Por qu¨¦ tu perro prefiere tu zapatilla en vez del juguete que cost¨® un past¨®n
Lo que la ciencia dice de los objetos amados de los canes y, sobre todo, del amor a jugar contigo
En un viaje a Italia, su pa¨ªs natal, un amigo m¨ªo se gast¨® un dineral en comprarle a su perro, Leo, un juguete en forma de rueda de cami¨®n. Resistente, grande, no exactamente bonito. En la misma tienda, la madre de Paolo, que es como se llama el devoto padre del perro, escogi¨® una jirafa de pl¨¢stico much¨ªsimo m¨¢s barata. De vuelta a Espa?a, recuerda ¨¦l ahora, cogi¨® la bolsa con los dos regalos. "Empec¨¦ d¨¢ndole el m¨ªo todo animado. Ni caso. De repente retira el morro de mi juguete y se acerca a la bolsa que a¨²n tengo en la mano. Ve la jirafa y le encanta¡±. Mi amigo se qued¨® maldiciendo su brillante idea, que no solo le hab¨ªa costado un ojo de la cara sino que adem¨¢s le hab¨ªa ocupado un buen sitio en la maleta. ¡°Casi un a?o m¨¢s tarde sigue jugando con la jirafa. Mientras que la rueda ha estado meses en el mismo lugar¡±.
En cuanto a mi perra Matilda, conserva desde cachorra un perrito de peluche que solo recupera su color blanco cuando lo meto en la lavadora. Por un agujero le ha sacado casi todo el relleno y ha pretendido comerse los ojos ¨Csin ¨¦xito, afortunadamente- innumerables veces. Cuando llego a casa, lo trae en las fauces, emitiendo ruidos de contento. Claro que adem¨¢s tiene como 20 mejores amigos juguetes, que reparte por toda la casa, junto a todos los calcetines (preferiblemente usados) que roba como un ladr¨®n de guante blanco.
?Por qu¨¦ nuestros perros aman unos juguetes y no otros? Y sobre todo, ?qu¨¦ significan para ellos esos objetos a los que adoran tanto o m¨¢s que a ti?
¡°Ante todo, ellos buscan jugar contigo, utilizan el juguete para llamar tu atenci¨®n y que t¨² te unas a la diversi¨®n¡±, explica la veterinaria Alicia Gonz¨¢lez, de la Cl¨ªnica Veterinaria Los Molinos, de Madrid. ¡°Usan los juguetes de dos maneras, como alternativa a la presa, que es cuando juegan ellos solos y como una v¨ªa de comenzar y mantener interacciones sociales, con personas u otros perros. La mayor¨ªa prefieren la segunda opci¨®n, si pueden elegir, aunque algunos eligen jugar solos y frecuentemente son descritos como ¡°posesivos¡±, asegura v¨ªa correo electr¨®nico el investigador John W. S. Bradshaw, del Anthrozoology Institute de la Universidad de Bristol y autor del libro Entender a tu perro. de Editorial Paidotribo
Un grupo de cient¨ªficos entre los que figura Bradshaw compar¨® el juego con juguetes entre personas y perros y entre dos perros. ¡°El juego con humanos era m¨¢s colaborativo. Cuando hab¨ªa solo un juguete, el perro se lo dejaba a la persona que estaba jugando con ¨¦l, algo que no hac¨ªa si el otro jugador era un animal¡±, dicen los cient¨ªficos en el art¨ªculo ?Por qu¨¦ los perros adultos juegan?, una revisi¨®n de trabajos publicado en Behevioural Processes (2015).
"Hay un mito entre muchos entrenadores de perros de que permitirles "ganar" el juguete al final de cada juego, les har¨¢ m¨¢s agresivos o "dominantes". No hay evidencia cient¨ªfica que sostenga eso", mantiene el investigador Bradshaw.
Los autores reconocen que el hecho de que los perros sigan jugando cuando han dejado atr¨¢s su condici¨®n de cachorros no responde a la perpetuaci¨®n de la conducta juvenil, conocida como paidomorfosis. ¡°Las funciones de los diferentes tipos de juego son suficientemente distintas de tal manera que seguramente no han surgido de un solo mecanismo evolutivo¡±, afirman. Es decir, que no es que nuestros compa?eros sean unos cachorros eternos. Durante su vida, esa conducta aparece y tiene distintos significados.
