A sus pies
Mucho antes del Nobel, Bob Dylan ya figuraba entre lo m¨¢s perdurable del siglo XX, al lado de Picasso o Bu?uel
Colecciono an¨¦cdotas m¨ªnimas de Bob Dylan, con gente de aqu¨ª. El 26 de junio de 1984 actu¨® por vez primera en Espa?a, en el estadio del Rayo. Al d¨ªa siguiente, Joaqu¨ªn Sabina, mientras se cortaba el pelo en una peluquer¨ªa de la calle Almirante, oy¨® que Dylan hab¨ªa pasado por la puerta. Joaqu¨ªn sali¨® y, a una cierta distancia, le grit¨® ¡°Did you buy your Spanish books?¡±. Era un gui?o a uno de sus versos, pero Dylan ni se molest¨® en girar la cabeza.
Algunos gestos matizan su leyenda de hura?o. No acudi¨® a recoger el Pr¨ªncipe de Asturias pero, el a?o pasado, despu¨¦s de su concierto en Madrid, le regal¨® una arm¨®nica a la reina Letizia cuando fue a saludarle al camerino; Pen¨¦lope Cruz protagoniz¨® con ¨¦l An¨®nimos y lo recuerda como alguien muy cordial que charlaba con los figurantes; Eva Amaral y Juan Aguirre fueron sus teloneros en una gira y Eva cuenta su impresi¨®n al sentir que le tocaban el hombro y descubrir, al volverse, que se trataba de Dylan.
Azcona pensaba que alg¨²n d¨ªa les dar¨ªan el Nobel de Literatura a Woody Allen y a Bob Dylan. Se acaba de cumplir la mitad de su profec¨ªa. En el debate sobre si Dylan se lo merece, no soy el m¨¢s ecu¨¢nime. Me parece un poeta deslumbrante y la letra de Se?ores de la guerra me la s¨¦ mejor que el Padrenuestro. Mucho antes del Nobel, ya figuraba entre lo m¨¢s perdurable del siglo XX, al lado de Picasso o Bu?uel, su cineasta de cabecera, por si faltaba algo para ponerme a sus pies. Ahora, tampoco es imprescindible que no vaya a Estocolmo para que no nos defraude.
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