El domingo
Como dec¨ªamos, sucedi¨® en la Prehistoria. Olv¨ªdense de los cambios de paradigma hist¨®ricos: un juego de ni?os al lado de los cambios de postura prehist¨®ricos
Una cosa interesant¨ªsima que ocurri¨® en la Prehistoria es que los genitales del hombre y la mujer, al adquirir la postura erguida, se desplazaron en un movimiento semejante al de la deriva de los continentes. Ello nos permiti¨® copular cara a cara. Lo explica muy bien Jos¨¦ Enrique Campillo ?lvarez en La cadera de Eva.El cambio fue inmenso. Es ah¨ª donde el sexo dej¨® de actuar de oficio y apareci¨® el amor o el presentimiento de lo que luego llamar¨ªamos amor.
Imaginen, si no, a la primera pareja que se acopl¨® de esa forma. ?Los ven en la cueva, sobre un lecho de hojas que sus cuerpos han calentado durante la noche? Acaban de despertarse y se miran el uno al otro con una excitaci¨®n matinal en la que se aprecian ya se?ales de metaf¨ªsica. Entonces, en lugar de ponerse ella a cuatro patas, se coloca bocarriba para que ¨¦l la cubra. Asombrosamente, el pene erecto encuentra con una facilidad pasmosa su camino, todo ello sin que los participantes dejen de mirarse con estupefacci¨®n a los ojos y de besarse en la boca mientras cada uno sostiene entre sus manos el rostro del otro. Quiz¨¢ fue ella la que lo cubri¨® a ¨¦l, conduciendo delicadamente su miembro hacia las profundidades abisales de la carne. Debi¨® de resultar tan extraordinaria esta primera c¨®pula frontal que la lucha entre correrse y contenerse los dejar¨ªa felizmente agotados.
Como dec¨ªamos, sucedi¨® en la Prehistoria. Olv¨ªdense de los cambios de paradigma hist¨®ricos: un juego de ni?os al lado de los cambios de postura prehist¨®ricos. Queremos creer que esa primera pareja que copul¨® de frente permaneci¨® luego un par de horas abrazada, contemplando la evoluci¨®n de los murci¨¦lagos en el hondo techo de la cueva e inaugurando, sin saberlo, el domingo por la ma?ana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.