Le estamos viendo las orejas al lobo
Tambi¨¦n Alemania se tambalea, pero sigue siendo estable
?Qu¨¦ pa¨ªs de Europa (y no digamos del mundo) puede afirmar de s¨ª mismo en estos tiempos que es estable y que est¨¢ preparado para afrontar el futuro? Ni Reino Unido ni Francia. Tampoco Italia o Polonia. Los pa¨ªses se tambalean igual que los iconos de un iPhone. El tambaleo se obvia con horror, pero la sensaci¨®n de desorientaci¨®n y de p¨¦rdida del suelo bajo los pies permanece. Cuando hasta veteranos agentes secretos estadounidenses como Michael V. Hayden dicen que nunca han vivido un mundo tan complicado como el actual, es que le estamos viendo las orejas al lobo.
Pero, ?acaso el miedo y el catastrofismo han servido de algo alguna vez? ?Putin, Siria, los refugiados, el Tratado de Libre Comercio entre la Uni¨®n Europea y Canad¨¢, la crisis del euro? En esta ¨¦poca tan compleja, ?no ser¨ªa mejor una cierta equidad, un estado de calma cultivada, consciente de sus reservas de indulgencia? Porque sucede que, junto a la fealdad, siempre hay belleza y bondad. Solo hace falta verlo. La historia nunca es unidimensional.
Por supuesto que, actualmente, los brit¨¢nicos est¨¢n siendo conducidos por aguas turbulentas. El Brexit no debe pasar como una aventura. Tampoco es un capricho de la naturaleza. Pero, a la larga, no me imagino una agon¨ªa brit¨¢nica, sino un trabajo en curso, una nueva experiencia de autoayuda. Tambi¨¦n Francia va a presenciar muchas cosas desagradables hasta las elecciones. El ¨²ltimo en ocuparse de que as¨ª sea ha sido el incre¨ªblemente apocado e irrisorio Fran?ois Hollande con sus memorias. Y, sin embargo, uno tiene la sensaci¨®n de que, a pesar de todas las calamidades (entre las que figura no solo Le Pen, sino tambi¨¦n la manifiesta falta de voluntad reformadora), el pa¨ªs sigue disponiendo de grandes reservas de buena vida y de amor propio. S¨ª, de amor propio.
La coalici¨®n roja-roja-verde nunca tendr¨¢ una mayor¨ªa social
En fin, no tengo ganas de poner verdes a todos los pa¨ªses, y mucho menos de quejarme de Estados Unidos. Y no es que no me interese por los dem¨¢s, pero ya estamos m¨¢s que ocupados con nuestra propia sociedad. ?Cu¨¢ndo hemos empezado a interpretar demasiadas cosas en clave de crisis y de decadencia? ?Solo por los populistas de derechas, o tambi¨¦n por comodidad y porque somos incapaces de una acci¨®n combativa?
Para que a los alemanes no les parezca que sueno a predicadora evang¨¦lica dominical, echemos un vistazo a mi propio pa¨ªs. Tambi¨¦n aqu¨ª existe ahora un nuevo y sa?udo partido separatista que todav¨ªa se comporta como un chaval de la calle. Todo lo quiere hacer al rev¨¦s. A este respecto, la prolongada regencia de Angela Merkel es al mismo tiempo una suerte y un lastre. En la gran coalici¨®n (Groko), la canciller ha convertido a los socialdem¨®cratas en enanos, lo cual no quiere decir que no los haya ninguneado tambi¨¦n fuera de ella. Hasta ahora, tampoco las situaciones graves como la crisis de los refugiados han causado perjuicios duraderos al pa¨ªs. Su estabilidad es enorme. Pero hay algo que anhela: un proyecto de izquierdas. Anhela los bandos y el enfrentamiento. Su anhelo se llama R2G, que, por comparaci¨®n con el coffee to go (caf¨¦ para llevar), suena a rot to go (rojo para llevar), y se refiere a una coalici¨®n roja-roja-verde. Debido a la presencia de Alternativa para Alemania (AfD) y al regreso del Partido Democr¨¢tico Libre (FDP), pero tambi¨¦n a las irresolubles contradicciones internas consecuencia del empecinamiento ideol¨®gico de Die Linke, esa coalici¨®n nunca tendr¨¢ una mayor¨ªa social. Es una ficci¨®n matem¨¢tica, un juego num¨¦rico, un trato de lujo. Tambi¨¦n Alemania se tambalea. Y, a pesar de todo, sigue siendo estable.
Andrea Seibel es jefa de secci¨®n en Forum, una plataforma de comentarios y art¨ªculos de opini¨®n que forma parte de WeltN24.
? Lena (Leading European Newspaper Alliance)
Traducci¨®n de News Clips.
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