El amor en la India: una tr¨¢gica historia concertada
El matrimonio sigue siendo a menudo una lacra para las mujeres, que son vistas como una carga
Imagine haber nacido en el pa¨ªs de los monos y de las vacas, de la basura en las calles y de los malos olores, de la pobreza y de la miseria, de las castas, de los 300 millones de deidades y de los hombres. Ahora imagine haber nacido mujer.
Si es capaz de imaginar esto ¨²ltimo ha de sentirse afortunada, al menos ha logrado nacer. Seg¨²n el ¨²ltimo censo elaborado en 2011, ?¡ªen la India se hace cada 10 a?os¡ª en el pa¨ªs hay 36 millones de hombres m¨¢s que de mujeres. El ratio de sexos se sit¨²a en 943 mujeres por cada 1.000 hombres, bastante por debajo de la media mundial ¡ª984 mujeres por cada 1.000 hombres¡ª. El genocidio silencioso que se ha ido ejerciendo durante siglos contra la mujer, tanto antes como despu¨¦s de su nacimiento, ha dejado huella. Las cifras son dram¨¢ticas. Cada a?o un mill¨®n de ni?as desaparece sin dejar rastro. Adem¨¢s, el aborto selectivo, a pesar de la prohibici¨®n por ley de conocer el sexo del feto durante la gestaci¨®n, acaba con la vida de otras 500.000 nonatas.
Ya lo dice un antiguo proverbio hind¨²: "Criar a una hija es como regar el jard¨ªn del vecino". Las hijas no salen rentables. Cada hija supone una gran carga econ¨®mica para la familia, una gran inversi¨®n por algo temporal, ya que tras el matrimonio la mujer dejar¨¢ a su familia y pasar¨¢ a ser propiedad de la del marido.
El contrato de sus vidas: la boda
En la India, el matrimonio resulta tan imprescindible para la familia de la esposa como caro. Una mujer que no tenga un hombre al lado nunca ser¨¢ una mujer completa ante los ojos de la sociedad. Las bodas son un espect¨¢culo de colores, m¨²sica y opulencia hechas para presumir de relaciones, de poder y de dinero, lo que supone para las familias de un enorme desembolso econ¨®mico.
En la India, el matrimonio resulta tan imprescindible para la familia de la esposa como caro. Una mujer que no tenga un hombre al lado nunca ser¨¢ una mujer
Suelen durar tres d¨ªas, y no suele ser hasta el ¨²ltimo cuando ambas familias se encuentran ante los m¨¢s de 500 invitados en el marriage garden. Este encuentro se convierte en la presentaci¨®n oficial de los novios, ahora marido y mujer, ante todos sus allegados. A menudo es la segunda o tercera vez que ellos mismos ven sus caras. Los arranged marriages o matrimonios de conveniencia est¨¢n a la orden del d¨ªa.
Sin embargo, lo que realmente hace tan dif¨ªcil de afrontar una boda es la dote.
El sistema de dotes hace referencia al pago que la familia de la novia debe realizar a la del futuro esposo por el simple hecho de contraer matrimonio. En muchas ocasiones las mujeres son incapaces de hacer frente a las condiciones establecidas, por lo que son agredidas y sometidas a todo tipo de maltrato por parte de sus maridos y sus respectivas familias, lo que a menudo les conduce a la muerte.
A pesar de ser una pr¨¢ctica prohibida por ley desde 1961, el sistema de dotes contin¨²a vigente, oculto ahora bajo el denominado sistema de regalos. La Fundaci¨®n Vicente Ferrer estima que cada a?o son asesinadas entre 25.000 y 100.000 mujeres y que millones son maltratadas por temas relacionados con la dote. Las pr¨¢cticas contempor¨¢neas se han adaptado a los nuevos tiempos. Se han dejado atr¨¢s el dinero, las tierras o las piedras preciosas y, actualmente, incluyen autom¨®viles, electrodom¨¦sticos, viajes o casas.
