La verdad sobre el ¡®caso millennial¡¯

Los millennials somos ese nuevo oscuro objeto de deseo, ese t¨¦rmino que no falla en cualquier conferencia que se precie. Somos drivers del cambio, aunque firmemente acosados por otro grupo emergente, el de los perdedores de la globalizaci¨®n ¨Clos que votan a Trump, as¨ª para entendernos¨C.

Millennials son todos aquellos nacidos entre principios o mediados de los a?os ochenta y el cambio de milenio. Son los que han visto frustradas cualquiera de sus expectativas profesionales por la dichosa crisis econ¨®mica, son exigentes y saben disfrutar de la vida. Son tambi¨¦n los que adoptaron las redes sociales como herramienta de relaci¨®n principal, los que llegaron a la edad adulta enchufados a Internet y los que ya no entienden la vida sin su m¨®vil. El t¨¦rmino, atribuido a William Strauss y Neil Howe, fue acu?ado en 1987; o eso dice Wikipedia. La horquilla temporal es controvertida y difusa, pero los nacidos entonces nos fuimos incorporando poco a poco a la vida p¨²blica y al mercado laboral. Los millennials son v¨ªdeo, imagen, rapidez, conectividad y frescura. Son ingeniosos e inteligentes. As¨ª de afortunada es mi generaci¨®n: es lo guay por excelencia y lo que determina el futuro. Vaya privilegio¡­ y qu¨¦ presi¨®n.

Mis padres no son millennials. Tampoco mis t¨ªos, mis padrinos, mi abuela o muchos de mis compa?eros de trabajo o de aventuras. Tuvieron la desdicha de nacer un poco antes. Y, sin embargo, mira por d¨®nde, me encuentro esos supuestos h¨¢bitos millennials en todas partes, en todos ellos. A lo largo y ancho de mi timeline de Twitter, de Instagram o de Facebook; independientemente de su edad. Su curiosidad no es menor que la m¨ªa, tampoco su ingenio, su frescura o su exigencia. No temen adaptarse a los cambios y responden bien ante los temidos y nuevos h¨¢bitos sociales. Quiz¨¢ no escriban lol, wtf o ftw, pero no se quedan atr¨¢s. O no todos, por lo menos. El ser joven o no, me temo, tiene mucho menos que ver con la edad que con la actitud. He conocido a tantos j¨®venes viejos como viejos j¨®venes. La juventud que se refiere solo a los a?os cumplidos es "la ¨²nica enfermedad que se cura con el tiempo", pero la juventud que tiene que ver con la actitud frente a la innovaci¨®n y los cambios es una de las virtudes que acompa?an siempre.

Los 'millennials' han visto frustradas cualquiera de sus expectativas profesionales por la dichosa crisis econ¨®mica

La verdad sobre el caso millennial es cruda. Mola hablar sobre ello, claro que s¨ª, pero los cambios sociales que nos afectan no son diferentes de los que afectan a los dem¨¢s. Compartimos los referentes culturales que marcaron nuestra juventud y nuestra infancia. Tenemos elementos generacionales comunes y lo pasamos bien juntos, pero la capacidad de sorpresa y adaptaci¨®n no es patrimonio exclusivo de mi generaci¨®n. La capacidad de innovaci¨®n tampoco. Se han dado casos, aunque qui¨¦n lo dir¨ªa, en otras generaciones anteriores a la m¨ªa. Todav¨ªa andan por ah¨ª, iletrados y desnudos en el mundo digital. Perdidos ¡ªn¨®tese, por si acaso, la iron¨ªa¡ª, atados por unos prejuicios que arrastran desde hace ya demasiados a?os y desnortados en una nebulosa de innovaci¨®n que evoluciona a velocidad de v¨¦rtigo. Pobres, qu¨¦ existencia m¨¢s desdichada.

Millennial es, sobre todo, una etiqueta c¨®moda. Es la categorizaci¨®n perezosa que funciona como atajo intelectual ante cualquier aproximaci¨®n a su realidad. Hay otras generaciones, con nombres tan poco atractivos como baby boomers o generaci¨®n X, que no se pueden categorizar de manera similar a la millennial, o al menos nadie se atreve. Son demasiados y cada uno es diferente. Caso, por supuesto, radicalmente diferente de mi generaci¨®n. A nosotros s¨ª que se nos puede cortar por el mismo patr¨®n. A todos nos gusta lo mismo y a todos nos interesa lo mismo ¡ªvu¨¦lvase, por si acaso, a notar la iron¨ªa¡ª, por eso cabemos en la categor¨ªa millennial. Y al que no pues mala suerte: ser¨¢ simplemente invisible.

Lo millennial es solo un conjunto de comportamientos que se puede dar en cualquier edad. La segmentaci¨®n de "los menores de treinta y pocos" se queda demasiado corta: se dice que si solo los millennials hubieran votado en las elecciones americanas habr¨ªa ganado Clinton porque los millennials son guays. Pero solo vot¨® un 50% de ellos y nueve millones lo hicieron por Donald Trump. ?Son estos nueve millones de personas menos millennial? Uf, esos desnaturalizan la etiqueta. Y eso s¨ª que no.

Javier Garc¨ªa Toni es consultor de comunicaci¨®n y cofundador de la plataforma Con Copia a Europa.