?Debo castrar a mi perro?
Con el inicio de la madurez canina los instintos primarios de nuestros animales se acent¨²an con todo lo que ello conlleva
Y para Tyrion y Roche lleg¨® la adolescencia. Bendita ¨¦poca. Qu¨¦ bonita fue la fase de cachorros, tan ingenua, tan divertida, tan llena de energ¨ªa, de juegos, aprendizajes, mordiscos y accidentes a la hora de decidir d¨®nde est¨¢ el ba?o... Pero qu¨¦ tranquilidad da cuando se acaba, sobre todo por el bien general de la casa, de los muebles, de la ropa y de esas zapatillas, zapatos, botas, chanclas... qu¨¦ m¨¢s da, todo lo que uno se ponga en los pies, que, ya se sabe, es un bien que provoca deseos incontrolables. Con el inicio de la madurez canina uno va descubriendo cu¨¢l es el car¨¢cter real de su perro, sus habilidades sociales y el v¨ªnculo que se genera con ¨¦l se asienta, se solidifica, se torna indivisible. Pero, ay, sorpresa, llega la testosterona, el despertar sexual, los instintos primarios de nuestros animales se acent¨²an y con ellos el gran debate: ?debo castrar a mi perro? ?quiero hacerlo? ?lo hago realmente por ¨¦l o por mi tranquilidad? ?es realmente justo para el animal?.
Para responder a todas esas preguntas hemos hablado con la veterinaria Sof¨ªa Cumella, el adiestrador Marcos S¨¢nchez y la onc¨®loga Elena Mart¨ªnez. Lo cierto es que hay personas que tienen claro desde el principio qu¨¦ quieren hacer con su perro, como si fuera una cuesti¨®n de principios. Y es verdad que se decida lo que se decida, lo ideal es tenerlo claro desde el inicio. Sin embargo, los due?os de Tyrion y Roche se pasaron debati¨¦ndolo alrededor de un a?o. Estaba claro que no quer¨ªan tomar una decisi¨®n precipitada.
La visi¨®n m¨¦dica
Sof¨ªa es una defensora a ultranza de la castraci¨®n. Abri¨® su centro veterinario en el centro de Madrid, en la calle San Francisco el Grande, hace casi 16 a?os y colabora con varias protectoras para ayudar a entregar a los animales esterilizados. Lleva a sus espaldas unas 4.000 operaciones de este tipo, con un 100% de ¨¦xito en todas ellas, y solo encuentra ventajas m¨¦dicas. "Para empezar, debemos tener un control sobre la natalidad que en Espa?a no se tiene. Al a?o se sacrifica solo en Madrid 10.000 perros y eso es por la falta de responsabilidad del due?o. Pero luego, sobre todo, tenemos las ventajas m¨¦dicas para el animal. Los machos tienen riesgo de desarrollar una prostatitis con la edad. Y cuando son muy dominantes, si les bajas el nivel de testosterona les baja tambi¨¦n el nivel de agresividad".
En cuanto a las hembras, con la castraci¨®n eliminas las infecciones de ¨²tero y los problemas hormonales, como los ovarios poliqu¨ªsticos. "Y luego si lo haces antes del primer celo evitas la formaci¨®n de tumores de mama hormonodependientes. En realidad castrar hasta el tercer celo tiene ventajas, a partir ah¨ª no hay tanta prisa porque ya ha habido hormonas circulantes en sangre. Si una perra ya ha tenido tres celos lo har¨ªa b¨¢sicamente por evitar una infecci¨®n del ¨²tero y problemas hormonales porque el 90% de las que no han sido esterilizadas y son mayores de siete a?os acaban con infecciones, y luego hay que operarlas de urgencia, con todo lo que eso supone".
La onc¨®loga Elena M. Mart¨ªnez, del departamento de Medicina y Cirug¨ªa animal del Hospital Cl¨ªnico Veterinario Complutense de Madrid, apoya esta visi¨®n. Seg¨²n la doctora, se sabe que "la influencia hormonal es uno de los puntos claves para el desarrollo y crecimiento de los tumores hormonodependientes, es decir, la mayor¨ªa de los tumores mamarios o muchos tumores de gl¨¢ndulas perianales, muy frecuentes en los machos. Por todo eso la castraci¨®n constituye una medida preventiva eficaz siempre que se realice de forma temprana en el caso de los tumores mamarios". La mayor¨ªa de las publicaciones cient¨ªficas aportan la misma informaci¨®n y no suele haber controversia en lo relacionado con ese tipo de tumores. "Es conocido que la incidencia de estos tipos de c¨¢ncer en pa¨ªses donde hay cultura generalizada de castrar es muy baja comparada con la que tenemos en pa¨ªses donde la castraci¨®n no se realiza de forma rutinaria".