El concierto del desamor: una imposici¨®n familiar (casi siempre) aceptada
Son las once de la ma?ana y Mar¨ªa Barrera, una profesora de espa?ol de la Universidad de Rajasthan en Jaipur, espera sentada en su despacho. Harshita ¡ªnombre ficticio¡ª, una de sus alumnas de nivel superior, ha pedido ir a verla urgentemente.
Harshita es una joven alegre de 22 a?os; sin embargo, ese d¨ªa llega con los ojos rojos y una mirada triste. Nada m¨¢s ver a su profesora se echa a llorar. Est¨¢ desesperada, ha llegado la hora de la verdad. Su madre ha comenzado a buscar candidatos para su boda y, despu¨¦s de cinco a?os de relaci¨®n, tiene que decir adi¨®s a su novio. Ella forma parte de los kshastriyas, la segunda casta m¨¢s importante de la India; sin embargo, ¨¦l pertenece a los vaishyas, la tercera casta, por lo que un futuro en el que est¨¦n juntos es impensable dentro de una familia tan conservadora como la suya.
Los matrimonios concertados en la India son una pr¨¢ctica muy habitual. El 75% de los j¨®venes de entre 18 y 35 a?os los prefieren
Siente que todo se acaba, que es el final de su vida. Ella sue?a con trabajar en la Embajada de Espa?a en la India; para ello ha estudiado Comercio y espa?ol, pero si se casa lo m¨¢s seguro es que nunca llegue siquiera a acceder al mundo laboral. Se convertir¨¢ en un ser completamente dependiente de su marido. Por ello ha acudido a Mar¨ªa: necesita salir del pa¨ªs. Sus padres le han dado un margen de seis meses para encontrar algo en el extranjero y seguir con sus estudios. Si no lo hace, en medio a?o se ver¨¢ obligada a casarse con una persona a la que todav¨ªa no conoce.
Mientras tanto, a menos de diez kil¨®metros en la misma ciudad, en el colegio privado Tagore International School, Mahi juega al baloncesto con sus alumnos. La vestimenta de Mahi contrasta con la de la mayor¨ªa de chicas en la India. Lleva un ch¨¢ndal gris y negro de Nike y unos pendientes de Adidas. Cuando saluda choca los cinco y da un abrazo acompa?ado de una gran sonrisa. Tiene 28 a?os y est¨¢ tranquila. No tiene novio, pero sabe que muy pronto le tocar¨¢ casarse y que, para cuando llegue ese momento, su padre habr¨¢ elegido al hombre adecuado para ella: al hombre con el que le tocar¨¢ compartir el resto de su vida.
Matrimonios concertados
Los matrimonios concertados en la India son una pr¨¢ctica muy habitual. Seg¨²n un estudio realizado por IPSOS y Taj Group of Hotels, el 75% de los j¨®venes de entre 18 y 35 a?os los prefieren. En el norte del pa¨ªs, la zona m¨¢s tradicional, esta cifra aumenta hasta el 82%. En este tipo de enlaces los novios son seleccionados por terceras personas, normalmente por los futuros suegros.
La historia de la familia de Poonam Anand, abogada en Nueva Delhi, se convierte en una muestra muy simb¨®lica del destino al que est¨¢n abocados muchos de estos matrimonios. El sufrimiento derivado de la ausencia de un amor libre se remonta en su familia a muchas d¨¦cadas atr¨¢s.
Cada 22 minutos una mujer denuncia una violaci¨®n en la India. En 2014 la cifra ascendi¨® a m¨¢s de 36.000, sin embargo se sospecha que la real podr¨ªa ser entre 50 y 200 veces mayor. Los datos son alarmantes. En el 94% de los casos denunciados las v¨ªctimas conoc¨ªan a sus agresores y una cuarta parte de los indios admite haber cometido al menos un acto de violencia sexual. El padre de Poonam Anand fue uno de ellos.
