Al alma

Si hoy es martes, hemos sobrevivido a otro Halloween. El D¨ªa de los Muertos, que en M¨¦xico alcanza el paroxismo, ha desencadenado una pol¨¦mica eclesial en Espa?a. Para la jerarqu¨ªa cat¨®lica, es demasiada la influencia estadounidense en nuestras costumbres lograda a trav¨¦s de la colonizaci¨®n de sus pel¨ªculas. Hemos asumido hacer vida en los centros comerciales de la periferia, celebrar con una fiesta de promoci¨®n el final del instituto y comer los filetes rusos de carne picada entre dos rebanadas de pan. Por eso la Iglesia ha reivindicado de manera comprensible que la fiesta de difuntos sea un juego de la chavaler¨ªa, pero que para dotarle de un sentido religioso los disfraces elegidos sean de santo. Las m¨¢scaras de Freddy Krueger, del payaso diab¨®lico, de V de Vendetta, del Joker de Batman y la calabaza vaciada ser¨ªan as¨ª sustituidas por ni?os disfrazados con m¨¢scaras de san Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer o la madre Teresa de Calcuta. Imaginen el pavor del vecindario si llaman a sus puertas. Funciona.

Para lograr el ¨¦xito, quiz¨¢ deber¨ªa fijarse en ejemplos de implantaci¨®n reciente. La sangr¨ªa embotellada en Espa?a no para de crecer en los mercados de bebida internacionales mientras el consumo de Coca-Cola desciende a marchas forzadas. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? En el mismo d¨ªa en que se planteaban estas reformas del d¨ªa de difuntos, el Vaticano reprobaba lo que est¨¢n haciendo las familias cat¨®licas con los cad¨¢veres de familiares. Y en un tir¨®n de orejas espectacular reconven¨ªa sobre el modo de ocuparse de los restos de difuntos. Nada de arrojarlos a lugares emblem¨¢ticos ni guardarlos en casa ni preservarlos en ingenios decorativos. Es obligatorio depositarlos en recintos sagrados. El negocio funerario es fundamental y quedarse al margen del ¨²ltimo impuesto que toda persona tiene que pagar no ser¨ªa comprensible en ninguna escuela de empresa.

Mientras tanto, un obispo evangelista ha ganado la alcald¨ªa de R¨ªo de Janeiro y esa Iglesia ha sido fundamental en el derribo de la presidenta Rousseff. No hace falta recordar la presencia religiosa en la gobernanza de los pa¨ªses musulmanes. Y cada d¨ªa nuevas religiones cortejan la vida espiritual de sectores influyentes y adinerados tratando de ganarlos para sus iglesias particulares. Fabricar de manera industrial esas m¨¢scaras de santos para la jornada de Halloween puede ser una primera acci¨®n de mercadotecnia. Espa?a es un pa¨ªs que adora los ritos, la tomatina, los sanfermines, la feria y las procesiones, por ah¨ª se les entra al alma mejor que por ning¨²n lado.