Es mucho m¨¢s controvertido el tema de la eficacia de la castraci¨®n en hembras que ya han desarrollado un c¨¢ncer de mama, ya que "se desconoce realmente si es eficiente como medida terap¨¦utica", seg¨²n explica la doctora. Respecto a otros tumores, a?ade, es mucho m¨¢s dif¨ªcil obtener conclusiones sobre si la castraci¨®n puede favorecer la aparici¨®n de nuevos tumores no hormonales. "Es cierto que parece haber estudios que evidencian que las hormonas pueden tener un efecto protector en algunos tipos de c¨¢ncer, de forma que hay mayor incidencia en animales castrados que en animales enteros, pero no es una opini¨®n compartida por todos los autores, ya que no se repite en todos los estudios. Hay que tener en cuenta que es m¨¢s dif¨ªcil obtener evidencias de alto valor cient¨ªfico, porque se desconoce si el mismo paciente castrado hubiera desarrollado la misma neoplasia (tumor) en caso de no estar castrado. Se necesitar¨ªa un estudio epidemiol¨®gico con un n¨²mero muy elevado de pacientes para poder obtener conclusiones definitivas".
Por qu¨¦ mi perro empieza a ser dominante
Marcos se dedica al adiestramiento canino desde 2003. Desde entonces, compagina su trabajo con perros de compa?¨ªa -de particulares- con perros de seguridad -de la polic¨ªa-. En el Centro Canino Brunete tambi¨¦n imparte clases grupales y calcula que ha trabajado con al menos 400 canes. Para ¨¦l, la castraci¨®n ayuda a controlar el comportamiento del animal, aunque insiste en que cuando empieza a tener signos de dominaci¨®n siempre tiene que ir acompa?ado de una buena educaci¨®n. "Puede ser una simple cuesti¨®n de jerarqu¨ªa, por el lenguaje corporal que tenga cada uno o por el olor que segregan las hormonas. Con la madurez sexual muchos empiezan a mostrar signos de dominaci¨®n con determinados perros, no con todos, y puede haber varias razones: porque inicialmente le han mordido a ¨¦l, lo cual tiene un componente defensivo, o porque es dominante y corrige al que no emite se?ales de sumisi¨®n". En cualquier caso, todo tipo de agresividad "para m¨ª es una falta de respeto y se debe atajar con el control sobre el animal".
En definitiva, la soluci¨®n a los problemas de conducta pasa por dos v¨ªas: la m¨¦dica y la educativa. Sin embargo, Sof¨ªa avisa de que hay una excepci¨®n importante: en las hembras muy dominantes no est¨¢ descrito castrarlas. "Al rev¨¦s. Si son agresivas y les quitamos el tema hormonal se vuelven m¨¢s agresivas. En ese caso solo las castrar¨ªamos desde un punto de vista m¨¦dico, por su estado de salud. Pero que se agarre el due?o, que tendr¨¢ que hablar despu¨¦s con un profesional para reconducir su conducta porque se le puede ir completamente de las manos".
Marcos, adem¨¢s, a?ade otra excepci¨®n: "si es un perro v¨¢lido para reproducirse". Ojo, que entramos en un "tema peliaguado", el de la cr¨ªa en Espa?a, que para ¨¦l deber¨ªa estar regulado, entre otras razones para evitar precisamente los problemas de salud y de comportamiento.
"Como tenemos tanto amor a nuestro perro queremos enseguida un cachorro suyo para nosotros o para repartir entre nuestros amigos, independientemente de que sea de raza o no. Porque cuando hablamos de raza hablamos de un pedigr¨ª, y a lo mejor ese pedigr¨ª es mal¨ªsimo, y estamos hablando de unos problemas gen¨¦ticos... ?Se conoce la l¨ªnea de la que viene? Porque igual esa l¨ªnea en concreto da unos problemas de displasias, de prognatismos, de coraz¨®n, de optig¨¦n... Por lo tanto, aunque sea de raza y de pedigr¨ª a lo mejor no es apto para cubrir... Lo que est¨¢ claro es que un particular no deber¨ªa reproducir, porque siempre se va a dejar llevar por lo que quiere a su perro... No est¨¢ regulado. Y luego tenemos problemas de conducta grav¨ªsimos. De repente te encuentras un labrador agresivo... ?Pero cu¨¢ndo se ha visto eso? Si en el est¨¢ndar aparece espec¨ªficamente que no tiene que tener ning¨²n tipo de agresividad... Porque no se lleva ning¨²n tipo de control a la hora de los cruces".
