La pol¨ªtica espect¨¢culo y el papel de los medios
Cuanto m¨¢s histri¨®nico y m¨¢s transgresor se mostraba Donald Trump, m¨¢s espacio medi¨¢tico ocupaba
Es dif¨ªcil que pueda surgir hoy un liderazgo pol¨ªtico potente al margen de los medios de comunicaci¨®n. Donald Trump no era un desconocido. Ten¨ªa ya una imagen p¨²blica consolidada, su relaci¨®n con los medios hab¨ªa sido tan intensa que hasta hab¨ªa salvado su imperio gracias a ellos. Sab¨ªa c¨®mo utilizarlos y lo hizo. Ya en las primeras fases, las primarias republicanas, Trump se hizo con un lugar preeminente en el espacio medi¨¢tico a base de romper las reglas de correcci¨®n pol¨ªtica y desafiar al statu quo con propuestas que pon¨ªan en cuesti¨®n consensos de amplias mayor¨ªas, como el cambio clim¨¢tico. Falt¨® al respeto, insult¨® y minti¨®, y cuanto m¨¢s histri¨®nico y m¨¢s transgresor se mostraba, m¨¢s espacio ocupaba en los medios. Que hablen de m¨ª aunque sea mal. En esa estrategia colaboraron tanto los medios y programas serios como los sensacionalistas. Todos contribuyeron a construir el personaje.
Algunos analistas y responsables de medios han lamentado retrospectivamente no haberse dado cuenta de que dando tanta cobertura a sus excentricidades le ayudaban a proyectar la imagen que ¨¦l quer¨ªa: la del que se atreve a pegar la patada al tablero. Pero, en la sociedad de la informaci¨®n, el silencio ni siquiera es una opci¨®n. Dif¨ªcilmente pod¨ªan dejar de hablar de Trump. Las din¨¢micas informativas que genera la competencia por la audiencia llevan a primar lo que se sale del cauce, de la norma, lo m¨¢s impactante o delirante, y en pol¨ªtica siempre sacan m¨¢s rendimiento de los extremismos que de la moderaci¨®n. Trump era el mejor candidato para la din¨¢mica de la pol¨ªtica espect¨¢culo. Incluso cuando lo criticaban lo estaban legitimando ante quienes lo que les pide el cuerpo es darle una patada al tablero. Y todos los que les despreciaban contemplaron at¨®nitos c¨®mo desbancaba uno a uno al resto de candidatos republicanos, c¨®mo se hac¨ªa con la nominaci¨®n y c¨®mo iba subiendo en las encuestas hasta igualarse con Hillary Clinton.
Cuando se vio que era una amenaza, la prensa seria reaccion¨®. Los diarios de referencia se lanzaron a desenmascarar al personaje, su machismo, sus mentiras, sus bravuconadas racistas. Publicaron algunas de las mejores muestras del mejor periodismo. Pero ya era demasiado tarde. En esta campa?a hemos visto c¨®mo est¨¢n cambiando los mecanismos de creaci¨®n de opini¨®n p¨²blica. Los medios de referencia siguen teniendo una gran influencia sobre el establishment, pero generan desconfianza en sectores cada vez m¨¢s amplios que los rechazan porque los consideran parte de las ¨¦lites econ¨®micas y pol¨ªticas que los ignoran.
Trump ha explotado como nadie la desconfianza de la gente que tiene miedo al futuro, que prefiere a alguien que le hable en su lenguaje, con ideas simples y contundentes, aunque sean falsas, que afrontar la complejidad del mundo cambiante que aparece en los medios. Y para eso, las redes sociales son el complemento ideal porque permiten procesos de identificaci¨®n tribal, mundos compactos, cerrados, con enemigos que combatir y l¨ªderes arrogantes con los que identificarse. Solo hay que hacerse de la tribu para escuchar lo que se quiere o¨ªr.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.