Una provocaci¨®n del PP
Es un error imponer para la comisi¨®n de Exteriores a un exministro reprobado por el Congreso
El empe?o del Partido Popular en situar a Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz como presidente de la Comisi¨®n de Exteriores del Congreso supone una provocaci¨®n a las dem¨¢s fuerzas parlamentarias. No se ven otras razones para designarle que la amistad y confianza del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, sin duda espoleado por el deseo de ofrecerle un puesto que le compense del cese al frente del Ministerio del Interior.
Editoriales anteriores
Existe una tradici¨®n de acuerdos de reparto de presidencias de comisi¨®n entre el partido gobernante y la oposici¨®n en distintas legislaturas, y dentro de esos acuerdos es normal que cada grupo designe a quien prefiera. El sistema de funcionamiento no carece de l¨®gica y en general tiene sentido que se respete. Pero tambi¨¦n hay que contar con que esas designaciones se gu¨ªan por criterios de prudencia y de b¨²squeda de la necesaria calidad en las propuestas, lo cual no puede decirse de este caso.
La situaci¨®n de Fern¨¢ndez D¨ªaz es excepcional. El exministro fue reprobado por los grupos del Congreso ¡ªsalvo el suyo¡ª a causa de la utilizaci¨®n que hizo de su cargo y de los medios de las fuerzas de seguridad del Estado para perseguir a adversarios pol¨ªticos, un comportamiento sin duda grave en democracia y sobre el que persisten demasiadas zonas de sombra. Aquella reprobaci¨®n no surti¨® efectos inmediatos respecto a la pertenencia de Fern¨¢ndez D¨ªaz a un Gobierno que todav¨ªa permanec¨ªa en funciones. Sin embargo, tuvo un valor pol¨ªtico que el PP deber¨ªa haber considerado antes de designarle para la presidencia de una comisi¨®n parlamentaria tan simb¨®lica y tan visible como la de Exteriores. Adem¨¢s, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz ha dedicado lo esencial de su actividad p¨²blica a la pol¨ªtica interior, lo cual no parece la mejor credencial de la solvencia exigible al responsable de la comisi¨®n de Exteriores.
Lo sucedido muestra que el partido gobernante contin¨²a sin darse cuenta de que deben cambiar sus modos de actuaci¨®n. Estos no son los tiempos de la mayor¨ªa absoluta, en los que La Moncloa o el Grupo Parlamentario Popular tomaban decisiones sin preocuparse de lo que argumentaran otros partidos. Este incidente no es compatible con la b¨²squeda de negociaciones y de acuerdos que corresponde a un Gobierno en minor¨ªa, y el PSOE deber¨ªa entender la excepcionalidad de este caso, la grave provocaci¨®n del PP, e impedir que Fern¨¢ndez D¨ªaz alcance un puesto que ni merece ni est¨¢ capacitado para ocupar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.