De cachorro a adolescente
Tyrion, de a?o y 10 meses, siempre fue un cachorro sociable. Es verdad que cuando jugaba evitaba a los perros m¨¢s grandes y no le costaba nada ponerse en situaci¨®n de sumisi¨®n ante un nuevo amigo. Extremadamente obediente. No hac¨ªa falta llamarlo. Mientras corr¨ªa, ¨¦l sab¨ªa perfectamente d¨®nde estaba su due?o, le miraba por el rabillo del ojo y controlaba sus movimientos en cada momento. Si ve¨ªa que empezaba a andar en otra direcci¨®n, r¨¢pidamente dejaba lo que estaba haciendo, se daba la vuelta y al segundo lo ten¨ªa a su lado. La vida en sociedad con ¨¦l siempre fue muy f¨¢cil. Pero un d¨ªa, cuando ya ten¨ªa algo m¨¢s de un a?o, se hizo un enemigo ¨ªntimo: El chino, apodado as¨ª por ser un perro de raza asi¨¢tica (un Hokkaido, Shiba o Akita). Para ser exactos, de origen japon¨¦s, pero cuando los due?os de Tyrion supieron ese detalle ya ten¨ªa su apellido puesto. No se sabe qu¨¦ ocasion¨® exactamente esa enemistad, si fue cosa de uno, del otro o de ambos. Pero lo cierto es que se profesan un odio rec¨ªproco. El chino es capaz de cruzarse todo el parque para enzarzarse con Tyrion y ambos montan un esc¨¢ndalo de cuidado. Tyrion no va a por ¨¦l, pero si se le acerca tampoco es un santo. Se transforman, literalmente.
A partir de esa enemistad, los due?os de Tyrion notaron que dejaba atr¨¢s su vida de cachorro y entraba en el mundo de las jerarqu¨ªas caninas con un dato curioso: empez¨® a dirigir gru?idos selectivos, es decir, solo a algunos machos que, como ¨¦l, tampoco estaban castrados. ?C¨®mo distinguir con cuales tener cuidado? Imposible. "Hemos aprendido mucho del lenguaje de los perros en los ¨²ltimos 20 a?os, pero todav¨ªa hay cosas que se nos escapan. Muchas veces es cuesti¨®n del lenguaje corporal que tenga cada uno o del olor que segregan las hormonas, como hemos dicho antes", explica Marcos. "Tambi¨¦n puede ser que est¨¦n acostumbrados a estar desde peque?os en su territorio, en un parque concreto, y les empiece a gustar ser el jefe, es decir, por una cuesti¨®n de jerarqu¨ªas", a?ade Sof¨ªa. Lo cierto es que Tyrion nunca se extralimit¨®. Nunca lleg¨® a morder. Un grito, un tir¨®n de la correa y una buena bronca, y se sentaba. Pero los paseos por el parque dejaron de ser tan c¨®modos y agradables y este cambio oblig¨® a sus due?os a estar siempre alertas.
El momento id¨®neo para la castraci¨®n
Roche, de un a?o, es literalmente un culo inquieto. En su caso todav¨ªa no ha llegado a tener ning¨²n enemigo, es m¨¢s, es ¨¦l el que se lleva m¨¢s de un gru?ido por pesado, por insistente. Su mayor pecado es ser demasiado sociable. ?l en realidad es demasiado en todo. Demasiada energ¨ªa, demasiado glot¨®n, demasiado trasto, demasiado gracioso. Un exceso de perro. Y se puede decir sin miedo a equivocarse que ha inventado el cha-cha-ch¨¢ canino. Cuando quiere atenci¨®n apoya las patas delanteras sobre su v¨ªctima y con una coordinaci¨®n perfecta mueve el trasero, el tronco y el cuello, un-dos-tres, un-dos-tres, sincronizaci¨®n absoluta, y no para de bailar hasta que consigue su cometido. Su principal problema, el aburrimiento. Cuando se queda solo en casa -siempre con Tyrion- m¨¢s horas de las que considera oportuno empieza a dar vueltas y a tomar prestado todo lo que encuentra a su paso. ?Es buen momento para castrarlo?.
