claro?¡ªhay animales como elefantes y cocodrilos que toman piedras para mejorar la actividad digestiva¡ª, pero desde luego se trata de unos animales que est¨¢n muy lejos de las capacidades evolutivas que se atribuyen a aquellos hom¨ªnidos que comenzaron a caminar erguidos en ?frica hace pocos millones de a?os.
Todo esto no significa que se ponga en entredicho el registro arqueol¨®gico de aquellos primeros pasos de la humanidad, insisten los firmantes del Nature. Tan solo es una advertencia: no todas las lascas producidas de esa manera son tan especiales como parec¨ªa. "Incluso a nivel anat¨®mico, se ha estudiado mucho cu¨¢ndo aparecieron las capacidades manipulativas de la mano de nuestros ancestros como un paso importante para la llegada de esta tecnolog¨ªa: estos monos de algo m¨¢s de treinta cent¨ªmetros y un par de kilos tambi¨¦n son capaces", resume De la Torre.
Se trata de un hallazgo que desaf¨ªa ideas previas sobre el nivel necesario de desarrollo del cerebro y de las manos para producir estas herramientas
"Formalmente, sus lascas se parecen mucho a las del registro arqueol¨®gico. Y es muy sorprendente, porque no tienen nada que ver. Aplican fuerza con una piedra actuando de martillo contra otra, con fractura concoidea [sistema de las herramientas talladas en la prehistoria]. Golpean la misma piedra de forma recurrente, de forma sistem¨¢tica, en una secuencia de talla intencionada", describe el arque¨®logo. Y luego, se limitan a chupar la lasca. Hay intenci¨®n al romper la piedra de un modo, pero no al generar lascas con un fin posterior.
Los monos silbadores llevan siglos usando herramientas para comer anacardos, por ejemplo, y se pensaba que sus actividades con piedras eran alg¨²n tipo de ritual para lograr el apareamiento (se apellidan libidinosus). Por sorpresa, son capaces de generar lascas que no se han visto en otros primates m¨¢s cercanos a los humanos desde un punto de vista evolutivo, como los chimpanc¨¦s y los bonobos. Por eso, surgen preguntas importantes acerca de la singularidad de comportamiento de nuestros ancestros. Porque se trata de un hallazgo que desaf¨ªa ideas previas sobre el nivel m¨ªnimo de complejidad cognitiva y morfol¨®gica ¡ªcerebro y manos desarrollados¡ª necesaria para producir estas herramientas.
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