Polonia reacciona
Es preocupante el paso atr¨¢s para revertir las reformas modernizadoras
La ofensiva emprendida por el partido Ley y Justicia (PiS, en sus siglas en polaco), que gobierna Polonia con mayor¨ªa absoluta, para revertir las reformas modernizadoras que la transici¨®n pol¨ªtica introdujo en los a?os noventa est¨¢ comenzando a encontrar resistencias. La sociedad civil est¨¢ reaccionando ante la deriva autoritaria del partido en el poder y su pretensi¨®n de imponer un clima cultural de rancio patriotismo moralista que est¨¢ resultando asfixiante. El punto de inflexi¨®n ha sido la movilizaci¨®n de cientos de miles de mujeres que, vestidas de negro, participaron el 3 de octubre en actos y manifestaciones en todo el pa¨ªs contra el proyecto de ley que prohib¨ªa la interrupci¨®n del embarazo y castigaba a las mujeres que abortaran con cinco a?os de prisi¨®n.
La legislaci¨®n polaca sobre homosexualidad, fecundaci¨®n asistida o el aborto figura entre las m¨¢s retr¨®gradas de Europa, pero el PiS la considera a¨²n demasiado liberal. La reacci¨®n de las mujeres oblig¨® al partido del Gobierno a renunciar a su pretensi¨®n y ahora act¨²a como revulsivo que extiende la resistencia en otros sectores.
El preocupante viaje al pasado m¨¢s ominoso emprendido por el PiS no se limita a los derechos civiles. Los abusos de poder son constantes. El Gobierno no ha dudado en utilizar las instituciones de forma grosera para afianzar su programa y en su ofensiva por controlar la justicia ha llegado al extremo de bloquear el Tribunal Constitucional para ama?ar su composici¨®n y asegurar as¨ª que actuar¨¢ seg¨²n su dictado. El uso descarado de los medios p¨²blicos y de las fuerzas de seguridad con fines partidistas es otro de los signos de degradaci¨®n de la democracia polaca. Incluso un mito nacional como el l¨ªder de Solidaridad, Lech Walesa, que fue el primer presidente de la democracia, ha sido objeto de una campa?a de desprestigio. Pero lo sucedido en las ¨²ltimas semanas hace abrigar la esperanza de que la sociedad civil pueda organizarse y detener la deriva reaccionaria.
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