"En EE UU suelen hacerlo cuando los perros tienen tres o cuatro meses. A m¨ª personalmente me parece que son muy peque?os porque todav¨ªa no est¨¢n desarrollados y porque el h¨ªgado todav¨ªa no est¨¢ preparado para la anestesia. A partir de los seis u ocho meses ya est¨¢n preparados. Si se estableciera un protocolo obligatorio, yo pondr¨ªa a partir de los seis meses, antes de la explosi¨®n sexual pero cuando el perro ya est¨¢ desarrollado y preparado para entrar en un quir¨®fano", explica Sof¨ªa, que insiste en que adem¨¢s de los beneficios m¨¦dicos, castrar a un animal tambi¨¦n ayuda a reconducir en muchos casos peque?os problemas de dominaci¨®n, como el de Tyrion, o de hiperactividad, como la de Roche.
Marcos avisa tambi¨¦n de que cuando hay problemas de comportamiento los efectos de la castraci¨®n, que suelen notarse a partir del mes o mes y medio de la operaci¨®n, se ver¨¢n multiplicados si no hay ya un componente aprendido. "Un perro que tiene por ejemplo cuatro a?os y lleva pele¨¢ndose tres, tiene un componente aprendido. La castraci¨®n en ese caso va a minimizar muy poco porque ya hay un aprendizaje. La clave est¨¢ en que no haya tenido muchos rifirrafes. Adem¨¢s, no es lo mismo una pelea y que le hayan mordido o que ¨¦l haya mordido y haya sentido satisfacci¨®n por morder. Todo eso hay que valorarlo".
Pasar por quir¨®fano: 425 euros
Tyrion y Roche finalmente fueron castrados hace algo m¨¢s de tres semanas, en el primer caso para evitar que se convirtiera en un perro conflictivo con otros machos sin esterilizar y en el segundo por una cuesti¨®n meramente preventiva. Ambos ten¨ªan la edad id¨®nea. "En realidad lo ideal es hacerlo antes del a?o pero si no se ha hecho as¨ª entre el primero y segundo tambi¨¦n est¨¢ bien, ah¨ª todav¨ªa se est¨¢ a tiempo para reconducir a un perro", explica Marcos. As¨ª que, tomada la decisi¨®n, tocaba desembolsar.
La castraci¨®n de un perro en Espa?a cuesta entre 160 euros (lo m¨¢s barato encontrado) y 600 (lo m¨¢s caro), dependiendo de si es macho o hembra y del peso del animal. La factura conjunta de Tyrion y Roche ascendi¨® a 425 euros, una cantidad importante, aunque lo cierto es que no todo el mundo lleva a castrar a sus perros de dos en dos.
"Es fundamental el apoyo del Gobierno, como en pa¨ªses como Holanda donde es gratuita y donde, entre otras cosas, se acab¨® con los perros callejeros. O como en Inglaterra, donde la castraci¨®n est¨¢ subvencionada y a la gente que no lo hace porque quiere criar le hacen pagar una licencia. Aqu¨ª, ahora mismo, los que asumimos los gastos somos los veterinarios. Yo por amor al arte y por ayudar a una protectora le cobro un tercio de lo que ser¨ªa una cirug¨ªa normal. As¨ª que a m¨ª me parece fundamental que si queremos promocionar esto por el bien de la sociedad a la gente le ayuden. Igual que la vacuna de la rabia. Si una cosa tiene que ser obligatoria, que la subvencionen", explica Sof¨ªa sobre los precios, un tema que "baja la moral" a los profesionales del sector por la apreciaci¨®n general de que en Espa?a el veterinario es caro.
"Yo no entiendo por qu¨¦ existe la visi¨®n de que como te gustan los animales lo tienes que hacer gratis o barato. Tu imag¨ªnate que vas a un pediatra y como le gustan los ni?os no puede cobrar nada... Es una cuesti¨®n de educaci¨®n y de que la gente tenga respeto al veterinario, porque primero estamos manteniendo la sanidad en las casas, tenemos perros sin par¨¢sitos, sin enfermedades... Y luego la parte m¨¦dica con respecto al animal", analiza. Para ser exactos, contin¨²a, "el veterinario deja de ganar a lo mejor la mitad de lo que deber¨ªa cobrar, seg¨²n los est¨¢ndares con respecto a Europa. Para que te hagas una idea, hasta hace no mucho ven¨ªan perros de Inglaterra porque les sal¨ªa m¨¢s barato fletarlos, traerlos, castrarlos aqu¨ª y llev¨¢rselos de vuelta".