Lo que est¨¢ claro, parece, es que jugar con nuestros perros es bueno. Aparte de que lo sea para nosotros. "El juego es una buena manera de construir la relaci¨®n entre el perro y su due?o", opina Bradshaw, "porque a ellos les encanta"
¡°Prefieren los juguetes? que se desmenuzan f¨¢cilmente, los que hacen ruido y los que se mueven de manera impredecible¡±, escriben los investigadores en el art¨ªculo
Si el maltrecho perro favorito de Matilda fuese un ser vivo, habr¨ªa abandonado este mundo al primer viaje que le meti¨® cuando ella no pesaba m¨¢s de un par de kilos. Y ha continuado someti¨¦ndole a violentos zarandeos. ¡°Ejercitan con los juguetes su instinto natural de cazar, cuando lanzan el mu?eco al aire y lo sacuden de un lado a otro, como intentando desnucarles. Eso es lo que hacen cuando cazan en la naturaleza¡±, dice la veterinaria Gonz¨¢lez.
?Y qu¨¦ juguetes prefieren nuestros perros? ¡°Los friables (es decir, los que se desmenuzan f¨¢cilmente), los que hacen ruido y los que se mueven de manera impredecible¡±, escriben los investigadores en el art¨ªculo. De ah¨ª el amor a los huesos, las pelotas y a destripar los mu?ecos de peluche.
A tenor de los objetos para jugar que m¨¢s se venden, son aquellos que pueden dispensar y esconder premios, los peluches y las pelotas de tenis, seg¨²n relata por correo electr¨®nico un portavoz de Tiendanimal, que distribuye en l¨ªnea y en 20 establecimientos de Espa?a m¨¢s de 20.000 productos. El n¨²mero 1 en ventas es el cl¨¢sico Kong, un artefacto que se puede rellenar con chuches, seguido de un mu?eco de peluche, un neum¨¢tico con cuerda, un mordedor que tambi¨¦n guarda premios y la pelota de tenis.? "A los perros les encanta trabajar para conseguir su premio, les estimula y les resulta m¨¢s satisfactorio cuando finalmente obtienen lo que desean", aseguran desde la tienda sobre los juguetes que esconden chuches. "Es importante que el animal se mantenga mentalmente activo, por lo que este tipo de dispensadores les ayuda a combatir el aburrimiento". En cuanto a los peluches, "normalmente suelen gustarles mucho m¨¢s aquellos que tienen dentro un chifle (peque?o silbato que produce sonido cuando se muerde o presiona), cuanto m¨¢s agudo mejor", contin¨²a el portavoz, "el motivo es que la textura del peluche les recuerda a una presa peque?a y el sonido que realizan al morderlo es similar a los chillidos que esta producir¨ªa cuando las muerden".
Finalmente, est¨¢n los cachivaches para el aire libre, tipo pelotas y frisbee. "Esta categor¨ªa incluye tambi¨¦n los se?uelos o los juguetes con cuerda. Les ayuda a hacer ejercicio y tambi¨¦n trabajar para su due?o, lo que les estimula adem¨¢s de divertirles. Este tipo de juguetes deben usarse desde peque?os para incentivarles el juego y que, cuando el perro sea adulto, contin¨²e con el h¨¢bito saludable de correr y hacer ejercicio", aseguran. Por su parte, la veterinaria Alicia Gonz¨¢lez advierte sobre el uso excesivo y constante de objetos tipo pelota: "Les mantiene constantemente en tensi¨®n, les estresa mucho, as¨ª que no hay que abusar".
Matilda, como muchos de sus colegas, le tiene una gran querencia (y eso significa hincarle el diente) a determinadas chanclas -preferiblemente blandas y caras-, y zapatillas de andar por casa. Por cierto, que tambi¨¦n hay juguetes que imitan esas babuchas del abuelo. ¡°Al contrario que los gatos, los perros aceptan una amplia gama de objetos como ¡°juguetes¡±, pero cuando juegan solos, prefieren cosas que cambian cuando juegan ¨Cpor ejemplo, les encanta destruir zapatos-¡°, explica Bradshaw, ¡° y para los juegos sociales el objeto debe ser lo suficientemente grande como para compartirlo¡±.
Los autores del art¨ªculo explican la alergia de nuestros perros a los juguetes que tanto amamos los humanos. Los resistentes, duros, inmunes a mordiscos y zarandeos. Objetos indestructibles que tienen el poder de inhibir el juego "por un complejo sistema similar a la habituaci¨®n", sostienen los investigadores. ?No te recuerda a la rueda de cami¨®n de la que pasa Leo?
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