La hermana mayor de Poonam Anand naci¨® en 1976, despu¨¦s de que su padre violase a su cu?ada de 12 a?os. Una ni?a que, forzada por su propia familia, se vio obligada a contraer matrimonio con su agresor. Con el paso del tiempo tuvieron tres hijos m¨¢s: un var¨®n y dos mujeres. Poonam es la peque?a. D¨¦cadas despu¨¦s la historia parece continuar en la piel de su hermanastra; una joven que, a lo largo de su corta vida, se ha visto obligada a contraer matrimonio en dos ocasiones con unos hombres que le prohibieron estudiar y trabajar, la humillaron, abusaron a diario de ella psicol¨®gica y sexualmente, y que le obligaron a abortar en cuatro ocasiones.
El machismo y las vejaciones de las que han sido v¨ªctimas las mujeres de su entorno han llevado a Poonam Anand a afirmar, aun a riesgo de equivocarse, que "el 80% de las mujeres no son felices en la India". Para ella la felicidad es algo tan simple como tener la libertad de poder decidir por uno mismo, algo que ha llevado a la pr¨¢ctica escapando a las garras de los avisos matrimoniales que su madre y su hermana colocaban en los peri¨®dicos en busca de un hombre para ella.
Hacia un cambio de mentalidad: educaci¨®n y autoempleo
Poonam Yadav es la fundadora y directora de Mahila Shakti, una de las ONG con mayor presencia en la India, que trabaja por el progreso de las mujeres y de las ni?as en las ¨¢reas rurales, ya que estas se ven doblemente afectadas: tanto por la pobreza como por la discriminaci¨®n.
A pesar de ser una pr¨¢ctica prohibida por ley desde 1961, el sistema de dotes contin¨²a vigente, oculto ahora bajo el denominado sistema de regalos
Mahila Shakti significa el poder de la mujer. En la ONG creen firmemente en ellas ya que tienen la capacidad de cambiar el mundo, empezando por sus familias y siguiendo por sus comunidades. La educaci¨®n es la base de ese cambio; en la India la falta de educaci¨®n en las ni?as provoca matrimonios precoces, tasas de natalidad elevadas e ingresos menores. El siguiente paso a la educaci¨®n es el autoempleo, por ello hacen especial hincapi¨¦ en que las mujeres puedan llegar a convertir sus habilidades en peque?os oficios que desarrollar desde su hogar. A trav¨¦s de estos dos pasos buscan que la mujer vuelva a ser due?a de s¨ª misma y no una propiedad del marido y su familia. En la actualidad, Poonam Yadav es la voz que tantos millones de mujeres tienen silenciada.
A diferencia de lo que sucede en Occidente, las violaciones y los abusos ejercidos contra las mujeres en la India no est¨¢n basados en motivaciones sexuales; sino que son asuntos relacionados con el poder y con la propiedad que los hombres creen tener sobre ellas. El grav¨ªsimo problema al que se enfrentan afecta a toda la sociedad y est¨¢ provocado por distintos factores sociales, religiosos y culturales como son el sistema de castas o la mentalidad patriarcal.
Es imprescindible que se siga trabajando en busca de una mayor visibilidad y concienciaci¨®n sobre la situaci¨®n de subordinaci¨®n en la que se encuentra la mujer respecto al hombre de manera que, poco a poco, se vayan erradicando los tab¨²es que dificultan el desarrollo de esta sociedad. En pleno siglo XXI millones de mujeres siguen muriendo simplemente por su condici¨®n de mujer.
A d¨ªa de hoy, Harsita ha logrado huir y se encuentra en Espa?a. A diferencia del resto de j¨®venes de su edad se niega a aceptar un futuro en el que el matrimonio por amor no existe. Ella tendr¨¢, al menos, una oportunidad para formar la familia que elija.
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