Las consecuencias en el animal
Hay muchos mitos alrededor de la castraci¨®n. La idea generalizada es que que el car¨¢cter del perro se transforma, como si lo anestesiaras de por vida, y que tienden a engordar. "El car¨¢cter contin¨²a siendo el mismo. Si es juguet¨®n, seguir¨¢ si¨¦ndolo. Se tranquilizan un poco si son muy nerviosos, pero nada m¨¢s. Lo ¨²nico que eliminas son los efectos hormonales, de la testosterona, es decir, la necesidad de competir entre ellos y la de montar a una perra. Porque est¨¢ claro que si no le vas a dejar desarrollar su instinto sexual, lo coartas, pero no significa que el animal no sienta la necesidad", profundiza Sof¨ªa. "Y no engordan porque se les castre, engordan porque comen m¨¢s. Se les altera el centro de saciedad y el metabolismo ya no es tan acelerado como el de antes. Simplemente hay que racionarles la comida. Pero si tu les das el mismo pienso antes y despu¨¦s de castrarlos no engordan. Pero te van a pedir m¨¢s y hay que controlarlo", explica la veterinaria.
Marcos aprovecha este tema para llevarlo a su terreno: "Yo veo ah¨ª un contrapunto. Si el perro tiene m¨¢s apetito estar¨¢ m¨¢s atento a ti. Eso es ideal. Distribuye parte de su comida en los paseos para interactuar con ¨¦l. Ens¨¦?ale determinados juegos, determinadas conductas a trav¨¦s de la comida, que sea para ¨¦l una especie de trabajo. Al final al perro lo vas a tener mucho m¨¢s realizado, va a gastar toda su energ¨ªa f¨ªsica y ps¨ªquica y va a estar mucho m¨¢s atento a ti".
Sof¨ªa va m¨¢s m¨¢s all¨¢ y rebate los argumentos de aquellos que son reacios a castrar a sus animales. "Si tu no quieres ir en contra de la naturaleza no te cojas un perro en un piso, d¨¦jale montar a cualquier perra, d¨¦jale que se escape porque es lo que le apetece, d¨¦jale que se pelee... En el momento en el que metes un perro en casa tienes que decidir hacer algunos cambios. Y adem¨¢s ¨¦l est¨¢ encantado. Ellos no se deprimen por estar castrados. Eso es una cosa mental que nos afecta a nosotros, pero a ellos les da totalmente igual, es lo que nosotros pensamos que el perro piensa. Humanizamos el pensamiento. Y ellos en realidad lo que quieren es estar tranquilos, y esta es la forma que tenemos".
En Espa?a la pr¨¢ctica de la castraci¨®n es m¨¢s com¨²n en las ciudades grandes que en las peque?as, seg¨²n analiza Sof¨ªa. De hecho, en su cl¨ªnica -situada en el centro de la capital- un 50% de su clientela se anima a esterilizar a sus perros y suelen ser los due?os de canes mestizos. "Y normalmente lo hacen cuando aparecen los problemas, nunca como prevenci¨®n".
Tyrion y Roche pasaron por quir¨®fano hace casi un mes y al d¨ªa siguiente ya estaban saltando cual cabras montesas en el parque. Despu¨¦s de la operaci¨®n no ha habido cambios sustanciales en el car¨¢cter de ambos, aunque todav¨ªa es pronto para medirlo, pues todav¨ªa hay restos de testosterona en sus cuerpos. Es verdad que Tyrion parece m¨¢s tranquilo cuando se cruza con otros perros, sean machos o hembras, con las que nunca tuvo problemas. Y, como siempre, permanece atento a las ¨®rdenes de sus due?os. No se ha vuelto a encontrar a El chino, aunque es probable que esa enemistad se mantenga a lo largo de los siglos. No se caen bien y sus razones tendr¨¢n. Roche sigue siendo una bala en el parque, juguet¨®n y glot¨®n, por lo que especialmente a ¨¦l hay que racionarle la comida para que no se convierta en una bola con patas. En casa, sin cambios: sigue sin llevar bien el aburrimiento y progresa adecuadamente en los pasos de su cha-cha-ch¨¢ particular.
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