Punto de encuentro

UN DOMINGO de oto?o vio la luz El Pa¨ªs Semanal. Aquel primer n¨²mero, fechado el 3 de octubre de 1976, ten¨ªa el mismo tama?o tabloide y el mismo papel que el peri¨®dico. Algo rompedor, sin embargo, se vislumbraba ya en la portada. El color de la fotograf¨ªa y el reportaje de apertura ¨Csobre el peregrinaje de miles de espa?olas para abortar en Londres, un problema entonces silenciado que centrar¨ªa uno de los grandes debates en los a?os siguientes¨C anticipaban el esp¨ªritu innovador que siempre ha distinguido a esta publicaci¨®n. Cuarenta a?os despu¨¦s, El Pa¨ªs Semanal no solo se lee: tambi¨¦n se ve y se escucha. Es una espl¨¦ndida revista con lomo americano y una elegante p¨¢gina web a la que se accede desde m¨®viles y tabletas. Los textos escritos cobran vida en v¨ªdeos y en fotogaler¨ªas. La exploraci¨®n de nuevos formatos nos ha llevado a ser el primer medio en espa?ol que se sumerge en la realidad virtual, con un reportaje sobre las secuelas de la tragedia de Fukushima. Lo ¨²nico que no ha variado en estos cuatro decenios es la vocaci¨®n de hacer periodismo de calidad y conectar con las inquietudes de los lectores.

La exploraci¨®n de nuevos formatos nos ha llevado a ser el primer medio en espa?ol que se sumerge en la realidad virtual.

De la mano de EL PA?S, esta revista naci¨® y creci¨® con la democracia, permeada por todas las transformaciones pol¨ªticas, sociales y culturales. Y ha sido tambi¨¦n una ventana al mundo, por la que han desfilado la Guerra Fr¨ªa, la ca¨ªda del comunismo y la explosi¨®n tecnol¨®gica. El Pa¨ªs Semanal es un punto de encuentro para varias generaciones de lectores, que se reconocen en sus p¨¢ginas. Pero tambi¨¦n es un punto de encuentro para quienes trabajamos en ella. Este oto?o de 2016, j¨®venes periodistas formados en el universo digital conviven con otros que a¨²n guardan archivos en papel. Experiencia y sed de aprendizaje; memoria y capacidades tecnol¨®gicas. Todo suma. En medio de este vendaval de cambios vertiginosos, no est¨¢ de m¨¢s hacer un alto y mirar atr¨¢s. Recuperar recuerdos, momentos compartidos, crisis superadas. Y armarnos para el futuro.