Coches seminuevos
La publicidad ha huido de t¨¦rminos como ¡°de segunda mano¡± y ¡°coches usados¡±, que implican una visi¨®n negativa del producto
Los coches que sal¨ªan otra vez a la venta se llamaron siempre ¡°de segunda mano¡±. El Diccionario se?ala (en la entrada ¡°mano¡±) que esa locuci¨®n adjetiva significa ¡°adquirido del segundo vendedor¡± (es decir, comprado dos veces).
La expresi¨®n se documenta por vez primera en el XIX, ¨¦poca en que se vend¨ªan de segunda mano ropas, publicaciones o muebles. Y la Academia la bendijo en 1869. Pero el sentido peyorativo de esta locuci¨®n no tard¨® en aparecer. Por ejemplo, Juan Valera se refiri¨® varias veces por entonces a la ¡°erudici¨®n de segunda mano¡± para descalificar a quienes se hac¨ªan pasar por cultos copiando ideas ajenas. Y su contempor¨¢neo Marcelino Men¨¦ndez Pelayo hablaba cr¨ªticamente a su vez de las ¡°noticias de segunda mano¡±, como har¨ªa m¨¢s tarde Ram¨®n G¨®mez de la Serna.
La venta de coches ya estrenados llegar¨ªa mediado el siglo XX. Al principio, esa transacci¨®n se registraba entre particulares. Y el comprador sol¨ªa presumir del buen estado del auto y de lo barato que le hab¨ªa salido. Pero no todas sus amistades pensar¨ªan lo mismo, porque la operaci¨®n adquiri¨® tambi¨¦n con el tiempo algunos tintes peyorativos.
As¨ª que cuando el mercado de segunda mano produjo un aut¨¦ntico negocio de empresas especializadas, la locuci¨®n originaria empez¨® a resultar poco comercial y fue sustituida por ¡°venta de coches usados¡± y ¡°coches de ocasi¨®n¡±. Ahora bien, todos los eufemismos duran s¨®lo un tiempo porque alg¨²n d¨ªa dejan de ser eficaces. Funciona as¨ª el efecto domin¨® que describi¨® el ling¨¹ista norteamericano Dwight Bolinger en 1980. Del mismo modo que ¡°ancianos¡± sustituy¨® a ¡°viejos¡±; y ¡°personas de la tercera edad¡± reemplaz¨® a ¡°ancianos¡±; y ¡°personas mayores¡± ocup¨® luego el lugar de ¡°personas de la tercera edad¡±, los eufemismos ¡°coches usados¡± o ¡°de ocasi¨®n¡±, que hab¨ªan desplazado a ¡°de segunda mano¡±, est¨¢n dejando paso ya a la expresi¨®n ¡°coches seminuevos¡±.
A bote pronto, uno puede pensar que ¡°seminuevo¡± significa ¡°la mitad de nuevo¡±, del mismo modo que ¡°semic¨ªrculo¡± quiere decir ¡°la mitad de un c¨ªrculo¡±. Pero el elemento compositivo latino semi-, que tomamos en su d¨ªa del lat¨ªn, extendi¨® su valor en castellano a ¡°casi¡±. De ese modo, ¡°semivac¨ªo¡± significa ¡°casi vac¨ªo¡±, y ¡°semisalvaje¡± es lo mismo que ¡°casi salvaje¡±. ?Con cu¨¢l de las dos posibilidades de semi- se queda ¡°seminuevo¡±?
El Diccionario no ha tenido dudas: incorpor¨® en 2014 ¡°seminuevo¡± como equivalente de ¡°casi nuevo¡± y a?adi¨® que se suele aplicar a veh¨ªculos de motor; sin precisar, claro, como tampoco lo hace la publicidad, de cu¨¢ntos kil¨®metros recorridos se est¨¢ hablando.
No obstante, siempre rondar¨¢ entre los hablantes la analog¨ªa de ¡°seminuevo¡± con los usos en que semi- significa ¡°la mitad¡±. Quiz¨¢s por eso est¨¢n en retirada los conceptos ¡°segunda mano¡±, "de ocasi¨®n" y ¡°usados¡±, sustituidos por esa palabra m¨¢s positiva que contiene en su barriga la idea de ¡°nuevo¡± (aunque sea ¡°parcialmente nuevo¡±).
Porque la ¡°ocasi¨®n¡± puede ser completamente mala; la locuci¨®n ¡°coche usado¡± implica que ha sido ¡°usado¡± del todo; y ¡°segunda mano¡± significa tambi¨¦n enteramente revendido y totalmente de segunda mano. Sin embargo, ¡°seminuevo¡± evoca un cierto porcentaje de ¡°no usado por completo¡±, y tal vez da idea de que una parte de ese coche est¨¢ a¨²n por estrenar. Lo cual incluso puede ser cierto. A veces pienso, por ejemplo, que algunos no han debido de usar nunca los intermitentes.
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